madrugar mindfulness para tu desarrollo personal y profesional

Madrugar, al parecer, se está convirtiendo en una nueva moda.

Una de esas nuevas modas que junto a la del deporte, la meditación o la alimentación sana, alabo y trato de levantar bandera propia con la que compartir una nueva forma de habitar la vida.

Si cuando era un veinteañero, me dices que iba a madrugar tanto como lo hago ahora desde hace algunos años, te aseguro que no me lo hubiese creído.

Pero hoy, madrugar se ha convertido ya en uno de los grandes placeres íntimos de mi vida y hoy quiero contarte algo de mis 2 horas mágicas que vivo de 5 a 7 de la mañana.

De cómo las aprovecho para seguir imprimiendo una vida mindfulness a mis días y de cómo puedes tú empezar a organizarte para que ese madrugar mindfulness sea un nuevo hábito saludable en tu día a día.

En mi caso, todo comenzó en octubre del 2012, cuando por circunstancias obviamente ajenas a mi deseo, tuve que volver al desempleo y me dí cuenta de que había llegado el momento de poner en marcha Plenacción como Consultoría para el desarrollo personal y profesional basado en mindfulness o atención plena con la idea de ofrecer mi experiencia como ayuda a los demás y poner un granito de arena hacia la serenidad en este mundo tan acelerado.

Se iniciaba un periodo de mi vida en el que volvía a trabajar en el despacho de casa y ante lo que había que establecer un cierto horario monástico que me hiciese mantener la alerta para no dejarme llevar por la apatía y dejar que los días pasasen sin dar efectivos pasos, no sólo hacia la labor profesional, sino también al propio desarrollo personal.

Fue cuando decidí que una nueva forma de comenzar el día era practicando el noble arte de madrugar. En principio y durante el primer año, aproveché los lunes, miércoles y viernes para acudir al gimnasio a participar en las clases de spinin que comenzaban a las 7 de la mañana, así que comencé a poner el despertador a las 5 de la mañana para salir de casa a las 6,30h.

La experiencia fue muy positiva. Madrugar y despertar a las 5 de la mañana, salir un momento a la calle con nuestro perrete Blas sumidos en el auténtico silencio de la noche, practicar cada día, al menos, 15 minutos de meditación sentado en mi zafú y un poco de lectura me hacían sentir una profunda práctica de la atención plena nada más levantarme y eso repercutía en mis actividades de todo el día.

En poco tiempo, fui acostumbrándome a madrugar a las 5 de la mañana y a conseguir esas dos horas mágicas en las que zambullirme en un espacio de completo silencio.

Dos horas mágicas en las que, llevando a cabo una buena gestión del tiempo, me sirviesen para encarar el día con más energía y unos objetivos claros en los que ir disfrutando en el camino.

A partir de las 7 de la mañana, el día y ya con mi mujer levantada, comienza cada jornada con un nuevo espíritu que me hace tener un buen día de labor consciente.

Y la gran pregunta: Y si te levantas a las 5 de la mañana, ¿a qué hora te acuestas?.

Y la respuesta es que, como muy tarde para poder madrugar a las 5, lo ideal es hacerlo antes de las 11 de la noche. En mi caso, a partir de las 10 de la noche ya no soy nadie y necesito irme a descansar.

Te invito a que comiences a practicar el noble arte de madrugar. Hay un libro que te puede ofrecer algunas buenas ideas para hacerlo y todo un buen método de trabajo para ir consiguiéndolo.

Mañanas milagrosas. Los 6 hábitos que cambiarán tu vida antes de las 8:00 de Hal Elrod.

Este es un horario aproximado de lo que suelo hacer entre las 5 y las 7 de la mañana:

5h Despertar

Me lavo la cara con agua fría, bebo un buen vaso de agua con mis pastillas de herbolario (entre ellas Reishi que te invito a descubrir), pongo de comer a nuestros gatetes y breve paseo con Blas. 15-20 minutos de meditación en mi zafú. El tiempo del aseo personal y ya vestido para la jornada (si tienes que pasar el tiempo en casa o trabajas en tu hogar, te recomiendo que te vistas y no andes todo el día en ropa de estar por casa. Es importante, en serio)

Y luego voy dividiendo diversas actividades según los días. Dedico tiempo para escribir, preparar  cosas para la web de plenacción, tiempo de lectura, estudio…

Madrugar para imprimir una buena labor de consecución de tus propios objetivos o metas o simplemente para disponer de dos horas de silencio previos al ajetreo de una jornada de actividad, es uno de mis grandes descubrimientos que te invito a hacer.

Para empezar, y hasta que logres despertarte a tu hora convenida, te invito a hacerlo durante unos días, despertándote por la mañana 10 minutos antes cada día.

Si normalmente te levantas a las 7, mañana hazlo a las 7 menos 10, pasado mañana a las 7 menos veinte…y así hasta que tu despertador suene a las 5 en punto de la mañana.

Por cierto, esencial hacer algunos estiramientos nada más levantarte.

Te dejo un artículo de prensa que puede interesarte:

Madrugar (por gusto) en el país de la siesta

Y para aprender a meditar en casa puedes consultar este enlace:

“Aprender a meditar en casa con zafú y zafutón”

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