¿Qué son los pensamientos suelo? Son aquellos pensamientos en los que me apoyo cada día, ¿sí? Son esos pensamientos recurrentes sobre los que sustento cada experiencia cotidiana y no los cuestiono.
Son pensamientos que "suelo" tener de manera automática, recurrente, inconsciente y que enfocan todo mi día en una dirección sin que me percate de ellos o me dé cuenta a medias.
Son aquellos hábitos de pensamiento que si bien pueden ser empoderadores, la mayoría de las veces no lo son, son cansinos, sin fundamento sin dirección y se quedan enganchados por horas, días o semanas, nos roban salud mental, enfoque dirigido, energía y hasta oportunidades diarias.
Son pensamientos no siempre dañinos, pero sí improductivos, que nos hacen temer, preocuparnos y en ocasiones, nos agotan hasta el punto tal de amargarnos la existencia.
Desde las categorías más simples de los improductivos y cansinos, hasta las más agresivas y destructivas de los pensamientos deprimentes, dolorosos y hasta peligrosos y agresivos con nosotros y contra los demás.
Son pensamientos obsesivos, compulsivos, rumiantes y beligerantes con nosotros y nuestra paz mental.
Y, ¿qué podemos hacer? Sobre todo detectarlos conscientemente, fijarnos en ellos y traerlos a la luz, hacer reflexión dirigida del fundamento que puedan tener, interrogarlos, tomar medidas y hacer lo que en el mundo físico sea posible hacer, contárselos a alguien de nuestra confianza, dejarlos a un lado conscientemente y sobre todo desarmarlos ex profeso sin contemplación ninguna.