Nuestro cuerpo es una máquina impresionante, desde el simple hecho de poder regular su temperatura a través del sudor hasta las adaptaciones neuromusculares que nos permiten poder superar los retos que nos proponemos, nos hace pensar que parede que no tengamos límites.
Por esto podemos afirmar que la clave de la resistencia física realmente está en nuestra mente y no es nuestro organismo, cada nuevo reto que consigue algún deportista nos soprende más que en anterior.
La resistencia está en la mente
La mente es la que controla nuestros límites y hasta dónde podemos llegar. Esto tiene una explicación científica.
Cuando realizamos una actividad intensa, nuestro cerebro, de forma inconsciente y como sistema de autoprotección, nos envía señales para evitar que nuestro cuerpo llegue a decaer ante ese tipo de esfuerzos extremos, es decir, nos protege para que no suframos un posible colapso.
Por eso, entrenar nuestra mente es tan importante como entrenar el cuerpo, de hecho, existen estudios que demuestran que los atletas cuyo programa de entrenamiento incluye ejercicio físico y trabajo mental, tienen mucho mayor margen de mejora ante aquellos que sólo trabajan su forma física.
Para entender de dónde saca una persona fuerzas para superar límites increíbles, debemos tener en cuenta nuestro lado humano (racional y lógico) y nuestro otro lado animal (visceral e emocional).
Para los atletas de élite que buscan mejorar sus marcas, es fundamental controlar ese lado animal e instintivo, por encima de las advertencias de su mente lógica que les frenará en sus retos imposibles.
Ese es su principal entrenamiento para llegar a lo más alto y desafiar límites inimaginables y sobrehumanos.
El poder de la resistencia está en la mente y lograr la capacidad de controlarla es lo que marcará la diferencia.
Debemos entrenar la mente para controlar la resistencia física
Se trata de aprender a dominar nuestra mente ante las señales que emite a nuestro cuerpo y esto se consigue poco a poco.
A medida que avanzamos en un programa de entrenamiento, tanto si empezamos de cero como si ya estamos en buena condición física, nuestro cuerpo se va adaptando tanto desde el punto de vista fisiológico como sicológico.
Nuestro umbral del dolor aumenta poco a poco, lo que en la primera sesión nos costaba tanto esfuerzo, en las siguientes se va haciendo más llevadero.
Por lo tanto, sin darnos a penas cuenta, cada vez podremos aguantar un poco más: levantar un poco más de peso, correr 1km más, hacer una flexión de más, etc.
Lo importante es mantener la constancia, dominar nuestra mente e ir un poco más allá de los límites que nos marca, porque te darás cuenta que SÍ que puedes.
La regla número uno: ELIMINA EL “NO PUEDO” DE TU MENTE, ese no puedo es el que te frena, piensa para ti mismo que sí que puedes y esto es lo que hará que avances y no te estanques.
Si eres de los que te cuesta horrores pero tienes la firme determinación de comenzar a cuidarte, ponte en manos de en profesionales, un entrenador personal cualificado te ayudarán a romper tus barreras y lograrás todo aquello que te propongas.
Fuente: este post proviene de Salud y Ejercicio Físico, donde puedes consultar el contenido original.
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