57 años de muñeca para ahora hacer noticia de que Mattel, la empresa creadora decide “lanzar al mercado nuevas líneas con modelos más realistas. ¿Avanzamos eh?
Las nuevas líneas de Barbie incluyen diferentes tonos de piel, estaturas variadas (existe una pequeñita) y otra a la que han dado en llamar “curvy”, o sea, con curvas, aunque habiendo visto a la muñeca, no me parece especialmente curvilínea, anchita de caderas sí, vamos como la mujer española, pero desde luego sigue siendo delgada y estupenda.
Este afán de las marcas de reflejar la sociedad, empieza a oler mal cuando se hace para vender más. La marca reclama para sí el honor de tratar de que las niñas tengan más referentes con los que identificarse… 1) cómo si eso fuera necesario, 2) como si el propio icono de Barbie marcara la media.
Me cabrea.
Y aquí apelo a madres y padres para poner conciencia sobre esta insensatez.
El daño que ha hecho este trozo de plástico con cara inexpresiva a las niñas de todo el mundo, no sabremos ni podremos cuantificarlo nunca. Aún me parece peor este nuevo intento de “reflejar” la variedad de la sociedad en pleno siglo XXI, pero lo cierto es que esta nueva estrategia de marketing responde a que las ventas han caído estrepitosamente en los últimos tiempos, tanto por los vídeojuegos como por la competencia de las Bratz entre otras…
Si tu hija no era alta, rubia y esquelética y ha tenido una Barbie, no pocas veces se habrá preguntado frente al espejo por qué ella no era así o quizá aún peor habrá tratado de imitar la imagen y valores que transmite semejante juguete (por llamarlo de alguna manera).
No me gustan las Barbies, no reflejan valores bonitos. Las puedes cambiar de ropa y peinar de infinitas formas…¿y qué? Lo máximo que puede ser una barbie es princesa o modelo. Ahora Mattel las ha creado dentistas, arqueólogas y funcionarias.
Pero a mí no me engañan.
¿Te parece acertada esta nueva estrategia de Mattel? Ahora ¿Barbie sí nos representa? Déjanos tu opinión en comentarios, se abre el debate.
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