En febrero del año pasado me lesioné la rodilla izquierda, fue una lesión y luego otra. Así hasta el verano. Cuando parecía recuperada, entonces me lesioné el tobillo derecho, claro, a fuerza de andar desequilibrado, otras partes se resienten. Y pasaron los meses y hace prácticamente 3 días, he recuperado operativamente la capacidad de andar normal, mi forma de andar anterior a estos episodios de lesiones.
Ahora cuando camino por la calle, casi se me saltan las lágrimas al comprobar que mi pisada es cada vez más mi pisada de toda la vida, sin dolor, rápida y ligera.
Ha pasado un año desde que empecé con las lesiones y en un año me he perdido excursiones con amigos, actividades y, sobre todo, la temporada de baile, el curso y las galas, que no he podido disfrutar, aunque formé parte del público y eso tenía para mí en cualquier caso un deleite extraordinario.
No he perdido en ningún momento la capacidad de andar, no, pero sí me he sentido limitada y dolorida en mi día a día.
Parece que no tuviera especial transcendencia, pero la de cosas que cambian con temas aparentemente menores de salud.
Sin embargo, es importante y mucho para mí todo lo que ha supuesto este año de movilidad reducida y molestias. Además de lo ya explicado, también en febrero del año pasado, inicié mi proyecto de centro dedicado al desarrollo personal y coaching y todo indicaba como que estaba "dando un mal paso". Hoy, como dice Laín García Calvo, me doy cuenta de que era una prueba más del Universo para ver si iba en serio con mi sueño.
Así ha sido, con dolores, con movilidad limitada (vivo en un pueblo donde hago todos los trayectos andando), con las incomodidades, etc. he seguido enfocada y alineada con mi propósito y hoy, todo está en funcionamiento, ando con normalidad y he vuelto a mis clases de baile.
¡¡¡¡Genial!!!
Si esto no es para estar agradecida, aliviada y feliz, no sé qué podría serlo!!!!
Recuperar esa normalidad me indica la importancia de lo verdaderamente importante: una buena salud, nuestro estado natural listo para gozar de la vida, sin esto el panorama cambia y yo ahora veo lo afortunada que soy al recuperarlo todo y disfrutar de un simple paseo que tanto trabajo me costaba hasta hace bien poco.