La depresión en las personas mayores
Muchas personas creen que es normal o se espera que una persona deba volverse cada vez más deprimida, a medida que envejece. Ese es un error que se debe corregir y mientras más rápido se corrija será mejor para nuestros mayores.
La depresión no es una parte normal del envejecimiento, y los estudios muestran que la mayoría de las personas mayores tienen sentimientos de realización con sus vidas, a pesar de las crecientes dolencias físicas las que si son normales con el paso del tiempo. Sin embargo, cuando los adultos mayores tienen depresión, se suele pasar por alto porque pueden mostrar una actitud diferente, los síntomas son menos obvios, además son menos propensos a experimentar o a reconocer en forma pública sentimientos de tristeza o dolor.
Por otro lado, las distintas condiciones médicas que pueden estar afectando la salud tales como la enfermedad cardíaca, la diabetes, el Alzehimer, la incontinencia urinaria, la disfunción érectil y hasta el mismo cáncer, pueden causar síntomas depresivos, o los mismos medicamentos que les han sido prescritos para tales condiciones, pueden provocar efectos colaterales que contribuyen a la depresión. También es posible que se pueda dar la condición conocida en el ámbito profesional como depresión vascular. La depresión vascular se presenta cuando los vasos sanguíneos pierden elasticidad y endurecen a medida que transcurre el tiempo, de tal forma que se estrechan e impiden el flujo sanguíneo normal a los órganos del cuerpo. Aquellas personas con depresión vascular pueden tener o correr el riesgo de una enfermedad cardiovascular en forma simultanea con un accidente cerebrovascular.
Los jóvenes se supone que tienen las tasas más altas de suicidio, en cambio las estadísticas señalan en forma abrumadora a las personas blancas mayores de 80 años como el grupo que tiene mayores tasas de suicido, a pesar de haber mantenido contacto con su médico en fechas previas al suicidio.
Los tratamiento con antidepresivos, psicoterapia, o una combinación de ambos, ha permitido que la mayoría de las personas mayores con depresión la puedan superar al seguir el régimen indicado por el especilista que maneja sus casos. Cuando la persona con depresión se niega a tomar los antidepresivos se debe de pasar a la psicoterapia, que ha demostrado sus bondades a la hora de mantener durante largos períodos libres de depresión a las personas mayores, máxime si se trata de casos leves de depresión.
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