Sin embargo, procurar ser auténticos requiere de quitarnos o excluir la pesada carga del que dirán. Si estamos pendientes de lo que las personas a nuestro alrededor opinen de nuestra forma de hacer y ser, estaremos inexorablemente destinados a que nuestra autenticidad se vea afectada. Porque estaremos siempre editando lo que hacemos y decimos. Lo que nos lleva a comportarnos de manera tal, que le agrade a la gente y esto estaría por encima de lo que deseamos realmente. No obstante, la satisfacción y aprobación de cómo somos, debe venir de nosotros mismos, en primera instancia.
De otro lado, la autenticidad está definida como actuar sin hipocresías, ser tal cual somos, mostrarnos ante el mundo y ante los demás como seres auténticos, libre de ediciones o de tapujos. Esto requiere de cierta formación y educación en valores como honestidad, lealtad y veracidad.
En consecuencia, lo que esperamos de los demás también es que ellos sean auténticos, reales, sin caretas e imposturas que los hagan ser aceptados por los demás y por nosotros, además que demuestren lo que realmente son o hacen. Con el fin de que encajen y se relacionen de la mejor forma con nosotros y con el entorno. Se me ocurre una frase muy sabia que dice: “si quieres conocer bien a Andrés convive con él un mes”. Bien lo decía Albert Einstein en sus tiempos, “si quieres conocer a alguien bien, no solo escuches sus palabras con atención, observa también su comportamiento”. Porque la mejor forma de conocer a alguien es observando como realmente se comporta en sus propias esferas, en su propio ámbito, en su entorno más íntimo, es decir en su propio espacio.
Con la autenticidad estamos librándonos de la pesada carga de hacer nuestras mejores poses y fingir ser alguien que no somos. Esto está muy relacionado con las mentiras, al ser auténticos nos libramos de las mentiras que impone el hecho de ser perfectos, de actuar de tal o cual forma para ser aceptados por todos y cada uno de nuestros interlocutores. La verdad os hará libre, la gran frase de Jesús de Nazaret. La traigo a colación debido a que refleja que ser auténticos es ser veraces, consecuentes con nuestra forma de ser y de hacer y esto a su vez nos hará libres. Libres y livianos de posturas y fingimientos.
Por lo tanto, la autenticidad, es la mejor forma de vivir. Ser uno mismo en realidad. Para empezar, en donde debemos comportarnos mejor es en nuestra casa, en nuestro entorno. Con una buena educación. No esperar comportarnos adecuadamente en el restaurante elegante, en la reunión social, sino hacer y emular la educación de las grandes esferas. De los grandes círculos sociales quienes basan su educación en que primero te comportas muy bien en tu hogar y luego en los espacios públicos. Porque al hacerlo de esta manera, tu comportamiento adecuado va a fluir, va a salir de tal forma que parezca sin esfuerzo alguno. “Elegancia sin esfuerzo” como bien señalaba Silvia Tcherassi en una entrevista. Ser elegantes sin esfuerzo aparente requiere un trabajo con anterioridad. Porque todo en esta vida considero es un proceso.
Sin embargo, cuando en las grandes esferas se esmeran por darles a sus hijos una buena educación, ésta se basa principalmente en buenos modales. Los buenos modales dicen mucho de las personas. Puedes tener formación académica vasta, pero si no tienes como base en tu educación unos buenos modales lo demás pierde relevancia.
De igual forma, además de los buenos modales debemos resaltar los grandes valores. Valorar los buenos momentos, valorar lo real de nuestra vida. Valorar ser nosotros mismos. En síntesis, ser auténticos recurre al hecho de ser transparentes en nuestro actuar, que nuestras acciones sean un reflejo de lo que pensamos y sentimospor supuesto que esta transparencia no afecte los límites del buen comportamiento en sociedadporque queramos o no en la sociedad hay parámetros de comportamientos aceptados y otros no.
“La vida pasa tan fugaz y es tan efímera que solo me queda la satisfacción de haberla vivido lo más auténticamente posible, siendo lo más parecida a mi”
Frida Khalo.
By Alexis Alvarado Calvo
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