El ayuno intermitente, consiste en comer dentro de una ventana de alimentación específica y dejar ciertas horas sin ingerir alimentos. De este trascendental tema, voy a hablar, debido a una entusiasta seguidora de Francia, que ha estado leyendo acerca del tema. Ella me comenta, que leyó un artículo publicado en mi página, donde hablaba acerca del desayuno intermitente. Y en ocasiones llegó a realizarlo, con muy buenos resultados. Nuevamente, se ha interesado y me solicitó información acerca de las bondades de cenar más temprano y su relación con el combate de la obesidad y el cáncer.
Como es sabido por muchos, he estado vinculada a la ciencia desde hace más de veinte años, desarrollando compuestos naturales e investigando acerca de mecanismos naturales para la prevención del cáncer. Y esto, me ha permitido profundizar en los mecanismos corporales que hacen posible un restablecimiento de diversas células y órganos del cuerpo.
Con esto en mente, preparé para ella un informe. En el mismo, relacioné ciertas investigaciones, que indican las bondades del ayuno intermitente. Incluyendo, su relación con la disminución de peso y la prevención del cáncer. Esta información, podría servir para ayudar a personas de nuestro entorno más cercano, por ello elaboré un sencillo artículo.
Recordando acerca del desayuno intermitente
De este tema se ha hablado en muchas ocasiones, pero no está demás recordar, algunos elementos sencillos.Al comer:
Todos los alimentos ingeridos son descompuestos a nivel del tracto digestivo.
Esto hace que los niveles de insulina se incrementen.
Se realiza el almacenamiento de energía de dos formas diferentes, a nivel de hígado o a nivel muscular bajo la forma de glucógeno.
Debido a que el espacio para el glucógeno no es mucho, el exceso de glucosa puede también almacenarse como grasa.
Al estar en ayunas:
El glucógeno y la grasa se transforman en energía.
Permite eliminar el exceso de grasa
Genera muchos efectos positivos para la salud
No todo está perdido: rescatando nuestro metabolismo original
Lamentablemente, el ritmo de vida moderno, ha dislocado muchos elementos naturales, incluyendo el hecho de abundantes comidas en las horas nocturnas. Cabe destacar, que muchas investigaciones actuales, han logrado determinar, que la alimentación nocturna, está muy asociada a mayores riesgos de diabetes y de obesidad.Esto fue demostrado, mediante ciertos estudios realizados en la Universidad de Alabama. En el mismo, participó un grupo de hombres obesos, con presencia a su vez de prediabetes. Se realizó una comparación de cierto tipo de ayuno intermitente, denominado “alimentación temprana con tiempo restringido”, durante cinco semanas. De esta forma, en este estudio, todas las comidas, se realizaban en periodos que consistían en dos modalidades.
Resultados significativos del grupo de hombres obesos en las dos ventanas:
Ventana de alimentación de 12 horas, es decir de 7 am a 7m.
El peso no aumentó ni disminuyó durante las cinco semanas
Ventana de alimentación de 8 horas al día, es decir de 7 am a 3pm
El peso no aumentó ni disminuyó durante las cinco semanas
Los niveles de insulina disminuyeron sustancialmente, obteniendo mejoras en cuanto a la sensibilidad.
Obtuvieron valores más bajos de tensión arterial
Experimentaron una reducción importante o significativa del apetito
Esto permitió demostrar que un simple cambio de horario, benefició el metabolismo corporal, aún sin haber perdido ni un Kg de peso.
La ciencia posee las explicaciones
De acuerdo a ciertos análisis científicos publicados en New England Journal of Medicine se aclaran ciertos elementos:El ayuno, forma parte integral de la fisiología humana, desde el punto de vista evolutivo.
Al moverse desde un estado de alimentación a uno de ayuno, se queman calorías.
Se logra mejorar la función metabólica y disminuir los niveles de glucosa en la sangre.
Se minimiza la aparición de procesos proinflamatorios.
Logran mejorar diversas patologías, dentro de las que destacan: artritis reumatoidea, desequilibrios cerebrales, asma y el cáncer.
Mucho de ello, es posible debido a la efectiva eliminación de toxinas y las células dañadas. Incluso, hay estudios que demuestran que puede ayudar a evitar enfermedades cardíacas, además de contribuir con la detención de enfermedades degenerativas como el Alzheimer.
Muchos investigadores, poseen evidencias, que sugieren que el enfoque de ayuno intermitente, realmente es efectivo. Sin embargo, este debe ser combinado con un enfoque de alimentación y un ritmo de vida saludable. Es especialmente saludable para personas prediabéticas. Y podría ser practicado por personas con diabetes avanzada, trastornos alimentarios (bulimia y anorexia) y mujeres embarazadas. Por supuesto, bajo estrecha vigilancia médica.
La ciencia, en respaldo del ayuno intermitente
Gracias a muchas investigaciones, en la actualidad se tienen muchas aplicaciones clínicas del ayuno intermitente. Algunos de sus beneficios se enuncian a continuación.1. Incrementa el desempeño físico y cognitivo
Por medio del ayuno intermitente, se logra un mejor desempeño de la función física. Incluso se ha observado la pérdida de grasa y el mantenimiento de la masa muscular, en entrenamientos exigentes de corta duración. Se observa a su vez una mejoría a nivel cognitivo global. A saber, la memoria asociativa, la verbal, la espacial, la función ejecutiva y la laboral. Se ha observado además, que puede neutralizar los efectos adversos de la diabetes y la obesidad. Además de la mejora de patologías neuro inflamatorias, que tienden a reducir el aprendizaje y la memoria.
2. Protege del padecimiento de obesidad y diabetes mellitus
Un efecto muy importante logrado mediante el ayuno intermitente, lo constituye la mejora de la sensibilidad a la insulina. Se ha observado que de esta forma se alcanzan niveles equilibrados de los niveles de glucosa a nivel sanguíneo. Esto, realiza además un efecto de la mejora del metabolismo de las grasas, evitando su acumulación y favoreciendo la pérdida de peso. Además de ello, ayuda a combatir los efectos de la diabetes, favoreciendo la reducción de los marcadores de procesos inflamatorios y de estrés oxidativo. De hecho, se han observado la mejora de factores de riesgo cardiovasculares en personas sin obesidad3. Optimiza la condición cardiovascular
De acuerdo a ciertos estudios, se ha podido observar, que el ayuno intermitente mejora una gran cantidad de indicadores del adecuado desempeño cardiovascular. A saber: disminución de la frecuencia cardíaca en estado de reposo, equilibrio de la tensión arterial, disminución de niveles de colesterol malo (LDL) e incremento del bueno (HDL). Además de ello, disminuye los niveles de glucosa e insulina en sangre, además de mejorar la sensibilidad a la insulina. Cabe destacar, que se han observado reducciones de diversos marcadores de inflamación y de estrés oxidativo relacionados con la aterosclerosis.4. Evita el padecimiento de trastornos neurodegenerativos
Muchos investigadores y nutriólogos, han comprobado que el consumo de alimentos altamente calóricos, en la mediana edad es contraproducente. Y pueden conducir al padecimiento de accidentes cerebrovasculares y enfermedades neurodegenerativas. De acuerdo a la investigación, el ayuno intermitente, puede favorecer el retraso en el comienzo y el avance de los procesos vinculados a las enfermedades de Alzheimer y de Parkinson.Además de ello, se ha logrado determinar, que permite elevar la resistencia al estrés neuronal. Se cree, que esto está condicionado por la estimulación de la autofagia. Que es la forma en la que el cuerpo limpia las células dañadas, con el fin de regenerar célula nuevas y saludables. Además de ello, se ha observado un incremento en la producción de factores neurotróficos (proteínas que protegen las neuronas). Incluso, se logra aumentar las defensas antioxidantes y se impulsa la reparación del ADN. Observándose también, la prevención de episodios de convulsión.
5. Apoya la reducción de procesos inflamatorios
El ayuno intermitente está asociado con una pérdida de peso. La disminución de peso a su vez, se vincula con la reducción de los síntomas de asma en personas obesas. La estabilización del peso corporal, está muy conectado con las reducciones de los niveles de sustancias proinflamatorias y oxidativas. Algunos ensayos clínicos, han permitido establecer que es posible lograr una reducción de los síntomas asociados con esclerosis múltiple. Esto por lo general, se observa dos meses después de iniciado el ayuno intermitente, incluyendo la reducción de procesos inflamatorios. Se cree, que también podría minimizar los efectos de la artritis reumatoidea.6. Favorece la recuperación de lesiones quirúrgicas o traumáticas
El ayuno intermitente, ha sido también probado en pacientes sometidos a procedimientos quirúrgicos. Esto ha permitido observar, reducciones importantes en la recuperación de las heridas y la disminución de la inflamación. Ha sido probado sobre todo en pacientes sometidos a cirugía de bypass gástrico. Además de ello, ha sido probado en animales de laboratorio con lesiones traumáticas en la cabeza o la médula espinal. También ha demostrado su efectividad, en la mejora de déficits cognitivos, producto de traumas craneales. Asimismo, puede reducir la morbilidad y mortalidad producidas por accidentes, que involucran traumas craneales y de columna vertebral en atletas.¿El ayuno intermitente puede reducir el riesgo de cáncer?
Un estudio reciente realizado en España, por el Instituto de Salud Global consideró elementos pocas veces tomados en cuenta. Es decir, los hábitos de vida y el cronotipo de cada persona, un atributo individual relacionado con la preferencia por las actividades diurnas o nocturnas.Este estudio, se realizó en el marco del proyecto MCC-Spain, para un total de 872 hombres y 1.321 mujeres seleccionados al azar en centros de salud primaria. Las personas participantes, vivían en diferentes sitios de la geografía española.
El principal objetivo de este estudio, fue evaluar si los horarios de comidas y de sueño pueden estar relacionados con el riesgo de padecer cánceres de mama y de próstata. Estos tipos de cáncer, son los más comunes a nivel mundial y se asocian muy fuertemente con el trabajo nocturno y la disrupción circadiana o alteración de nuestro reloj biológico.
Al analizar los datos, se encontró que, quienes dejaban unas dos horas, entre la cena y la hora de dormir, experimentaron una reducción de un 20% del riesgo de cáncer. Principalmente, en el riesgo de cáncer de mama y de próstata combinados. De hecho, se encontró un riesgo aún menor entre las personas que siguieron las recomendaciones para la prevención del cáncer del WCRF/AICR (World Cancer Research Fund/American Institute for Cancer Research). A saber, mantener un peso saludable, realizar actividad física y seguir una dieta rica en alimentos integrales, frutas y hortalizas.
Además de limitar el consumo de comida rápida y alimentos procesados ricos en grasas y azúcares. Esto incluye, una disminución de la ingesta de carnes rojas y procesadas, bebidas azucaradas y alcoholes. De esta forma se observó, que sanos hábitos de patrones alimenticios, además del intervalo entre la última comida y el sueño se asociaron, a un menor riesgo de cáncer.
Algunas explicaciones realizadas por la ciencia
De acuerdo a los científicos e investigadores, al estar en ayunas:Se establece un proceso de conservación de energía. Esto permite, que las células se vuelvan más sensibles a la insulina. Acarrea esto, la eliminación de la glucosa de la sangre propiciando un menor almacenamiento de grasa. Esto dificulta el desarrollo y el crecimiento de las células cancerosas.
Se invierten los efectos de ciertas condiciones crónicas, destacando la obesidad y la diabetes tipo 2. Detectándose, que, cuando ambas enfermedades están presentes, el riesgo de cáncer es mucho mayor y existe menor probabilidad de supervivencia.
Se reducen los índices de obesidad y diabetes. Y esto genera, una reducción de riesgos para desarrollar cáncer. Esto sucede al lograr bajar de peso.
Se mejora la respuesta durante el proceso de la quimioterapia. Esto se debe principalmente al proceso de regeneración celular. Esto funciona protegiendo la sangre contra los efectos nocivos de la quimioterapia, además de mejorar los niveles de energía. Todo ello, se traduce en una mayor tolerancia, reduciendo los efectos secundarios del tratamiento.
Concluyendo
De acuerdo a los científicos, al restringir los altos niveles de ingesta calórica, se puede reducir y retrasar la incidencia del cáncer. Además de ello, se logra inhibir la progresión de tumores y metástasis. De esta forma, mediante el ayuno intermitente, es posible que se puedan eliminar las células cancerosas. Se puede además, conseguir el incremento de la eficacia de tratamientos específicos para el cáncer, como la quimioterapia y radioterapia.Por otro lado, considerando una serie de investigaciones clínicas, se observa que, cuando el organismo posee mayor cantidad de alimentos, las células se vuelven menos sensibles a la insulina. Así responden cada vez menos a sus señales. Esto acarrea, una mayor producción de glucosa a nivel de la sangre y un mayor almacenamiento de grasa.
Mediante el ayuno intermitente, se logra recuperar la sensibilidad a la insulina y consecuencialmente se logra una disminución de los niveles de glucosa en la sangre. Además de reducir la acumulación de grasa corporal. Consecuencialmente, las células cancerosas, al disponer de menos cantidad de glucosa, disminuyen su crecimiento y reproducción.
Adicionalmente, se logran beneficios muy importantes para nuestra salud. Entre ellos destacan: mejoría de la claridad mental y la concentración y disminución de los niveles de colesterol. Aparte de ello, se logra la prevención de enfermedades neurodegenerativas, la reducción de la inflamación y la regulación hormonal.
Mi seguidora de Francia, realmente se sintió muy motivada con la información que le envié, la cual es la misma que comporta en este post. Para ella, la ciencia está en lo cierto. Por ello, considera que el desayuno intermitente, debe ser realizado incorporando las pautas realizadas por los organismos internacionales. Me aseguró, que visitará más a menudo algunos sitios de la campiña francesa, para escoger alimentos muy frescos que sean acordes a la vida sana, que piensa retomar.
“En el ayuno, el cuerpo derriba sus partes defectuosas y luego se construye de nuevo cuando se reanuda la alimentación”
Herbert M. Shelton
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Referencias:
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4465140/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC6530042/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4942870/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC4982776/
https://www.mdanderson.org/publications/oncolog/_hunger-training-helps-manage-weight–may-reduce-cancer-risk-.h13-1592202.html
https://osher.ucsf.edu/patient-care/integrative-medicine-resources/cancer-and-nutrition/faq/cancer-and-fasting-calorie-restriction
https://bmccancer.biomedcentral.com/articles/10.1186/s12885-018-4353-2
https://preventbreastcancer.org.uk/breast-cancer-research/research-projects/diet-and-lifestyle/intermittent-diet-research/
https://www.health.harvard.edu/blog/intermittent-fasting-surprising-update-2018062914156
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