También debes tener en cuenta que durante el día una persona puede perder entre 2 a 3 litros de agua a través de las excreciones del organismo como heces, orina, sudor o respiración. Como es lógico esta cantidad debe reponerse para que el organismo mantenga su equilibrio, ya que sin agua una persona podría fallecer en solo tres días.
La importancia de hidratarse en verano
Durante el verano el aumento de la temperatura hace que se incremente la pérdida de agua del organismo y por ende favorecer el riesgo de deshidratación.Esta patología puede darse con mayor frecuencia en los niños, en personas mayores, en personas que desarrollan una fuerte actividad física bajo el sol ya sea por deporte o trabajo (obreros, agricultores, etc.). El agua regula la temperatura corporal que debe mantenerse entre 36 y 37 grados.
Si el organismo no tiene agua suficiente, altera su funcionamiento. El corazón se ve forzado a trabajar con mayor intensidad hasta sobre esforzarse. Allí es cuando el cuerpo da señales de deshidratación: cansancio, fatiga, sed, síncopes, dolor de cabeza, mareo, desorientación, infartos, incluso la muerte.
De ahí que hidratarse en verano sea tan importante. Autoridades sanitarias recomiendan que durante esta época se deben consumir unos 2,5 litros diarios de agua, llevar siempre una botella con agua a la mano y tomar pequeños sorbos aunque no se tenga sed.