Fisioterapia, la gran opción que quizás pasa desapercibida

Odontología, fisioterapia, podología o salud mental son algunas de las especialidades sanitarias que en algunos países no cuentan con una cobertura plena dentro de los Sistemas de Salud y que, por esta razón, abocan a muchas personas a recurrir a la vía privada para poder someterse a algún tratamiento que necesitan o a prescindir del mismo.
Con la pandemia han aparecido numerosas patologías que no han podido ser absorbidas por el sistema público y que se están tratando en el sistema privado, pero la fisioterapia no puede ser un lujo que solo algunos puedan pagarse porque es algo necesario, además, está demostrado que con más fisioterapeutas en la gestión pública se podría reducir el gasto sanitario.



Un gran número de las secuelas que deja la COVID-19, como la fatiga, la disnea o las cefaleas, pueden ser tratadas a partir de esa disciplina sanitaria que también es capaz de disminuir la estancia en UCI de los pacientes.

La fisioterapia se desarrolla a través de los ejercicios con fines terapéuticos. Por ejemplo, la aplicación de frío o calor en zonas afectadas, las rehabilitaciones en el agua, los masajes ortopédicos, etc. Todo eso va después de haberse realizado un diagnóstico. Este puede basarse en pruebas radiográficas, eléctricas o manuales para medir la magnitud de la lesión y la fuerza y movilidad músculo-esquelética. Cada prueba permite obtener datos precisos sobre las capacidades, la funcionalidad y rango de movilidad de las articulaciones.
Con esta información el fisio nos ayudará a recuperar movilidad o a aliviar dolores de origen diverso.

La fisioterapia trata de forma integral todas las patologías que afectan a diversos aparatos y sistemas de nuestro cuerpo pero en especial al sistema músculo esquelético, devolviéndoles la función parcial o totalmente, causada por cirugía o enfermedad. Así como el cirujano repara la estructura dañada, el fisioterapeuta le devuelve la función a través de las técnicas y/o especialidades más avanzadas para ello siendo la terapia manual estructural, tratamiento facial y punción las más destacadas.

Para comenzar, es importante mencionar que la función de un fisioterapeuta es mucho más compleja que sólo dar masajes, puesto que dichas terapias deben efectuarse de acuerdo a la causa de la lesión, ya que de no ser así, lejos de producir alivio, podrían agravar la condición. El trabajo principal del fisioterapeuta radica en ofrecer un tratamiento específico enfocado especialmente en la rehabilitación o recuperación de lesiones a sus pacientes, proporcionándoles soluciones confiables a sus problemas musculares.

Asimismo, un fisioterapeuta se encuentra en la capacidad de examinar a un paciente, identificar su dolencia junto con su origen, y posteriormente aplicar un tratamiento para minimizarla o eliminarla según sea el caso. Para ello requiere de un profundo conocimiento en anatomía y fisiología humana, gracias a que no solo los desgarros o roturas pueden producir lesiones, sino que también influyen otros factores como el estrés, la ansiedad y las malas posturas.

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