Los carbohidratos o glúcidos constituyen la fuente básica de energía para el organismo y los seres vivos. Son un combustible energético utilizado para potenciar la contracción muscular. También constituyen un combustible para el sistema nervioso central. Además los glúcidos suponen un ahorro de las proteínas, para que estas puedan reparar y mantener los tejidos del cuerpo. Otra función importante que desempeñan los carbohidratos es la de facilitar el metabolismo de las grasas.
No obstante, a pesar de los beneficios, debemos tener cuidado. Es fácil caer en la tentación y comer todo aquello que tiene un sin fin de hidratos como los pasteles, el pan, refrescos, arroz, snacks, patatas fritas. Muchos no pueden resistirse y consumen estos ingredientes sin criterio, lo cual va fatal para la salud. Luego estas personas se sienten culpables, eso les genera ansiedad y ese estado les lleva a comer más.
Parece que nos sentimos mejor cuando tomamos dulce, y nuestro cerebro empieza a devorar glucosa rápidamente. Pero cuanto más dulce comemos peor, sólo conseguimos incidir de forma negativa en los niveles de insulina y que el estado ansioso no desaparezca. Se producen altibajos en los niveles de glucosa que acaban desequilibrando nuestra insulina y los niveles de serotonina. Se produce un subidón de energía y de ánimo cuanto más comemos hidratos, pero el sentimiento de culpabilidad también aumenta al igual que nuestra obesidad.
Cuando la dieta es crónicamente alta en carbohidratos, el riesgo de obesidad es más alto. Esto es debido a que los glúcidos contienen calorías, y cuanto mayor es el consumo, más se aumenta de peso. Es preciso tener cuidado porqué el sobrepeso está asociado a varios problemas de salud y enfermedades cardíacas.
¡ Vamos a reducir el exceso de carbohidratos!
Para empezar, hemos de eliminar el azúcar blanco de la dieta y todas aquellas bebidas excitantes que tengan teína o cafeína. De esta forma, conseguiremos reducir la ansiedad en poco tiempo. A la hora de comer, es mejor ingerir más proteinas y fibra en la dieta, y beber más agua (2 o 3 litros sería lo ideal). Sobretodo, debemos recordar que es importante masticar lentamente y bien la comida.
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La faseolamina es una proteína procedente de la vaina de la judía blanca cuya acción es bloquear la acción de la alfa-amilasa, una enzima producida por el páncreas. Esta actúa rompiendo las cadenas de hidratos de carbono en unidades más pequeñas, para poder ser absorbidas en el intestino y ser llevadas a través de la sangre a todos los tejidos.
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Según los últimos estudios, su función principal es ayudar a reducir la absorción calórica de los alimentos ricos en hidratos de carbono. De esta forma, se logra favorecer la pérdida de peso.
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Plan R (reduccion) Plameca reduce la absorción de calorias de los carbohidratos, ayuda a perder peso, regula y limpia el organismo. Está hecho a base de faseolamina y los siguientes ingredientes:
–Vinagre de manzana: tiene un efecto complementario al de la faseolamina, debido a su
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acción depurativa. Además aporta vitaminas y minerales.
–Rooibos: tiene efecto depurativo y remineralizante, además de ser antioxidante.
Cromo: reduce el apetito y las ganas de comer dulces.
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¡Un saludo y hasta el próximo post!
Sira Sn
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