El deporte y la nutrición se encuentran íntimamente relacionados. Son los dos principales factores que intervienen en nuestro estado de salud. El deporte supone la mejora de nuestra condición física. Esta mejora dependerá directamente de la cantidad y la calidad del ejercicio que realicemos. El sedentarismo y la alimentación inadecuada son dos factores de riesgo para nuestra salud.
Estudios han demostrado que las personas activas disfrutan de una mayor calidad de vida. Esto supone que padezcan menos enfermedades crónicas y llegan mejor a la etapa de la vejez. Además, el ejercicio físico mejora enormemente el bienestar psicológico y mejora nuestro estado de ánimo, refuerza la autoestima, genera autoconfianza y aumenta el autocontrol.
No importa la edad que tengamos, recientes resultados psicológicos han asegurado que el ejercicio es una actividad necesaria sin importar nuestra edad. Eso sí, siempre en su justa medida e intensidad para evitar hacernos daño.
Realizar deporte y llevar una buena dieta hace que nuestros problemas de ansiedad y depresión se reduzcan considerablemente. Encontramos aquí el equilibrio entre nuestra mente y nuestro cuerpo.
Pautas de alimentación cuando hacemos deporte
Si realizamos deporte por las tardes, la comida debe basarse en alimentos ricos en hidratos de carbono y, a su vez, bajos en grasas y proteínas. De este modo evitamos el malestar estomacal y hacemos que el flujo sanguíneo se centre en los músculos.
Debemos esperar de 2 a 3 horas desde que comemos hasta que nos disponemos a realizar ejercicio físico.
Debemos hidratarnos antes, durante y después de la realización de deporte.
Si eres un deportista experto debes cuidar mucho tu alimentación.
Beneficios del deporte en nuestra mente
Te sientes mejor emocionalmente. Esto es debido a la liberación de endorfinas durante el práctica deportiva. Las endorfinas son conocidas como “la hormona de la felicidad” debido a su capacidad de mejorar nuestro estado de ánimo.
Confianza. Cuando conseguir alcanzar los objetivos que nos hemos propuesto, sentimos orgullo y satisfacción. Estos sentimientos nos otorgan una mayor confianza.
Concentración. Son varios los estudios que han demostrado que la práctica de ejercicio puede hacer mejorar los resultados académicos gracias a la mejora de la concentración y la neurogénesis. Al hacer ejercicio, nuestro cerebro está produciendo más neuronas y mejora la conexión entre ellas, por lo que el aprendizaje será más sencillo.
Ayuda a combatir la depresión y reduce la ansiedad. Como hemos mencionado anteriormente, la práctica deportiva hace que libremos hormonas del bienestar que ayudan al equilibrio químico del cerebro que ha sido causado por la depresión. Además, nos proporciona la vía de escape para liberar toda la ansiedad que podemos adquirir durante el día.
Estos son solo algunos de los beneficios que otorga la práctica deportiva que si, además, la realizamos siguiendo una buena alimentación, aumentará notablemente sus beneficios.
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