Enfermedad del Parkinson. Síntomas, ejercicios y tratamiento

El Parkinson es una enfermedad neurodegenerativa, que avanza lentamente de forma gradual y en la que se ven afectadas funciones como el control de los movimientos y el equilibrio.

Esta enfermedad pertenece al grupo de enfermedades definidas como “Trastornos del Movimiento”, y se podría decir que entre todas ellas es la que más se da.

Hace miles de años que se sabe de esta enfermedad. De hecho, uno de los primeros documentos que hablan del Parkinson datan del 5.000 a.C. entre varios documentos de medicina de la India.  Otro un tanto más reciente (2.500 a.C) se encontró en escritos de medicina china.

Aún así, en estos documentos se describían los síntomas pero no se le había dado nombre aún. No fue hasta el siglo XIX que se la denominó Parkinson y fue porque un cirujano de Londres que sellamaba James Parkinson describió los síntomas en un libro muy popular titulado “Tratado de la parálisis agitatante”.

Se trata de una enfermedad que afecta a nivel mundial, es decir, no existen diferencias entre zonas o razas y además afecta tanto a mujeres como a hombres. Aún así se podría considerar que los hombres tienen un poco más de riesgo de padecerla que las mujeres pero es tan pequeña la diferencia que no es significativa.

Suele aparecer sobre los 60 años aunque hay que decir que un pequeño porcentaje de la población (el 5%) puede incluso empezar a padecerla entre los 21 y los 40 años de edad.

En esta enfermedad se ve afectado el cerebro. Más concretamente las capas  profundas del cerebro conocida como los ganglios basales y que participa en la correcta ejecución de los movimientos (entre otras funciones). La enfermedad de Parkinson se da porque la producción de dopamina en el cerebro disminuye constantemente. Y esto ocurre por la degeneración de neuronas en la zona llamada Sustancias Negra. Luego se acumula la proteína alfa-sinucleína y se propaga por el cerebro la enfermedad.

La duración de la fase preclínica (longitud de tiempo que transcurre entre el inicio de la degeneración neuronal y la aparición de los síntomas motores) es desconocida, pero algunos estudios lo marcan en torno a cinco años.

¿Cuáles son las causas de la enfermedad de Parkinson?

Aunque las causas por las que aparece la enfermedad no son conocidas sí es cierto que hay ciertos elementos que pueden contribuir a su desarrollo. Por ejemplo:

Predisposición genética: algunas mutaciones conocidas están asociados con la enfermedad de Parkinson. Entre los genes identificados los más importantes son: alfa-sinucleína (PARK 1 / PARK 4), parkina (PARK-2), PINK1 (PARK-6), DJ-1 (PARK-7), LRRK2 (PARK-8) y glucocerebrosidasa GBA.
Un 20% de los pacientes que sufren esta enfermedad tienen antecedentes familiares con la misma enfermedad. De hecho se cree que si alguien tiene en la familia alguien con Parkinson tiene más riesgo de padecerlo que otros que no tienen familiares con esta enfermedad.

Factores tóxicos: el riesgo de enfermedad aumenta con la exposición a ciertas toxinas tales como pesticidas (por ejemplo, paraquat) o hidrocarburos disolventes (por ejemplo tricloroetileno) y en algunas profesiones como los soldadores que trabajan con metales pesados (hierro, zinc, cobre). En este caso y aunque parezca mentira, la exposición al humo del tabaco es probable que reduzca la aparición de la enfermedad de Parkinson. Fumar parece ser que es un factor protector. Pero que no sirva de precedente para empezar a fumar que aunque pueda ser que proteja de esta enfermedad provoca muchas otras (Lee Dejar de fumar: lo bueno y lo malo ).
También os recomiendo leer el artículo Coenzima Q10. ¿Sabes qué es y lo que hace en tu cuerpo?.

Enfermedad del Parkinson. Síntomas, ejercicios y tratamiento


Los principales síntomas motores de la enfermedad de Parkinson son:

temblor en reposo,

rigidez,

bradicinesia (lentitud de movimientos automáticos)…
Y en una etapa más avanzada:

inestabilidad postural (pérdida de equilibrio).
Estos síntomas están presentes de forma asimétrica, es decir, que no afecta igual a ambos lados del cuerpo.

El temblor no está presente en todos los pacientes. Al inicio de la enfermedad cuesta detectarla porque los síntomas no son constantes, avanzan lentamente y no son claros. De hecho, la mayoría de veces los familiares que están a su lado ven que hay cosas que no acaban de estar bien y acaban animando a la persona a que vaya al médico para ver qué le pasa.

Parkinson, señales de alarma:


De todas formas, estos son los síntomas que pueden darse en esta enfermedad y que nos sirven para detectarla:

Temblor de reposo

La mayoría de los pacientes (pero no todos!) presenta un temblor que se observa cuando la persona está en reposo, es decir, cuando no realiza movimientos.

Este temblor lo podemos ver en una parte del cuerpo, el piel o la mandíbula. Aunque se pueda ver en reposo también lo notaremos cuando la persona haga movimientos, sobretodo al caminar. El temblor puede ser un síntoma de la aparición de la enfermedad pero no suele progresar a lo largo de los años. Por lo general, no es incapacitante.

También hay pacientes que sienten un temblor interno que ellos pueden describir y sentir pero que no es visible para las otras personas.

Rigidez

Aumenta el tono de los músculos involuntarios. Muchas veces, al principio de la enfermedad se da cierta rigidez en un lado del cuerpo. Puede ocurrir en las extremidades, el cuello y el tronco. Al caminar reducen la oscilación pendular de las extremidades superiores. Esto es muy común y es un signo de rigidez asociado a la lentitud en los movimientos.

Lentitud de movimientos (bradicinesia y acinesia)

La bradicinesia es un retraso en la ejecución de los movimientos y los gestos, mientras que la acinesia es una dificultad para iniciar los movimientos espontáneos. La mayoría de los pacientes es consciente de la bradicinesia porque les resulta molesto hacer cualquier cosa por simple que parezca. Puede interferir con la mayoría de las actividades de la vida diaria, como bañarse, vestirse, caminar, ir de una posición a otra (por ejemplo, de sentado a ponerse de pie), darse la vuelta en la cama…

Los síntomas relacionados con la bradicinesia son:

empezar a escribir cada vez con letra más pequeña (micrografía);

sialorrea (aumento en la cantidad de saliva en la boca), debido a una desaceleración de los músculos involucrados en la deglución;

expresión reducida de la cara (hipomimia).
Pérdida del equilibrio

Este síntoma suele aparecer cuando la enfermedad ya ha avanzado más. Se produce una reducción de los reflejos de enderezamiento, y la persona no es capaz de corregir el desequilibrio de forma espontánea.

Suele notarse más cuando la persona cambia de sentido en su camino. Es un factor de riesgo porque esto causa muchas caídas.

El trastorno del equilibrio no responde a la terapia dopaminérgica. En este punto es importante resaltar el trabajo de la fisioquinesiterapia para tratar el problema del desequilibrio en los pacientes porque los medicamentos para el Parkinson no pueden corregirlo.

Otros síntomas motores que pueden estar asociados a los descritos anteriormente son:

Problemas al andar

Hay una reducción del movimiento pendular de los brazos (generalmente más pronunciada en un lado), una postura fija en flexión y unas zancadas más cortas. A veces el paciente parece arrastrar los pies por el suelo para acelerar el paso e intentar no caerse. Es como si intentaran buscar su propio centro de gravedad.

Cuando hacen esto les cuesta frenar el paso una vez han llegado al punto al que querían llegar. No pueden pararse donde querían.

Por otro lado, a veces ocurre que mientras caminan se frenan de golpe. Es un bloqueo motor súbito que hace que el paciente se quede parado y parece que le hayan enganchado los pies al suelo. Suele pasar cuando el paciente tiene que reanudar una marcha, cambiar de dirección o pasar por espacios estrechos como los pasillos o las puertas. Incluso a veces les ocurre cuando tienen que entrar en un sitio con mucha gente. Esta congelación motora provoca muchas caídas.

Hay algunos trucos que se pueden hacer como hacer que levantes las rodillas, marcarles un ritmo verbal (al estilo del servicio militar)…

Este estado de congelación no aprecia ni cuando suben escaleras ni cuando van por el agua. La “congelación” de la marcha no se manifiesta por subir escaleras o caminar en el agua. Esto hace que se usen técnicas con estos métodos para “reeducar” a los pacientes a recuperar el paso.

Postura curva

también les cambia la postura. Se inclinan hacia delante, flexionando los brazos y manteniéndolos cerca del tronco. también flexionan las rodillas.

A veces se presenta una postura conocida como “síndrome de Pisa”, porque el paciente tiene a recolgarse de un lado del tronco.

La voz

La voz puede volverse más débil (hipofónica) o puede tener una pérdida de tono y modulación, lo que lleva al paciente a hablar de una forma bastante monótona.

A veces aparece un palilalia (repetición de sílabas) y tienen tendencia a acelerar la emisión de sonidos y de “comerse” las palabras.

En algunos casos se observa una especie de tartamudeo que puede hacer difícil la comprensión.

Lo mejor para estos casos es acudir a un logopeda.

Dificultad para tragar

Los problemas asociados con la deglución (disfagia) suelen ocurrir en las fases tardías de la enfermedad.

La deglución es un movimiento automático bastante complejo que involucra los músculos de la garganta y la lengua, los cuales deben desplazarse de manera coordinada para empujar la comida de la boca. Cuando se altera esta coordinación, el paciente puede tener la sensación de que la comida se ha quedado atascada en la garganta.

Una cantidad excesiva de saliva en la boca

La saliva se puede acumular en la boca si se reduce el movimiento de deglución automática. Como en el caso de la disfagia, este síntoma puede ser peligroso ya que si la saliva, en lugar de ser tragada, es aspirada en los pulmones puede dar una neumonía por aspiración.

En los síntomas de la enfermedad de Parkinson también son importantes los síntomas “no motoros”. Los más frecuentes son:

trastornos vegetativos (alteración de las funciones de las vísceras),

el olor,

el sueño,

el estado de ánimo y la cognición,

la fatiga,

el dolor.
Los trastornos vegetativos incluyen:

Estreñimiento

La función gastrointestinal suele ser más lenta en todas las etapas de la enfermedad.

Problemas urinarios

La persona suele tener ganas de ir a orinar de forma frecuente. Esto sucede porque la vejiga no se ha vaciado completamente después de orinar.

También pueden producirse perturbaciones tales como el retraso en el inicio de la micción o la lentitud en el vaciado de la vejiga.

Disfunción sexual

El deseo sexual (libido) puede disminuir o aumentar (pero también permanecer invariables). Las modificaciones de la libido pueden ocurrir por razones psicológicas y/o efectos farmacológicos.

En los hombres suele darse dificultad para lograr una erección o incapacidad para mantenerla.

Tensión arterial

También puede afectar a la presión arterial. Pueden ocurrir episodios de presión arterial baja durante la posición vertical y alta durante el decúbito. Es decir, que si la persona está de pie tenga la tensión arterial baja y al estirarse le suba dando hipertensión. Es común que se de “hipotensión ortostática”. En muchos pacientes la hipotensión ortostática no requiere ningún tratamiento farmacológico, pero sí algunas medidas prácticas, tales como acostarse con las piernas elevadas, utilizar medias elásticas, mover las piernas y beber mucha agua.

En casos más graves es necesario el uso de fármacos como fludrocortisona, que aumenta la retención de sodio que resulta en la retención de líquidos y por lo tanto en el aumento de la presión arterial. También se utilizan etilefrina (Effortil®) o midodrina (Gutron®).

Problemas de la piel y sudoración

Se dan muchos desajustes en la peil como seborrea, piel muy seca, disminución de la transpiración o episodios de sudoración profusa. La parte superior del cuerpo es generalmente el más afectado.

Trastornos del olfato

Muchos pacientes comunican alteraciones del olfato (la capacidad de oler). La disfunción olfativa persiste en el tiempo y no parece variar con la terapia de medicamentos. Os recomiendo leer el artículo Trastornos del olfato: causas, diagnóstico y tratamiento.

Trastornos del sueño

Los trastornos del sueño son comunes y pueden afectar hasta al 70% de los pacientes. Se producen ya sea en el inicio de la enfermedad como durante su curso. Los trastornos del sueño incluyen:

Insomnio: se produce durante la noche con dificultad para conciliar el sueño, despertares nocturnos y repetidamente o despertarse temprano. Los despertares nocturnos son a menudo debido a la rigidez y la bradicinesia (con la consiguiente dificultad de cambiar de forma espontánea posición en la cama) o por la necesidad frecuente de orinar (nicturia).

La somnolencia diurna excesiva: los pacientes sientes sueños independientemente de si han dormido bien o no por la noches. Es un síntoma que puede tener un impacto importante en la calidad de vida del paciente, por lo que es difícil llevar a cabo ciertas actividades como leer, conducir o actividades sociales.

Trastorno del comportamiento en la fase del sueño (REM): Normalmente, durante la fase REM del sueño los músculos están en atonia (es decir, completamente relajados). En cambio, aquellos que sufren de trastorno de comportamiento REM (RBD), se pueden mover incluso durante el sueño. Las manifestaciones motoras son vocalizaciones, gestos realizados con los brazos (cómo luchar, golpear, patear). Parece que el paciente interactúa con su sueño. Este trastorno del sueño puede manifestarse muchos años antes de la aparición de los síntomas motores de la enfermedad de Parkinson.

El síndrome de piernas inquietas (SPI): Algunos pacientes experimentan molestias en las piernas asociados con la necesidad de moverse constantemente. Este trastorno aparece y se intensifica durante las horas de la tarde y la noche.
Depresión
La depresión es un síntoma muy común en la enfermedad del Parkinson, en todas las etapas de la enfermedad. A menudo se produce años antes de la aparición de los trastornos motores. El diagnóstico no siempre es fácil, debido a que algunos síntomas de la depresión se solapan con los de la enfermedad de Parkinson (como la fatiga, hipomimia, apatía). La depresión puede surgir de un cambio de estado de ánimo, fatiga, trastornos del sueño, cambios en el apetito, trastornos de la memoria… A veces es suficiente con los tratamientos para el Parkinson aunque otras veces es necesario el uso de antidepresivos.

Trastornos de ansiedad

El trastorno de ansiedad es un síntoma muy común porque les entra una sensación de aprensión, miedo, preocupación… La ansiedad también puede aparecer mucho antes que los trastornos motores. También se asocia con síntomas vegetativos, somáticos y cognitivos. Os recomiendo leer el artículo Cosas que quizás no sepas del Cannabis o Marihuana….

Apatía

Es un síntoma más frecuente y a menudo (alrededor del 20% de los casos) se asocia con la depresión. El paciente se queja de un estado de indiferencia emocional, y la falta de voluntad para jugar o participar en cualquier actividad.

Trastornos de la conducta obsesivo-compulsiva

Se repiten comportamientos repetitivos que usan para encontrar placer y satisfacción personal, tales como el consumo excesivo de comida, juegos de azar, compras, hipersexualidad y la adicción a Internet. Este síntoma es menos común que los otros y a menudo se asocia al efecto de los fármacos dopaminérgicos. En estos casos el médico deberá ser consciente de lo que sucede y realizar los ajustes adecuados de dopamina, e incluso podrá derivar al paciente a un psicólogo.

Trastornos cognitivos

Los trastornos cognitivos ocurren en todas las etapas de la enfermedad, pero especialmente en etapas avanzadas de la enfermedad y en personas mayores. Pueden presentarse alucinaciones visuales y fluctuaciones en el rendimiento cognitivo. Las funciones cognitivas afectadas son la capacidad de atención, habilidades visuoespaciales y funciones ejecutivas (tales como la capacidad de planificar y cambiar una estrategia).

Síntomas psicóticos

Rara vez se dan pero no por ello no significa que a veces no ocurra. Pueden aparecer delirios, es decir, no son conscientes de la realidad y las alucinaciones. No son capaces de distinguir qué es que. Las alucinaciones son generalmente visuales pero a veces también auditivas e incluso olfativas. Algo que se da más a menudo es que el paciente vea objetos, personas o animales que no existen.

Fatiga:

Puede que se sienta con falta de fuerza, poca energía y fatigado. Aunque no suele pasar.

El diagnóstico implica la exclusión de otros trastornos que pueden ser similares a la enfermedad de Parkinson. La enfermedad de Parkinson es una enfermedad crónica, progresiva y lenta. Con el tratamiento apropiado, la esperanza de vida se considera que es similar o sólo ligeramente reducida, en comparación con la de la población general.

Enfermedad del Parkinson. Síntomas, ejercicios y tratamiento


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