Por el contrario, cuando una persona aprende a relacionarse con su emoción se vuelve más productiva y eficaz. Eso mismo ocurre en las empresas donde sus miembros están capacitados emocionalmente además de profesionalmente.
¿Qué papel tiene aquí la empresa?
Ha de facilitar espacios, formación, recursos… para cuidar a su personal y favorecer así el crecimiento cuantitativo y cualitativo de su organización.
Desde diciembre de 2016, el ámbito empresarial lo trabajamos desde PROACTIVAS ¡VISÍTANOS!