Además, ellas cogen prestados muchos rituales de su milenario arte de la ceremonia del té. En este sentido te quiero hablar de la doble limpieza o limpieza SAHO.
Básicamente lo que van a hacer estas mujeres es cerciorarse de que no queda ni rastro de suciedad o toxina en su rostro antes de aplicar los cosméticos hidratantes y nutritivos.
Para ello, van a lavar su rostro con un agente soponífero, que es un jabón básicamente (que retira los restos oleosos) y luego van a retirar los restos con un agua micelar o un tónico limpiador (para quitar los restos acuosos). Esto se puede hacer en este orden o en el contrario, primero el tónico o agua micelar y luego el jabón. Va a depender si se va muy maquillada o no, en cuyo caso se empieza primero por al agua micelar. En cualquier caso, el algodón tiene que salir completamente limpio para que ellas continúen aplicando cosméticos a su rostro.
Este ritual lo hacen dos veces al día, al acostarse y al levantarse, y sin duda puede decirse que es la base de su secreto de belleza. Te recomiendo empezar a practicarlo para notar grandes cambios en tu piel. Vas a notar cómo los cosméticos que apliques posteriormente penetran en mayor profundidad y son más efectivos.
Te cuento más en el siguiente vídeo.
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El post es original de Comienzo hoy, escuela de vida.