Normalmente, en la medicina se clasifican los dolores de cabeza derivados por esfuerzo físico en primarios y secundarios.
Los primarios no son perjudiciales ni asociados con algún diagnóstico específico; sólo se previenen o tratan con medicamentos. Duran entre 5 minutos y 48 horas.
Por su parte los secundarios suceden por un problema no detectado en el cerebro que puede ser grave (tumor, sangrado interno, obstrucción del flujo del líquido cefalorraquídeo, anomalías en cabeza, cuello o columna) o derivados de una enfermedad coronaria. Suelen durar entre un día, varios días o más.
El ejercicio físico excesivo puede ocasionar dolor de cabeza
Los dolores de cabeza derivados por esfuerzo físico en exceso suelen presentarse luego de terminar una rutina de ejercicios extenuantes y constantes.
Algunas actividades que al practicarse durante demasiado tiempo continuado pueden ocasionar dolores de cabeza preocupantes son: remar, correr, nadar, levantar pesas y jugar tenis.
Son deportes en los que participan grandes grupos musculares y durante más tiempo del debido, por ello el esfuerzo del organismo es mucho mayor. Esta sobreestimulación de las estructuras musculares produce un aumentos de la transmisión de impulsos nerviosos hacia el cerebro.
Debido a esto, algunas personas pueden sentir dolores de cabeza tras una actividad física extenuante.
Síntomas de dolores de cabeza secundarios por esfuerzo físico
Se sienten pulsaciones en la cabeza, como palpitaciones.
Ocurren durante un ejercicio extenuante o luego de concluirlo.
Tiende a afectar los dos lados de la cabeza, zona de las sienes.
Presencia de arcadas o incluso vómitos.
Desvanecimiento o incluso pérdida del conocimiento.
Visión doble o borrosa.
Cuello rígido.
Consejos para prevenir dolores de cabeza por esfuerzo físico
Evita hacer ejercicio excesivo en clima caluroso y húmedo.
Procura evitar el ejercicio en altitudes elevadas.
Revisa si tienes antecedentes familiares o personales de migraña.
Si has evaluado que el ejercicio físico en exceso puede ocasionarte dolores de cabeza, identifica cuáles actividades te lo producen y evítalas.
Practica una buena rutina de calentamiento antes de iniciar un ejercicio extenuante.