Hay personas que parece que hacen favores y son unas bellísimas personas. Pero con el tiempo muestran su verdadera cara; son unas autenticas interesadas y todo lo que hacen es única y exclusivamente por autocomplacencia. Por asegurarse una servidumbre, por así decirlo. Ellos hacen un favor nimio y esperan a cambio una eternidad de sumisión por gratificación.
En ocasiones es mejor sufrir un poco al principio y estar desahogado después, en lugar de pedir ayuda para solucionar los problemas rápidamente.