La dieta Atkins es una de las más célebres en todo el mundo. Millones de personas la han probado pese a las controversias que giran en torno a ella. La razón es simple: ofrece rapidez y la posibilidad de comer alimentos que otros prohíben, desechando además otros de los considerados aburridos ,como verduras o legumbres.
La característica principal de la dieta Atkins es el consumo de alimentos con bajo contenido en carbohidratos. Se sustituyen alimentos altos en hidratos de carbono (pasta, bollería o pan) por otros altos en proteínas o grasas (como carnes rojas o embutidos)aportando estos grupos de alimentos un 90% del total de calorías de la dieta.
Frutas y verduras ricas en fibra también son recomendables, ya que impiden la absorción de grasa por el intestino. Aún así, no deben pasar de 50 gramos por comida.
De esta manera se persigue lograr una situación de cetosis en la sangre similar a la del ayuno. Los hidratos de carbono son la base energética fundamental del organismo. Cuando nuestro cuerpo no dispone de ellos, comienza a quemar grasas como fuente de energía.
Con el consumo de grasa en vez azúcares dejamos de producir insulina y en su lugar producimos acetona. Una hormona que inhibe la sensación de hambre.
Así, la principal consecuencia de la dieta Atkins es evidentemente la falta de apetito. Pero ésta va acompañada de otros efectos colaterales. La halitosis, el estreñimiento, el aumento de colesterol y ácido úrico, son derivados directos de la ingesta excesiva de proteínas.
Incluso es casos extremos podemos enco
ntrarnos con problemas cardiovasculares o sobrecargas de riñón. Es por ello muy importante seguir la dieta bajo supervisión médica y está totalmente desaconsejada para personas con problemas renales o hepáticos.
Si nos decidimos a seguir la dieta Atkins, debemos saber que está dividida en tres fases.
La primera de ellas es la de Iniciación. Aquí buscamos que el nuestro cuerpo tenga pocos hidratos de carbono para consumir. Por ello, como hemos dicho antes, deberá recurrir a los depósitos grasos para obtener energía.
Esta Iniciación se prolongará durante quince días. Durante los cuales deberemos ir reduciendo progresivamente la cantidad ingerida de hidratos de carbono. Una recomendación básica es mantenerse siempre hidratado. Por lo que hay que tomar cada día al menos dos litros de agua.
La segunda fase de la dieta Atkins es la denominada de Pérdida Rápida de Peso. Aquí ya se procede a eliminar completamente los hidratos de nuestra dieta. Induciendo a nuestro cuerpo a que tire de las reservas de grasa como fuente de energía.
Esta fase es fundamental. Ya que el organismo ha pasado la primera criba y entra en una especie de estabilización. Por ello es tan básico eliminar completamente los hidratos de nuestra dieta.
Nuevamente, es muy importante el consumo de agua. Nunca deberá ser menor a al menos ocho grandes vasos al día.
La última de las tres fases es la de Mantenimiento. Hay que prestar atención a tres puntos fundamentales:
Los carbohidratos son muy importantes para nuestra salud, por lo que hay que recuperarlos poco a poco. Alimentos como cereales integrales, frutas y verduras deben volver a ser parte nuestra dieta.
La dieta no puede prolongarse eternamente. Cuando hayas bajado al peso que querías para. A la larga los efectos contraproducentes pesan mucho más que los positivos.
Toma mucha agua para no forzar los riñones y haz al menos 30 minutos de ejercicio al día.
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