Aunque haya mil y un motivos distintos por lo que nos dediquemos a ellos, sea la necesidad o sea una elección plena y consciente, sabemos que vale la pena.
Y esto es lo que los medios no quieren difundir, porque parece que el cariño está hecho sólo de tickets regalo. Decir en público que la familia es lo primero y lo más importante parece irreal, utópico, y sin embargo, yo conozco a mucha gente que lo vive así, con infinita naturalidad.
Por eso hacemos esta entrada: el otro día en mi casa prepararon una "fiesta de madres" espectacular. Un mesa bien puesta, la cena en su punto, con la luz adecuada, un poco de buena música, unas cervezas,... Y nada de preocuparse de otras cosas.
Estos ratos son indudablemente más importantes que un bono anual en el spa o cualquier otra tontería que queramos inventarnos. Lo único que se reinventa es la familia, y poder dedicarse a ella, un tesoro.