Para obtener los nutrientes que requieren estos pacientes, el desayuno debe ser consumido durante las primeras horas del día, para que no se alteren sus niveles de azúcar en la sangre.
De otro lado, es necesario tener en cuenta que es preferible la fruta entera y fresca, que los jugos. Estos, al ser colados, pierden muchos de sus nutrientes, especialmente, la fibra.
En cambio, un jugo de vegetales como, por ejemplo, de apio, perejil y espinacas, puede resultar de lo más beneficioso. Las frutas frescas y enteras, que recomendábamos atrás, son beneficiosas, especialmente, cuando se trata de la manzana, la toronja (media) y la naranja.
En lo que al “imprescindible” café respecta, digamos que, recientemente, se ha descubierto que previene la posibilidad de padecer de diabetes tipo 2.
Sin embargo, debe tratarse del café negro y, además, será mejor que sea preparado con un endulzante natural, como la estevia, en vez de los producidos artificialmente.
En lo que respecta a los cereales, es indiscutible que la avena es la mejor de todas las opciones, ya que brinda la energía necesaria para todo el día, dado que sus carbohidratos se liberan lentamente.
Aunado a lo anterior, tenemos que la avena contiene fibra soluble que, como tal, ayuda a mantener los niveles de glucosa y colesterol en sangre. Además, es rica en proteínas.
Refiriéndonos, ahora, al pan, tenemos que, por razones más que obvias, debe ser evitado el pan dulce y el blanco, dado que pueden elevar los niveles de glucosa.
Sin embargo, dos rebanadas (no más de eso) de pan integral, acompañadas de una tajada de queso bajo en grasa o de una tajada de pechuga de pavo, resulta beneficioso y, además, nutritivo en un desayuno ideal para diabeticos.