El nombre de tecarterapia es el resultado de la abreviatura Transferencia Electromagnética CApacitiva y Resistiva (T.E.C.A.R.), unido a la palabra terapia. Utiliza una corriente alterna de alta frecuencia (entre 0,5 y 3 Mhz) que no tiene ningún efecto negativo en el paciente. Aunque pertenece a la familia de las diatermias (tratamientos a través del calor), la tecarterapia se diferencia de otras técnicas utilizadas en fisioterapia porque su efecto se produce directamente en el interior del cuerpo.
Modalidades de aplicación de la Tecarterapia
Existen 4 modalidades de aplicación: capacitiva, resistiva, automática e intracavitaria. La capacitiva y resistiva son las más comunes, mientras que la automática –menos habitual pero muy útil– permite al fisioterapeuta tratar a dos o más pacientes al mismo tiempo, y la intracavitaria se ha convertido en la tecnología más avanzada para tratamientos de uroginecología.
Efectos de la Tecarterapia
Los efectos de la tecarterapia pueden ser térmicos o atérmicos. Los térmicos producen un calor endógeno que se forma en el interior de los tejidos, algo totalmente diferente a otras aplicaciones externas de diatermia como pueden ser los infrarrojos o una manta eléctrica, por ejemplo. El efecto atérmico, por su parte, es mucho más profundo y complejo y se da a nivel celular, lo que diferencia a la tecarterapia de otras técnicas y la convierte en una de las más eficaces en tratamientos de fisioterapia, fisioestética, medicina biológica y uorginecología.
Iñigo Junquera Landeta