A mi sí.
A veces busco la solución y no la encuentro y a veces en lugar de ello me agoto encerrada en un bucle de estrés,ansiedad, y a veces,desesperación.
Doy vueltas y vueltas a la cuestión y cada vez peor. Me bloqueo y me agoto.
Hasta que dejo de darle vueltas, acepto la situación, dejo que las cosas fluyan, me relajo y sigo adelante…
….entonces como por arte de magia ¡voila, la solución!
¿Qué ha pasado?
Muy sencillo, al dejar que las cosas fluyan, que todo se asiente, los bloqueos han ido desapareciendo al ir siendo capaz de observar y aceptar la realidad cual es. Sin enfado, sin ira, sin frustación aceptando lo que es, no lo que yo quiero.
Hay una metáfora de Shakti Gawain que lo expresa muy bien:
“Imaginemos que la vida es un río. La mayoría de la gente se ajena a la orilla, temerosa de soltarse y arriesgarse a ser arrastrada por la corriente.
En un determinado momento, todos debemos estar dispuestos a soltarnos, confiando en que el río nos lleve sanos y salvos.
Si es así, es porque hemos aprendido a «dejarnos llevar por la corriente», y esa sensación es maravillosa.
En cuanto nos acostumbramos al fluir de la corriente, podemos mirar hacia delante y marcarnos nuestro propio curso, sorteando los obstáculos, adentrándonos por los canales y brazos del río que prefiramos, sin por ello dejar de «ir con la corriente”.
Y no estoy diciendo que tengamos que cruzarnos de brazos y no hacer nada, ni esperar a que otros resuelvan nuestras papeletas, ni mucho menos.
Estoy diciendo que elijo la paz y la conciencia del aquí y ahora en lugar del miedo, de la resistencia, de la inactividad. Estoy hablando de trabajar, de progresar, de crecer, de explorar nuestros límites aprovechando la corriente del río de la vida, sin tratar de impedir, de obstaculizar, los cambios que la vida nos va presentando.
En pocas palabras se trataría de vivir el aquí y ahora, siguiendo el curso de lo que es. Aceptando y viviendo el momento presente.
“La vida es una serie de cambios naturales y espontáneos. No los resistas – eso sólo crea dolor. Deja que la realidad sea la realidad. Deja que las cosas fluyan de modo natural, sea cual fuere la forma que tomen”. – Lao-Tzu
¿ Y así, tan fácil?
Sí y no.
No te voy a mentir, fácil no es, pero con un práctica, constancia y ganas,se consigue.
Y para ello, puede ayudarte:
Ser conscientes de que no podemos controlarlo todo, y aceptarlo. Darnos cuenta de que hay cosas que se nos escapan y asumirlo.
Ser conscientes de lo que nos ocurre, de nuestras emociones, nuestros pensamientos. Fíjate en lo que te descontrola, lo que te causa ira, miedo, alegría, frustración. Si lo haces, podrás actuar en consecuencia y gestionarlo bien.
Respirar. Cuando te des cuenta de que va a enfadarte, de que vas a descontrolarte. Parate, empieza a respirar profunda y lentamente varias veces y verás como te vas calmando y podrás tomar el control de nuevo.
Mirar las cosas con perspectiva. Una vez calmado. Da un paso atrás y mira la situación desde una perspectiva más amplia, verás como el tema pierde la importancia que le estabas dando y te darás cuenta de que no era para tanto y además serás capaz de gestionarla de una formamás eficaz.
Meditar, un rato diario de meditación te ayuda a centrarte en ti, y a situarte en el momento presente.
Aceptar que la vida es un constante cambio y que no es perfecto, ordenado, justo, que a veces las cosas no te van a gustar, y aprende a disfrutar de lo bueno y belllo que hay en ella.
Y finalmente pensar que no puedes controlar las cosas, pero sí elegir con qué actitud te enfrentas a ellas.
Te invito a que practiques y ya verás como pronto irás aprendiendo a aceptar a dejar fluir…
“Entre las orillas del dolor y el placer fluye el río de la vida. Sólo cuando la mente se niega a fluir con la vida y se estanca en las orillas se convierte en problema. Fluir quiere decir aceptación, dejar llegar lo que viene, dejar ir lo que se va”. (Sri Nisargadatta Majarj).