Voy a empezar diciéndote que para mí, la liberación emocional es el camino de desarrollo de la conciencia que te permitirá ser más libre.
Se trata de ese viaje interior que te ayuda a conocerte mejor, ponerle fin al sufrimiento y conectar con tu fuerza interior. Es el camino que deciden recorrer aquellas personas que quieren mejorar sus vidas logrando cambios positivos.
En palabras de Fritz Perls:
Sin entendernos a nosotros mismos jamás podremos esperar entender lo que estamos haciendo, resolver nuestros problemas y vivir plenamente.
¿De qué te tienes que liberar?
De esa parte de tu programación mental compuesta por ideas erróneas y emociones asociadas que tienes acerca de ti misma, de los demás y del mundo. ¿Por qué? Porque te limitan y te mantienen bloqueada y hacen que tus problemas y dificultades en las distintas áreas de tu vida se repitan una y otra vez. Te pongo un ejemplo:• Idea errónea: “no sirvo para estudiar”.
• Emociones asociadas: miedo, inseguridad, falta de confianza en uno mismo para afrontar los estudios.
• Bloqueo que se manifiesta como: falta de concentración, bajo nivel de aspiraciones, etc.
• Dificultad o repercusión en la vida: no estudiar lo que realmente desearía y sentir insatisfacción.
Esa programación la has adquirido en tu infancia a partir de las experiencias que has vivido, que te han llevado a establecer conclusiones y tomar decisiones acerca de lo que vas a hacer o no en determinadas situaciones. Hablando en lenguaje informático, podríamos decir que todo esto ha quedado configurado como un “software” que reproduces durante el resto de tu vida. En el ejemplo anterior, esa idea podría haberse generado a partir de los mensajes recibidos en una edad escolar temprana, más o menos explícitamente, por parte de una maestra.
El problema es que esa programación está llena de “archivos de información incorrecta” y la mantienes aunque ya está obsoleta. Estos archivos de información incorrecta son las emociones y creencias que te limitan e inhiben tu rendimiento a la hora de conseguir tus objetivos. Así, se puede tratar de un miedo a no aprobar un examen de oposiciones o a pasar una entrevista de trabajo y ser seleccionado para el puesto. Y por ello, ni intentarlo o fracasar en el intento, cuando realmente, en una gran mayoría de ocasiones, el límite se encuentra en la mente y no en una falta de capacidad real. Si no fuera por esas creencias y esos miedos que te bloquean, lo podrías conseguir.
Lo ilustro con un ejemplo...
Elena es una niña de tres años en la época de la post-guerra civil española. Su padre estuvo en la cárcel por pertenecer al bando republicano. Tiene una hermana de quince años y otra de trece. Su padre perdió su trabajo y la familia abandonó su ciudad de origen buscando un lugar donde establecerse y garantizar el sustento.
En estas circunstancias, ya adversas, muere la hermana mayor, hecho que tiene una repercusión en la familia. Su madre pasa una etapa de duelo muy larga con sentimientos profundos de tristeza y la atención a Elena se resiente.
Un día, Elena acude a su madre llorando, quiere que la ayude con lo que le está molestando, con su “problema”. Su madre reacciona enfadándose con ella y le viene a decir: “Con la de problemas que tengo yo, vas a venir tú a darme otro más. Anda, cállate y déjame tranquila, niña caprichosa”.
Elena se siente sola y triste y establece la conclusión de que lo suyo no importa, su problema no es tan importante como el de su madre y toma la decisión de no contarle a los demás sus problemas ni pedirles ayuda para no molestar. Y así se pasa la vida.
Ya de mayor, es una mujer con tendencia a un estado de ánimo triste e introvertida. Y cuando necesita algo, espera a que los demás lo adivinen, no lo pide. Y si el otro no advierte lo que ella necesita, se aguanta sin tenerlo. Porque no quiere molestar y, al fin y al cabo, lo suyo no es tan importante.
Como se puede ver en este ejemplo, la mayoría de las dificultades que encontramos de adultos están en resonancia con situaciones emocionales de nuestro pasado que no hemos resuelto.
En este sentido podemos decir que no elegimos realmente, que no somos libres, sino que “con los programas que tenemos hacemos lo que podemos”. Y esto es así porque esa programación es la responsable de que funcionemos en piloto automático y en más o menos ocasiones reaccionemos a las circunstancias de forma inconsciente en lugar de responder, no sabiendo gestionar las emociones e incluso, a veces, perdiendo el control.
Así es que cuando hablamos de liberación emocional, hablamos de liberarnos de esos programas que te impiden ser libre y realizarte a plena capacidad.
¿Y si tuvieras una herramienta sencilla de aplicar, con la que liberarte de estos programas de forma fácil, superar tus dificultades y vivir plenamente?
Con las Técnicas de Liberación Emocional (EFT-Tapping) puedes desprogramar para reprogramar. Sería como sustituir los archivos de información incorrecta, que componen tu programación, por otros de información correcta.
Te invito a descubrir EFT-Tapping, porque te mereces liberarte de las heridas emocionales del pasado, vivir plenamente el presente y lograr tus sueños.