Es llamativo como un programa de móvil puede hacer aflorar en nosotros ideas respecto a cómo nos comunicamos ( y sentimos) con los otros, algunas veces de manera no del todo saludable, que pueden hacernos sentir francamente mal. Hoy te vamos a dar 2 consejos para manejar las emociones al utilizar el Whatsapp.
Muchas personas que usan esta aplicación se quejan que no le han respondido un mensaje, o que la otra persona no se ha mostrado disponible, o no se ha conectado a una determinada hora o siente que no es tenido en cuenta. Esto tiene mucho que ver en la forma en la que debes utilizar el Whatsapp.
Algo parecido ocurre con el facebook. Parejas que han roto y que se encuentran en la necesidad de dejar de ver a su ex-pareja se encuentran con que un amigo/a ha colgado una foto de el/ella con un nuevo grupo de amigos, con una nueva novia/o, o rodeado de personas que antes decía que no podía ver ni quería estar.
Estos nuevos modos de comunicación (con sus códigos diferentes a la comunicación cara a cara en tanto al tiempo de respuesta, disponibilidad, atención) pueden hacen surgir en nosotros fuertes sentimientos de soledad, de no ser tenidos en cuenta, de no ser valorados por los otros.
Tenemos, en estos casos, dos tareas por delante para que aprendas a manejas tus emociones al utilizar el Whatsapp.
La más importante es trabajar en nosotros mismos estos sentimientos de no ser tenidos en cuenta, desvalorizados, de sentirnos solos, aislados.
La segunda tarea es ajustar nuestra manera de comunicarnos en estos nuevos códigos que, de lo contrario, pueden llevarnos a una confusión dolorosa; pareciera que nuestra mente hiciera un paralelismo entre la comunicación en whatsapp y una conversación cara-cara. Si el otro demora en responder un mensaje sería como si el otro nos estuviera escuchando y no nos respondiera, si interrumpe de repente una cadena de mensajes pareciera que interpretáramos esto como que el otro se da media vuelta en medio de una charla y nos deja hablando solos. Y no es así. Personas jóvenes a las que se les consulta suelen manejar estos recursos mucho mejor que personas adultas, como si entendieran realmente de que va este "juego". Si continuamos con la idea de que estos códigos que mal interpretamos (no me tiene en cuenta, no soy importante para él/ella, etc) no es raro imaginar la ansiedad que pueda despertarnos y la necesidad de estar hiperconectados, en apariencia comunicados. Tenemos que pensar que estos recursos no dicen nada ni de nosotros, ni de lo que yo represento para la otra persona.
Si no podemos manejar bien estas herramientas es mejor usarlas para lo básico. Evitar tener conversaciones importantes en estos medios, la riqueza de las emociones está, sin duda alguna, en la presencias, nuestras presencias con los otros.