Las venas varicosas (varices) son venas dilatadas que pueden aparecer de color carne, púrpura o azul oscuro. Suelen tener apariencia de cuerdas y se ve una zona más agrandada y tortuosa, se hinchan y se ven en la superficie de la piel.
Las venas varicosas se encuentran comúnmente en la parte posterior de la pantorrilla o a lo largo del interior de los muslos. Durante el embarazo aparecen a veces venas varicosas especiales llamadas hemorroides que pueden formarse en la vagina o alrededor del ano.
También se conocen como capilares, las telangiectasias son similares a las venas varicosas, pero más pequeñas. Por lo general son de color rojo o azul y están más cerca de la superficie de la piel que las venas varicosas. Pueden parecer ramas o telas de araña con líneas dentadas muy delgadas. Por lo general se muestran en las piernas y la cara.
Entre el 50% y el 55% de las mujeres estadounidenses y entre el 40% y el 45% de los hombres estadounidenses sufren de problemas venosos. Es decir, que las varices aparecen en una de cada dos personas a partir de los 50 años.
Causas
El corazón bombea sangre rica en oxígeno y nutrientes por todo el cuerpo. Las arterias llevan la sangre desde el corazón a la periferia del cuerpo, mientras que las venas llevan la sangre sin oxígeno desde cada zona del cuerpo al corazón.
Las venas tienen válvulas del tipo one-way flaps, que favorecen el transporte de la sangre en una sola dirección. En las piernas estas válvulas empujan hacia arriba la sangre y previenen su descenso. Si se debilitan estas válvulas, la sangre puede acumularse en las venas y los capilares, porque ya no es capaz de ser empujada con eficacia hacia el corazón: este problema se denomina insuficiencia venosa. La acumulación de sangre tiende a dilatar la vena varicosa y hacer que aparezcan arañas vasculares.
Los cambios hormonales, la herencia y la exposición al sol también pueden favorecer la aparición de capilares antiestéticos.
De hecho hay muchos factores que aumentan la probabilidad de que una persona desarrolle este problema. Veamos algunos de ellos.
La edad avanzada.
Tener familiares con problemas en las venas o con válvulas venosas ooco elásticas.
Los cambios hormonales que ocurren durante la pubertad, el embarazo y la menopausia. Además de tomar píldoras anticonceptivas y otros medicamentos que contienen estrógeno y progesterona que aumentan el riesgo de la aparición de venas varicosas.
Durante el embarazo hay un aumento considerable de la cantidad de sangre en el cuerpo y esto puede causar dilatación de las venas. Además, la expansión del útero produce presión en las venas. Las venas varicosas generalmente mejoran en un plazo de tres meses después del parto. Normalmente cada embarazo que se tenga después del primero comportará un aumento en las anomalías venosas.
La obesidad.
Heridas en la pierna.
Estar mucho rato de pie.
La exposición al sol puede favorecer la aparición de arañas vasculares en las mejillas y la nariz de las personas de tez blanca.
La fuerza de la gravedad, la presión del peso corporal y de la tarea de transportar la sangre hacia arriba al corazón desde las periferias del cuerpo hace que las piernas sean el área del cuerpo principal de la aparición de venas varicosas y capilares.
Síntomas
Los signos y síntomas de las venas varicosas incluyen:
Grandes venas visibles en la piel,
Una ligera hinchazón de los tobillos y los pies,
Dolor en las piernas o sentir que las piernas pesan.
Calambres en las piernas.
Picazón en las piernas, especialmente en la parte inferior y los tobillos. Este síntoma es en algunos casos diagnosticados erróneamente como un síntoma de la piel seca.
Diagnóstico
A veces los médicos diagnostican las venas varicosas basándose únicamente en un examen físico. Pero existen tests y procedimientos adicionales que pueden ser realizados para determinar la extensión del problema y para descartar otras enfermedades.
Si tienes venas varicosas lo mejor es acudir a un especialista en medicina vascular o un cirujano vascular, estos son los médicos especializados en trastornos de los vasos sanguíneos. Alternativamente se puede consultar a un dermatólogo, médico especializado en enfermedades de la piel.
Para detectar la presencia de varices el médico examina las piernas mientras se está de pie o sentado con las piernas colgando. Luego se hacen una serie de preguntas con respecto a los signos y síntomas,
Ecografía Doppler: El médico puede recomendar una ecografía Doppler para controlar el flujo sanguíneo en las venas y para comprobar posibles coágulos de sangre.
La ecografía Doppler utiliza ondas sonoras para obtener imágenes de los flujos internos del cuerpo. Durante esta prueba, se coloca un dispositivo de mano en el cuerpo y se mueve hacia atrás y adelante sobre la zona afectada. Un ordenador convierte las ondas sonoras en una imagen que imita el flujo sanguíneo de las arterias y las venas.
Angiografía: Aunque es menos común, el médico puede prescribir un angiograma para obtener una vista más detallada del flujo sanguíneo en los vasos sanguíneos. Para este procedimiento se inyecta un tinte en las venas, que le permite delinearlas en imágenes radiográficas. Esto puede ayudar al médico a confirmar la presencia de várices u otros problemas.
Peligros
Normalmente los capilares no requieren tratamiento médico. Pero las venas varicosas tienden a empeorar y pueden causar problemas al corazón en los casos más graves:
Insuficiencia venosa grave. La acumulación de sangre en las venas retarda el retorno de la sangre al corazón, que puede causar la formación de coágulos de sangre y provocar infecciones peligrosas. Los coágulos pueden ser extremadamente peligrosos porque pueden pasar de las venas de las piernas y viajar hasta los pulmones. Esto supone una grave amenaza para la vida, ya que pueden ser un obstáculo para el buen funcionamiento del corazón y los pulmones.
Las infecciones y úlceras de la piel pueden estar presentes en el tejido de la piel cuando aparecen venas varicosas. Hay que controlarlas bien para evitar que esto ocurra.
También puede darse una continua irritación, hinchazón y erupciones peligrosas en las piernas.
A veces, las venas varicosas pueden causar dermatitis o inflamación de la piel. Incluso puede causar sangrado o úlceras en la piel en el caso en el que se lastimado o irritado.
Las venas varicosas también pueden determinar un trastorno conocido como tromboflebitis superficial, que consiste en un coágulo. Este tipo de coagulación de la sangre puede causar dolor u otros problemas en el área afectada.
Cuidado y Tratamiento
Escleroterapia
Este es el tratamiento más común para ambo casos, tanto venas varicosas como capilares. El médico inyecta una solución intravenosa que hace que las venas se hinchen, a hacerlas fuertes y a que se tapen. Esto detiene el flujo de sangre y la vena se convierte en tejido cicatricial. En unas pocas semanas la vena debe desaparecer. Puede ser necesario tratarlo más de una vez.
Este tratamiento es muy eficaz si se hace de la manera correcta: la mayoría de los pacientes pueden esperar una mejora porcentual del 50% al 90%. La escleroterapia no requiere anestesia y se puede realizar en el consultorio del médico.
Los posibles efectos secundarios incluyen:
Ardor temporal.
Calambres dolorosos en la zona donde se aplicó la inyección;
Manchas rojas en relieve en la piel donde se puso la inyección (es temporal);
Pequeñas heridas en la piel donde se administró la inyección;
Moretones temporales donde se aplicó la inyección;
Puntos alrededor de la vena tratada que por lo general desaparecen;
Líneas marrones alrededor de la zona tratada que por lo general desaparecen;
Aparición de finas grupos de vasos sanguíneos rojos alrededor de la vena tratada que por lo general desaparecen;
La vena tratada también puede inflamarse o desarrollar coágulos de sangre, pero esto no es peligroso. Puede aliviar la inflamación mediante la aplicación de calor y tomar aspirinas y antibióticos recetados. Los coágulos de sangre coagulada pueden ser drenados.
Cirugía con láser
Las nuevas tecnologías aplicadas con tratamientos con láser permiten tratar eficazmente los capilares en las piernas. La cirugía con láser envía fuertes ráfagas de luz en la vena, esto se traduce en un debilitamiento progresivo de los vasos sanguíneos que tendirán a la desaparición. Los láseres son muy directos y precisos. Si no lo hace a cabo un médico experimentado dañará el área tratada. La mayoría de tipos y tonos de piel puede ser tratados de forma segura con este láser.
La cirugía con láser es más atractiva para algunos pacientes porque no utiliza agujas pero hay que recordar que cuando el láser incide en la piel, el paciente experimenta una sensación de calor que también puede ser muy doloroso.
Los tratamientos con láser requieren un período variable de tiempo de 15 a 20 minutos, dependiendo de la severidad de las venas. Por lo general se tarda de 2 a 5 tratamientos para eliminar los capilares en las piernas.
Los pacientes pueden regresar a sus actividades normales inmediatamente después del tratamiento, como ocurre con la escleroterapia. Para los grandes vasos de 3 mm, la terapia con láser no es sin embargo una opción ideal.
Entre los posibles efectos secundarios de la cirugía con láser vemos:
Enrojecimiento o inflamación de la piel inmediatamente después del tratamiento, que tiende a desaparecer en unos pocos días;
la piel descolorida, que desaparece al cabo de uno o dos meses;
Rara vez aparecen quemaduras y cicatrices pero sí que pueden darse si el láser falla.
La técnica intravenosa (radiofrecuencia y láser)
Estos métodos se utilizan para tratar las venas varicosas de las piernas que se encuentran a mayor profundidad (venas safenas). Esta técnica no es muy invasiva y también se puede hacer de forma ambulatoria.
El médico inserta en la vena un pequeño tubo llamado catéter . Una vez dentro, emite una energía de radiofrecuencia o láser que contrae y cierra la pared de la vena, mientras que las venas sanas que se encuentran alrededor restablecen el flujo normal de la sangre. Cuando esto sucede, los síntomas de las venas varicosas mejoran.
Incluso las venas en la superficie de la piel que están conectadas a la vena varicosa a tratar, por lo general tienden a disminuir después del tratamiento.
Un posible efecto secundario es la aparición de pequeños hematomas.
Cirugía
La cirugía se utiliza principalmente para tratar las venas varicosas muy hinchadas. Se pueden hacer varios tipos de cirugía para las venas varicosas:
Ligadura quirúrgica y extracción: Con este tratamiento las venas que presentan problemas son retiradas de la pierna o cerradas. La eliminación de las venas no afecta a la circulación sanguínea en las piernas. La mayoría de las venas varicosas son venas superficiales y sólo recogen la sangre de la piel.
Esta intervención requiere anestesia local o general y se debe realizar en una sala de operaciones.
Es raro que experimentemos efectos secundarios graves u otros problemas.
Pero eso sí, con la anestesia general hay riesgo de problemas cardíacos y respiratorios.
Además, el sangrado y la congestión de la sangre puede ser un problema. Por lo general, sin embargo, la sangre se reajusta sola y no requiere ningún tratamiento adicional.
También puede infectarse la herida, inflamarse y enrojecerse.
Pueden quedar cicatrices permanentes.
Se puede dañar el tejido nervioso alrededor de la vena tratada. Es difícil evitar el daño a las pequeñas ramas nerviosas cuando se retiran las venas. Este daño puede causar entumecimiento, ardor, o un cambio en la sensibilidad alrededor de la cicatriz quirúrgica.
Se pueden formar coágulos. Estos coágulos pueden viajar hasta los pulmones y el corazón. Las inyecciones de heparina, un fármaco que reduce la coagulación de la sangre, disminuye la probabilidad de que estos se formen. La misma heparina, sin embargo, también puede aumentar la cantidad regular de sangrado y moretones después de la cirugía.
Suele aparecer un dolor en la pierna que puede durar de una a cuatro semanas.
Flebectomía ambulatoria: Con esta cirugía una fuente de luz especial indica la localización de la vena. Se hacen pequeños cortes en la piel y a través de los ganchos quirúrgicos se extrae la vena de la pierna. Esta intervención requiere anestesia local y por lo general se retira la vena con un solo tratamiento.
Por medio de este tratamiento se pueden eliminar venas varicosas muy grandes, dejando sólo pequeñas cicatrices.
Los pacientes pueden reanudar sus actividades normales, incluso en el día después del tratamiento.
Los posibles efectos secundarios:
Aparición de pequeños hematomas.
Entumecimiento temporal.
Cirugía vascular endoscópica: Esta cirugía utiliza una pequeña cámara para observar el interior de las venas. Luego se eliminan a través de pequeños cortes.
Aquellos que se someten a este tipo de cirugía pasan algún tipo de anestesia, por ejemplo, anestesia epidural, espinal o general.
Los pacientes pueden reanudar sus actividades normales en unas pocas semanas.
Lo más importante que una persona puede hacer para retardar el desarrollo de nuevas venas varicosas es el uso de medias elásticas con compresión graduada, tanto como sea posible durante el día.
Prevención
No se puede poner en práctica un programa de prevención seguro y completo, pero sí podemos ayudar a reducir la probabilidad de que se den estos problemas, o por lo menos ayudar a aliviar el malestar:
Usar protector solar para proteger la piel del sol.
Hacer actividad física regular para mejorar la fuerza de las piernas, la circulación y la elasticidad de las venas. Ejercicios como caminar o correr es lo ideal.
Controlar el peso corporal para evitar el aumento de la presión en las piernas;
No cruzar las piernas cuando estamos sentados;
Elevar las piernas al descansar;
No permanecer en la misma posición, de pie o sentado durante demasiado tiempo.
Variar el peso de cada pierna cada pocos minutos, es decir, apoyarse cada vez en una pierna distinta para que soporte nuestro peso.
Si debemos permanecer sentados durante mucho tiempo hay que levantarse, moverse y caminar un poco cada 30 minutos;
Usar medias de compresión.
Evitar la ropa ajustada que pueda comprimir la cintura, la ingle o las piernas;
Seguir una dieta hiposalina (es decir, utiliza poca sal), pero rica en alimentos con alto contenido en fibra (frutas y verduras, granos enteros). El consumo de fibra reduce la posibilidad de estreñimiento que puede contribuir a la formación de venas varicosas. Los alimentos ricos en fibra son la fruta fresca, verduras y cereales integrales, como el salvado. Comer demasiada sal puede causar retención de agua y se hinchados.
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