Fuente de la foto: Medica indico
Mimosa tenuiflora o Tepezcohuite, Salma Hayek mantiene su cutis en perfecto estado gracias a los beneficios de este árbol.
La Mimosa tenuiflora es una planta que crece en América Central conocida bajo el nombre de Tepezcohuite (significa árbol de la piel). Se usa desde la época de los mayas (250-950 dC) por su capacidad de curación contra las quemaduras, úlceras e incluso heridas que cuestan de cicatrizar.
Estudios recientes han demostrado la presencia de ingredientes activos como los flavonoides, taninos, y otros oligoelementos le confieren esta propiedad reparadora de la piel.
El Tepezcohuite es un árbol que puede llegar a medir 8 metros de altura, típico de México y América del Sur (Honduras, Colombia, Guatemala y Brasil). Tiene hojas bipinnadas e inflorescencias de color rosa.
¿Qué es lo que hace que este árbol pueda regenerar nuestra piel?
Los ingredientes activos provienen de la corteza de los árboles que han llegado a los seis años. La composición química que nos interesa y que aporta una fuerte acción regenerativa del tejido de la piel contiene:
bioflavonoides: propiedades venotónicas. Combate los radicales libres. Inhibe las enzimas que atacan al colágeno, al ácido hialurónico y la elastina de la piel. Aumenta la resistencia de la pared de los capilares sanguíneos. Estimula la circulación venosa y favorece la cicatrización;
taninos: aumentan la impermeabilidad y la elasticidad de la piel. También ayudan a cerrar los poros;
oligoelementos (zinc, manganeso, cobre, magnesio y hierro): son esenciales en los procesos bioquímicos de las funciones celulares.
aminoácidos (leucina, valina, tirosina, arginina y lisina): fijan el agua a través del estrato córneo. La piel conserva de esta manera un buen nivel de hidratación.
Se podría decir que esta capacidad regeneradora la obtiene de la sinergia de estos compuestos, Es decir, de la suma de todos ellos que hace que se potencie su acción. Cada elemento. de forma individual, tiene una cierta acción que se multiplica al sumarse a los otros elementos. Y eso es lo que la hace tan regeneradora.
¿Cómo se dieron cuenta de sus beneficios?
Este antiguo remedio fue descubierto en México en 1984, tras una catástrofe que causó un gran número de heridos con quemaduras. Las personas a las que se les aplicó Tepezcohuite se recuperaron mucho más rápido de las quemaduras que los que no habían corrido esa misma suerte (dentro de la desgracia, que no se si se podría decir suerte). Es algo que siempre me llama la atención, el uso de la palabra “suerte” cuando se habla de una desgracia…
El extracto de mimosa tenuiflora es un gran regenerador de la piel porque ayuda a regular la microcirculación periférica, aumenta la resistencia del endotelio, reduce la permeabilidad capilar responsable de la aparición de edemas y la flacidez de la piel, contrarresta el daño inducido por radicales y lipoperóxidos libres, regula la actividad enzimática implicada en la aparición de la inflamación…
Además, este extracto también posee actividad antimicrobiana similar a la de algunos antibióticos. Protege la piel lesionada de posibles infecciones. Esta capacidad es muy importante en el caso de heridas, quemaduras, úlceras varicosas y diabéticas. Incluso, a día de hoy, se utiliza para tratar problemas de acné.
Las cremas que contengan este principio activo se pueden utilizar para la piel con problemas de psoriasis, infección por hongos, ulceración, pieles muy secas y ásperas. También para pieles agrietadas, con descamación o picazón. Es ideal para tratar estrías, cicatrices e incluso arrugas.