Gracias a la medicina natural, además, en los pacientes de diabetes tipo 2, la más común de todas, la insulina funcionará mejor y si, por el contrario, es de tipo 1, conseguirá reducir los daños asociados a esta enfermedad en ojos o corazón, por ejemplo.
Tras consultar con un especialista, estas plantas, combinadas con el tratamiento farmacológico pueden ser de gran utilidad:
- Melón amargo (momordica charantia): tiene la capacidad de mejorar el uso que nuestro hígado hace de la glucosa que generamos. La dosis recomendada es de 100 a 250 mg al día en extracto seco.
- Bardana (arctium lappa): es especialmente eficaz para reducir la glucemia en aquellas personas que sufren de diabetes tipo 2 gracias a su alto potencial depurativo. Se recomienda utilizar su raíz en decocción de 5 gr por 150 cc de agua. Sin embargo se puede encontrar en capsulas o liquida.
- Canela de China (cinnamomum cassia): según atestiguan algunos estudios, esta planta es capaz de mejorar la actividad de la insulina mientras protege los tejidos gracias a su efecto antioxidante. Lo dosis indicada es de 1 a 3 gr de la corteza de polvo, o de 150 a 350 gr si se trata de extracto seco, repartidos, en ambos casos, en dos tomas diarias. En caso de tomar antidiabéticos, es doblemente importante consultar con un especialista.
¿Conoces algún otro remedio natural para controlar la glucosa que quieras compartir?
Imágenes: AlishaV/Flickr
Fuente: Saber Vivir