Para los amantes de los jardines el Diente de León es una planta a menudo molesta, nuestros amigos del Canal de Plantas lo sabrán bien. Sin embargo, desde el punto de vista de la medicina natural y tradicional, es una planta de gran valor ya que es muy útil, sobre todo, para tratar afecciones de la bilis y las enfermedades del hígado. Muchas personas no conocen todas las propiedades que tiene el diente de león
Así, por ejemplo, se sabe que los bohordos (el diente de león en flor) frescos, recién cogidos, como aliño de ensalada, son buenos para la hepatitis crónica y la diabetes. Y no sólo eso, los bohordos son buenos para eliminar los picores, los líquenes y las erupciones de la piel, mejoran los jugos gástricos y depuran el estómago. Por si fuera poco, ayuda a eliminar los cálculos biliares y, además, estimulan la actividad del hígado y de la bilis. A todo ello hay que añadir que, gracias a la cualidad depurativa de la sangre del diente de león, es un perfecto aliado contra la gota y el reuma.
Imagen: Dr. Patrick George/Flickr
Por otra parte, las raíces, ya sean crudas o secas en infusión, son ideales como purificante de la sangre, digestivo, sudorífico, diurético y tónico. Y, además, evitan que la sangre se espese facilitando que fluya con normalidad por el organismo.
Según algunas tradiciones antiguas, esta planta es además un buen cosmético y, es que, algunas mujeres la utilizaban en tisana para obtener un cutis fino.
¿Conocías las beneficios de esta planta?
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Fuente: Salud de la Botica del Señor de María Treben. Editorial Ennsthalec.