Hoy en día, es muy frecuente poner en movimiento nuestro cuerpo, con el fin de mantener la salud y son muchas las formas, mediante las cuales un ejercicio bien realizado, puede ayudarnos. Y es que, el ejercicio físico es bueno tanto para el cuerpo como para la mente. El ejercicio ayuda a fabricar compuestos corporales que ayudan al cuerpo a estar bien, incluso contribuyen con un sueño reparador. Sin mencionar el mantenimiento de un peso adecuado y un aspecto formidable. Esto trasciende la apariencia externa, ayudando a evitar el riesgo de enfermedades peligrosas como la diabetes tipo 2, la obesidad y la hipertensión arterial. Podría decirse, que es una forma de ayudar al cuerpo a envejecer sanamente.
Esta pequeña reflexión, la realizo, debido a ciertas situaciones que se presentan en el día a día. Muchas veces realizo mis caminatas matinales, en compañía de unas amigas muy cercanas. Pues, uno de esos días, hará alrededor de un mes y medio, nos topamos con una joven que iba acompañada con su madre. Las llevábamos delante, en nuestro recorrido habitual y observamos como la joven se detuvo de repente y se sentó en el césped. Nos acercamos y le ayudamos a superar el dolor que presentaba en una de sus pantorrillas.
En una bolsa con mi botella de agua tenía un pote pequeño de crema relajante. Fui a buscarla y le apliqué esa crema, hecha con ingredientes completamente naturales, que posee un efecto excelente sobre las contracturas y el dolor muscular. En menos de quince minutos ella ya estaba de pie. De hecho, me solicitó que le enviara la lista de los componentes y la forma de realizar esta crema. Al llegar a casa lo envié a su correo junto a lo que hoy comparto en mi blog.
Causas de dolores musculares que afectan todo el cuerpo
Hasta ahora se sabe, que las causas más frecuentes del dolor muscular, tienen su origen en la tensión, la sobrecarga, el esfuerzo y una serie de lesiones menores. Este tipo de causas, suele estar localizada y mayormente afecta a un pequeño grupo de los músculos del cuerpo. Sin embargo, el dolor sistemático, afecta todo el cuerpo y por lo general está asociado a infecciones, enfermedades o el efecto de algunos medicamentos. Algunas de dichas causas suelen ser por:
Enfermedad de la neurona motora (enfermedad que destruye células nerviosas de forma gradual, por ejemplo: esclerosis lateral amiotrófica y parálisis bulbar progresiva)
Enfermedad de Bechterew (enfermedad inflamatoria reumática que incide mayormente en la columna y las articulaciones)
Síndrome compartimental crónico por ejercicio (compresión de estructuras nerviosas, musculares o sanguíneas por defecto en cubierta muscular o fascia)
Hipotiroidismo (tiroides hipoactiva)
Síndrome de fatiga crónica
Dermatomiositis (enfermedad autoinmune que afecta la piel y los músculos)
Distonía (contracción muscular involuntaria)
Síndrome de dolor miofascial (por lo general se emplea al dolor en los tejidos blandos de orígen desconocido)
Fibromialgia
Esclerosis múltiple
Influenza y otras enfermedades virales
Lupus
Artritis reumatoide (enfermedad articular inflamatoria)
Enfermedad de Lyme (zoonosis producida por la bacteria Borrelia burgdorferi, transportada en la picadura de la garrapata)
Efectos secundarios de medicamentos utilizados para tratar el colesterol y los triglicéridos (estatinas)
Polimialgia reumática (enfermedad inflamatoria de cuello, hombros y caderas)
Polimiositis (enfermedad inflamatoria que causa debilidad muscular en ambos lados del cuerpo)
Lesiones musculares por tensión repetitiva
Esguinces
Presencia de estrés
Posiciones corporales incorrectas e inadecuadas
Sedentarismo y falta de movimiento
Efectuar movimientos incorrectos
Tonificación insuficiente de los músculos
Relación desigual entre la musculatura lumbar y la abdominal
Lesiones musculares (rotura fibrilar o desgarro muscular)
Insuficiencia en el calentamiento preliminar previo a la realización de ejercicios físicos
Medicamentos utilizados para el dolor muscular
Cuando se emplean relajantes musculares, se busca la prevención y la reducción de los espasmos y la espasticidad (es decir la tensión y la rigidez muscular). Por lo general, los espasmos ocurren de forma incontrolada, haciendo que los músculos se contraigan. A su vez, la espasticidad, por lo general, va asociada a un trastorno motor que origina un aumento anormal del tono muscular. Esto por lo general, es doloroso. Cuando esto ocurre, algunos músculos se contraen fuertemente y luego puede ocurrir que los mismos, se vuelvan rígidos y se dificulte el movimiento.
Los relajantes musculares se utilizan para aliviar los espasmos musculares, que son producidos por algunas de las causas anteriormente mencionadas. No está demás, resaltar, que los espasmos musculares y la tensión también pueden ser generados por lesiones a largo o corto plazo. A largo plazo, por lo general, vinculadas a lesiones en la cabeza o la espalda. Y a corto plazo, pueden ser originados por efecto de una afección o lesión. Como ejemplos conocidos: el dolor lumbar o el latigazo cervical.
Ya se ha comprobado, que el uso de fármacos, ayuda a los músculos a relajarse, lo que también puede reducir el dolor y las molestias. El término relajante músculo esquelético, es empleado para referirse a un conjunto diverso de medicamentos utilizados frecuentemente en el tratamiento del dolor muscular y de espalda. Ellos permiten, que los músculos se mantengan menos tensos, favoreciendo la disminución del dolor.
Los medicamentos más conocidos son: metocarbamol, orfenadrina, dantroleno, metaxalona, carisoprodol, clorzoxazona, ciclobenzaprina, tizanidina, diazepam y baclofeno. Se sabe que el baclofeno, el metocarbamol, la tizanidina y el diazepam, inciden sobre el sistema nervioso central. A su vez, el dantroleno, posee efectos directos a nivel muscular.
Efectos indeseables de los relajantes musculares
Es importante, de acuerdo a lo que hemos hablado hasta ahora, no confundir la espasticidad con los espasmos musculares.
Hay que resaltar, que ambos términos, representan diferentes tipos de tono muscular aumentado, producto de trastornos diferentes. Por lo tanto, la espasticidad no es en sí una enfermedad, sino consecuencia de alteraciones. Entre ellas se mencionan las enfermedades cerebrovasculares como las embolias o hemorragias cerebrales y parálisis cerebral. Podrían también incluirse, las lesiones con traumas de la médula espinal o el cerebro y la esclerosis múltiple.
En cuanto a los espasmos musculares, se puede decir que ellos están asociados a un aumento involuntario de la tensión muscular. En la generalidad de los casos, suelen ser consecuencia de lesiones del sistema nervioso periférico o muscular. A saber, traumatismos, síndromes miofasciales, síndromes de fibromialgia y espasmos de protección o calambres. Se ha observado, que esto es consecuencia de alteraciones de tipo inflamatorio del sistema musculoesquelético.
Es importante considerar, que al igual que la mayoría de los medicamentos, los relajantes musculares también traen consigo, una serie de posibles efectos secundarios. Ahora bien, no todas las personas los experimentan, por ello es posible que mejoren a medida que su cuerpo se adapta al medicamento. Sin embargo, se ha observado que la mayoría de los relajantes musculares, inciden en el padecimiento de debilidad muscular. Dentro de los efectos secundarios más frecuentes se mencionan:
Cansancio y debilidad
Somnolencia
Dificultades en la visión
Mareos
Dolor de cabeza
Dolores musculares
Insomnio
Micción frecuente (necesidad frecuente de orinar)
Incremento de la sudoración
Manifestación de erupción cutánea
Dolores abdominales
Pérdida del apetito
Toxicidad a nivel del hígado
Hipotensión o tensión arterial baja
Alucinaciones
¿Los relajantes musculares son para todas las personas?
Se ha logrado establecer, de acuerdo a una serie de pruebas clínicas, que existe un grupo de personas, que no pueden emplear relajantes musculares, debido a una serie de impedimentos físicos, mentales o de edad. De acuerdo a ello, se mencionan los medicamentos de uso frecuente y sus efectos sobre algunos grupos de riesgo.
El baclofeno, por lo general no debe ser administrado en personas que padecen de epilepsia o diabetes, presentan problemas de salud mental o padecen de úlcera estomacal.
El dantroleno, no debe administrarse en personas con problemas hepáticos, respiratorios o cardíacos.
La tizanidina, debe evitarse en personas con enfermedades hepáticas graves o que tengan edad avanzada
El diazepam, no es conveniente administrarlo en personas que padecen de problemas pulmonares, dificultades respiratorias o miastenia grave (trastorno autoinmunitario que destruye las conexiones neuromusculares).
El empleo del metocarbamol, se debe evitar en personas epilépticas, o en aquellas que posean problemas respiratorios o presenten miastenia grave.
Los relajantes musculares en general, no deben administrarse en mujeres embarazadas o amamantando.
Se debe evitar el uso de todo tipo de relajantes musculares, en personas que sean adictos al abuso de drogas tabaco y alcohol.
Los relajantes musculares en general, no se recomiendan para personas con antecedentes de depresión.
Una propuesta completamente natural para relajar nuestros músculos
Es importante hacer mención, acerca de la importancia que esta tomando en la actualidad, el uso de compuestos naturales en el tratamiento de múltiples enfermedades y dolencias. Dentro de ellos, se esta estudiando de forma muy exhaustiva, por investigadores de todas las latitudes, las propiedades de muchos componentes de los aceites esenciales. En especial, sus propiedades antinociceptivas. Es decir, la reversión de la sensación del dolor, dicho en lenguaje llano.
Crema de cera de abejas y aceites de coco, lavanda, menta y eucalipto
La cera de abejas y el aceite de coco, nunca dejaran de causar gratas sorpresas. Ya se ha visto, que en muchas ocasiones son grandes aliados, al igual que los aceites esenciales de lavanda, menta y eucalipto.
¿Cuáles componentes bioactivos se encuentran en estas nobles sustancias?
Lavanda
Como aceite esencial, la lavanda ayuda de forma natural al alivio del dolor muscular y a la relajación de la tensión articular. Además, la lavanda ayuda a calmar la mente y el cuerpo.
La lavanda posee una variedad de propiedades benéficas. Se puede decir que es un excelente relajante, además de un adecuado tratamiento natural para infecciones parasitarias, picaduras de insectos, quemaduras y espasmos. Algunos estudios han sugerido además que posee propiedades que pueden favorecer el tratamiento de algunos trastornos neurológicos. Se ha visto, que exhibe excelentes propiedades ansiolíticas, analgésicas, anticonvulsivas, antioxidantes y neuroprotectoras.
Posee más de cien componentes, que incluyen linalol, alcohol perílico, acetato de linalilo, flavonoides, limoneno, taninos, triterpenos, cumarinas, cineol, ácido cafeico y alcanfor. El aceite de lavanda es rápidamente absorbido por la piel. Estudios clínicos han permitido realizar ciertos hallazgos importantes. Se ha visto, que el linalol y el acetato de linalilo son detectables en la sangre cinco minutos después de la aplicación tópica. Se ha observado que a los diecinueve minutos se sitúan en su punto más alto y decaen a los noventa minutos.
Menta
El conocido aceite de menta, posee una gran cantidad de propiedades, dentro de ellas destacan: antialérgica, analgésica, antioxidante, antibacteriana, antiinflamatoria, antitumoral, antiespasmódica, antiviral y digestiva. Las hojas de menta contienen por lo general de un 1,2–3,9% de aceite esencial. Y dicho aceite esencial, posee más de 300 compuestos identificados. Dentro de ellos, el mentol es el componente principal, seguido de mentona, acetato de mentilo, 1,8-cineol (eucaliptol), mentofurano, isomentona, neomentol, limoneno y β-cariofileno. Todos estos componentes, le otorgan muchos efectos bioactivos.
Eucalipto
Las hojas de esta planta, originaria de Australia, se destilan al vapor y se extrae el conocido aceite esencial de eucalipto. Su principal componente activo es el eucaliptol. Contiene, además, α-pineno y ambos compuestos actúan como antioxidantes, eliminando de forma eficiente los radicales libres.
De acuerdo a investigaciones de laboratorio, se ha observado el mejoramiento del edema, inflamación y dolor muscular. Se cree, que este efecto de se debe a un proceso de bloqueo de la formación de citocinas. Las cuales participan activamente, en la transmisión de la sensación de dolor. En ensayos clínicos, se ha observado que la aplicación de aceite de eucalipto posee efecto miorrelajante (provoca relajación muscular). Se ha utilizado en las medicinas tradicionales para el alivio del dolor en la columna vertebral, además de los músculos de la espalda. Ha sido empleado con mucha eficiencia, en el tratamiento de las afecciones inflamatorias, incluyendo la artritis y la osteoartritis.
Cera de abejas
La cera de abejas, aporta una serie de compuestos formados por esteres de ácidos grasos y alcoholes de cadena larga. Contiene también de un 5 a 10% de compuestos flavonoides. Los más representativos son: pinobanksina, galangina y crisina. Se ha observado que poseen excelentes propiedades antisépticas, antineoplásicas, antioxidantes y antiinflamatorias. La cera además de otorgar estabilidad a esta crema, brinda muchas propiedades que benefician los dolores y la inflamación de los músculos.
Aceite de coco virgen
Este singular compuesto posee un enorme potencial para la reducción de la inflamación muscular y articular. De acuerdo a un estudio publicado en la revista Pharmaceutical Biology, se desveló que el aceite de coco virgen posee propiedades antiinflamatorias y analgésicas. Esto se atribuye, a sus altos niveles de ácido láurico, el cual posee un efecto directo en el alivio del dolor.
En algunos estudios, se ha encontrado, que el aceite de coco, se comportó de forma tan efectiva como la indometacina. Este es un medicamento de tipo antiinflamatorio no esteroideo, de uso generalizado para el alivio del dolor. Se ha logrado observar, además, que el aceite de coco, logra mejorar ciertas condiciones temporales de dolor. De hecho, se ha utilizado para el alivio de la artritis.
Ingredientes
Una taza de aceite de coco
Cuatro cucharaditas de cera de abejas natural
Aceite esencial de
Lavanda (cinco gotas)
Menta (cinco gotas)
Eucalipto (cinco gotas)
¿Cómo lo realizo?
Agregar el aceite de coco y la cera de abejas en un recipiente pequeño y llevarlos a baño de maría
Una vez que estén derretidos, verterlos en un recipiente de vidrio con tapa
Incorporar los aceites esenciales, comenzando por el de eucalipto
Incorporar muy bien, agitando de forma suave y continua antes de que la mezcla se enfríe
Colocar la tapa y esperar que se enfríe por completo antes de utilizarlo
Tomar una pequeña porción de la crema y masajear la zona afectada por algunos minutos, en forma circular y en sentido de agujas del reloj.
Dependiendo de la ubicación se pueden utilizar ambas manos
Esta crema se puede utilizar varias veces al día, dependiendo la intensidad el dolor
Guardar el recipiente en un lugar fresco, alejado de la luz solar y del calor. Esto permitirá utilizarla sin problemas por al menos diez días consecutivos antes de realizar nuevamente el procedimiento
Nota
Es muy importante no olvidar realizar la prueba de parche, como se ha descrito en otras ocasiones. Esto a objeto de evitar posibles reacciones alérgicas a alguno de los componentes de este tratamiento natural.
Concluyendo
El dolor muscular puede tener diversos orígenes. Bien por tensión, bien por sobrecarga, e incluso por lesiones. Es importante entonces, saber diferenciar los espasmos que suelen presentarse de forma localizada, donde ocurrió el daño, respecto de la espasticidad. Al emplear estos términos, mi intención es entregarles un pequeño punto educativo, que como hemos dicho anteriormente, no pesa y ayuda mucho en la vida. Mantener presente, que la espasticidad no es en sí una enfermedad, sino consecuencia de alteraciones. Estas podrían tener diversos orígenes, pudiendo presentarse por efecto de una enfermedad cerebrovascular o por traumas en la médula espinal.
Esta alternativa natural, que presento, logra equilibrar, muchos de los componentes presentes en aceites esenciales muy conocidos, el aceite de coco virgen y la cera de abejas. Por ello, constituye en una forma muy inteligente de evitar los efectos secundarios de los medicamentos tradicionales. El aceite de coco virgen posee componentes siniguales, tal es el caso del ácido láurico, el cual, posee comprobadas propiedades antiinflamatorias y analgésicas. La cera de abejas, de utilización milenaria, también aporta propiedades antiinflamatorias, además de antioxidantes.
Los aceites esenciales, logran un singular efecto sinérgico. De esta forma, el eucalipto, aporta elementos que son miorrelajantes, es decir actúan directamente a nivel muscular. La lavanda, componentes que son eficaces analgésicos de acción muy rápida y la menta provee sustancias que protegen de las contracciones musculares, con efectos antiespasmódicos.
Y realmente, esta opción eficaz y natural, fue lo que apliqué a la joven del parque. Su rapidez y aroma, realmente enamoró a ella y a su madre. Ese día, tan pronto llegué a casa, le envié la información que presento en el post. Generalmente, nos vemos casi a diario en el parque y su radiante sonrisa, es la prueba inequívoca de unos músculos sanos.
“La flexibilidad es crucial para mi estado físico. La incorporación de un buen calentamiento en cada sesión disminuye mis posibilidades de lesión. Utilizo estiramientos dinámicos y estáticos en mi entrenamiento”. Samantha Stosur
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Referencias:
https://www.mayoclinic.org/es-es/symptoms/muscle-pain/basics/causes
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC5751100/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC3703330/
https://www.obesity-summit.eu/a-little-too-tense-here-are-the-best-natural-muscle-relaxers/
https://www.webmd.com/pain-management/use-muscle-relaxants
https://www.sciencedirect.com/topics/medicine-and-dentistry/muscle-relaxant
https://www.intechopen.com/books/aromatic-and-medicinal-plants