La LMC representa entre un 15 o 20% del total de leucemias y su incidencia en España se estima en 15 nuevos casos por millón de habitantes y año en adultos. Aparece de forma muy poco frecuente en niños. En la mayoría de las ocasiones se suele diagnosticar a partir de los 65 años.
En la actualidad, la mayoría de los enfermos de LMC no presenta síntomas anormales en el momento del diagnóstico, ya que la primera manifestación de la enfermedad es el aumento de las cifras de leucocitos en la sangre (leucocitosis). La leucocitosis no produce síntomas relevantes y suele ser detectada en un análisis de sangre rutinario o realizado para estudiar otro problema de salud del paciente.
Si la LMC no se detecta al no haber realizado análisis de sangre, se producen síntomas de enfermedad. Cansancio, debilidad, pérdida de apetito y de peso, sudores sin explicación o dolor de huesos pueden alertarnos de la presencia de la patología.
Hoy en día el tratamiento de un paciente con LMC se basa en la administración de un inhibidor de la tirosincinasa (ITK). Aunque el pronóstico de la LMC dependerá de la fase en que se encuentre la enfermedad en el diagnóstico y de la edad del paciente, ha cambiado radicalmente en la última década gracias al descubrimiento y aplicación de estos nuevos fármacos que atacan exclusivamente a las células cancerosas sin dañar a las normales. Gracias a ellos, muchos pacientes mantienen la enfermedad en fase crónica durante muchos años. “Estos pacientes pueden hacer una vida casi normal, solo que tienen que seguir un tratamiento de por vida e intentar llevar una vida saludable. Por lo demás, pueden trabajar, viajar, hacer deporte…”, señala la dra. Concepción Boqué, del Servicio de Hematología Clínica del Hospital ICO L'Hospitalet.
El trasplante alogénico de médula ósea se reserva a pacientes jóvenes con la enfermedad en fase avanzada o a pacientes que no responden al tratamiento con ITK. Este método ha supuesto una supervivencia libre de enfermedad a los cinco años entre el 60 y el 85%. La mayoría de estos pacientes están curados, sin necesidad de tratamiento para la LMC nunca más.
¿Conoces a alguien con esta patología?
Imagen: comedy_nose/Flickr