Desde los años 30 se han utilizado extractos de levadura para curar heridas por sus propiedades regenerantes y reparadoras. Entonces no se podía comprender por qué los extractos eran capaces de producir este efecto. Durante la década de los 70 y con la ayuda de numerosos estudios, se descubrió que la capacidad de generar estas respuestas en la piel residía en unas pequeñas moléculas llamadas péptidos.
Los péptidos están formados por la unión de unas moléculas llamados aminoácidos. Los aminoácidos son constituyentes imprescindibles para la vida, ya que la unión de muchos de estos conforma las proteínas. Generalmente los péptidos no suelen estar formados por más de 10 aminoácidos, mientras que en las proteínas siempre encontramos más de 100.
Los péptidos en la naturaleza tienen multitud de aplicaciones. En el ámbito de la cosmética podemos encontrar algunos que ayuden a disminuir la síntesis de melanina, teniendo aplicación en productos despigmentantes, otros que actúen sobre los capilares Sin embargo, los que hoy nos interesan tienen su efecto sobre las arrugas de la piel.
Podemos distinguir tres grupos de péptidos dirigidos a acabar con las arrugas:
1. Péptidos señal
Firmeza, tensión, elasticidad son factores que reúnen las pieles jóvenes. Todas estas cualidades son transmitidas gracias a su alto contenido en proteínas. En la parte interior de la piel (dermis), podemos encontrar todo un entramado de proteínas, donde su mayor exponente, el colágeno, es el responsable de aportar la firmezaa la piel.
A medida que envejecemos, la capacidad para recuperar el colágeno perdido va disminuyendo, apareciendo los signos típicos del envejecimiento.
Los diferentes péptidos que se incluyen en este grupo actúan sobre la regulación del colágeno, aumentando su síntesis o disminuyendo su degradación.
El referente más conocido de este grupo es Matrixyl. Matrixyl es un pentapéptido (contiene 5 aminoácidos) que se ha visto en diversos estudios su capacidad para aumentar la síntesis de diversos tipos de colágeno, disminuyendo a nivel óptico las arrugas. En el listado de ingredientes lo encontraremos bajo el nombre de palmitoyl pentapeptide-3.
2. Péptidos neurotransmisores
Esta segunda categoría de péptidos actúa de forma similar a la neurotoxina producida por Clostridium botulinum, más conocida con el nombre de botox. Realmente, el botox también es un péptido, sin embargo, no se puede aplicar de forma tópica porque es incapaz de atravesar la piel debido a su gran tamaño.
Los péptidos neurotransmisores se diregen a las uniones neuronales cercanas a su lugar de aplicación y consiguen inhibirlas. De esta forma consiguen relajar la musculatura facial acabando con las arrugas más profundas. Son verdaderamente útiles para actuar contra las arrugas que aparecen consecuencia de la expresión facial: patas de gallo, arrugas de la frente y del contorno bucal.
Dentro de este grupo se debe destacar la Argirelina, un hexapéptido (formado por 6 aminoácidos) que es capaz de desactivar la unión neuronal. En un estudio demostró un 27% de mejora en las arrugas tras 30 días de tratamiento. En el listado de ingredientes lo encontraremos bajo el nombre de acetyl hexapeptide-3.
3. Péptidos transportadores
Actúan estabilizando y repartiendo diversos elementos imprescindibles para diversos procesos celulares, como por ejemplo la formación de nuevos vasos sanguíneos o la reparación de heridas.
El péptido más conocido de esta categoría actúa estabilizando el cobre, un elemento esencial para diversos procesos fisiológicos que ocurren en la piel. Al estabilizarlo permite una mejor disponibilidad de este elemento, y las reacciones se producen con mayor facilidad.
El máximo exponente de este grupo es un tripéptido conocido como GHK. GHK representa los 3 aminoácidos que lo conforman, glicina, histidina y lisina. Podemos encontrarlo en nuestros productos bajo el nombre de tripeptide-1.
Hoy en día, los péptidos son una de las mejores herramientas que dispone la dermocosmética para combatir las arrugas. Sus ventajas más reconocidas son su gran efectividad, su perfil de seguridad y su bajo coste de producción. Sin embargo, aún hay un problema que tratar, la dificultad que presentan para atravesar la piel y ejercer su efecto.
Para afrontar el problema de la baja penetrabilidad se ha recurrido a dos tácticas:
Unión con moléculas que les ayuden a atravesar la piel. En este sentido, veremos que muchos de estos ingredientes van precedidos por la palabra palmitoyl o acetyl.
Formulaciones especiales que permitan su absorción, como por ejemplo los liposomas.
Los péptidos en cosmética son una de las nuevas opciones para tratar los signos del envejecimiento. Muchos de los estudios utilizados para incorporar los péptidos en los cosméticos se han realizado in vitro. Como es bien sabido, los efectos in vitro no se traducen en todos los casos a situaciones reales. Por ello, una revisión de la efectividad de estos productos tras su salida al mercado es imprescindible para corroborar su efectividad y así podernos beneficiar todos de su utilidad.