La osteoporosis no es la única enfermedad que se relaciona con los huesos. La osteomalacia se trata de una enfermedad que provoca el reblandecimiento de estos debido a una carencia de vitamina D o a un problema por parte del cuerpo para descomponer y usar dicha vitamina.
Causas
Las causas que provocan la aparición de esta enfermedad ósea son muchas, generalmente son:
Insuficiencia de vitamina D en la dieta.
Exposición insuficiente a la luz del sol, que produce vitamina D en el cuerpo, o uso de un protector solar demasiado fuerte. También los días con luz solar muy cortos como los que se dan en las estaciones frías o durante todo el año en algunos países, e incluso la niebla contaminada.
Una mala absorción de la vitamina D por parte de los intestinos.
Factores de riesgo
Es importante recordar que las personas de edad avanzada y quienes no toman leche tienen un mayor riesgo de sufrir osteomalacia. Además, existen otras patologías o situaciones que aumentan el riesgo de padecer esta enfermedad como:
Cáncer.
Trastornos del metabolismo de la vitamina D.
Insuficiencia renal y acidosis.
Insuficiencia de fosfato relacionada con su consumo escaso en la dieta.
Enfermedad hepática.
Algunos medicamentos.
Síntomas
Algunos de los síntomas o consecuencias que pueden aparecer con la osteomalacia son:
Fracturas óseas que suceden sin una lesión real.
Debilidad muscular.
Dolor diseminado en los huesos, sobre todo en las caderas.
Además, como consecuencia de los niveles bajos de calcio, pueden aparecer otras señales como, por ejemplo:
Entumecimiento alrededor de la boca.
Entumecimiento alrededor de los brazos y las piernas.
Espasmos en las manos y los pies.
Diagnóstico y tratamiento
Con el objetivo de verificar cómo son los niveles de vitamina D, creatinina, calcio y fosfato se realizarán exámenes de sangre. Igualmente se podrá realizar una biopsia ósea, una radiografía y una prueba de densidad ósea para comprobar el estado de los huesos y revelar un reblandecimiento de los mismos.
En caso de encontrar algún resultado anómalo, podrían realizarse otro tipo de pruebas para encontrar una respuesta al estado de los huesos.
En cuanto al tratamiento, suele consistir simplemente en la ingesta de suplementos de vitamina D, calcio y fósforo en diferentes dosis según las características de cada paciente. En general, los afectados sentirán mejoría en pocas semanas aunque, no obstante, los síntomas pueden reaparecer con el tiempo.
Finalmente, merece la pena recordar que esta es una enfermedad que se puede prevenir en casi todos los casos llevando a cabo unos saludables hábitos de vida como: consumir una dieta rica en vitamina D y recibir muy buena luz solar (sin descuidar la protección) para evitar una deficiencia de dicha vitamina.
Fuente: MedlinePlus.
Imágenes (por orden de aparición): Alejandra Mavroski/Flickr, _overanalyzer/Flickr, danielmviero.com/Flickr y martinak15/Flickr.
