La multinacional Kellogg’s defendió o hace mucho el consumo de transgénicos y es que estos cereales se elaboran con maíz transgénico.
Esta multinacional que por supuesto solo mira por sus beneficios económicos sin que les importe lo más mínimo nuestra salud y la de nuestros hijos, defendió en su día el consumo de transgénicos diciendo la gran falacia de que son seguros para el consumo humano.
Que se obtenga una mayor producción es una cosa y que sean buenos para nuestro consumo es otra muy distinta.
Son millones de niños en todo el mundo los que comienzan el día alimentándose con cereales transgénicos de Kellogg’s y por supuesto la mayoría de los padres desconocen que sus hijos se estén alimentando con este tipo de comida modificada genéticamente.
En Estados Unidos esta marca de cereales mantiene la marca Kashi como una línea de productos que se elabora sin alimentos transgénicos. ¿Pero y en el resto del mundo?
Los grandes intereses económicos hacen que los gobiernos que están muy por debajo de las grandes corporaciones permitan que se nos vendan productos transgénicos y la desinformación y desconocimiento de las personas hace que a consta de nuestra salud estas multinacionales sigan ganando millones de $.
Los alimentos deshidratados de Kellogg’s y Nestlé
Las compañías Kellogg’s y Nestlé celebraron por todo lo alto que se aprobara hace 2 años un nuevo método para deshidratar los alimentos basado en el uso de las ondas de microondas.
Con este método se produce la deshidratación de alimentos como frutas o conservas pero a pesar de lo que han dicho, este método si es perjudicial para nuestra salud.
Realmente el método de la deshidratación por ondas de microondas, una vez más solo beneficia a las grandes compañías, ya que supone un gran ahorro si se compara con otras técnicas tradicionales.
Con este sistema de deshidratación se tratan alimentos como carnes, mariscos, frutas, verduras y aperitivos bajos en grasa.
Este proceso produce cáncer como demostraron científicos en el año 2002 cuando observaron que las ondas microondas producen una sustancia llamada acrilamida que es cancerígena.
De hecho se puede ver una publicación de una investigación realizada por la doctora Margareta que fue la primera en encontrar la sustancia cancerígena acrilamida en los alimentos tratados con las ondas microondas.
El motivo para que corporaciones sin escrúpulos como Kellogg’s o Nestlé que son socias de Monsanto celebren la utilización de las ondas microondas para la deshidratación de los alimentos es que tal como sucede con los transgénicos, con la deshidratación se eliminan las vitaminas de los alimentos, de manera que se generan clientes a gran escala para la industria farmacéutica.
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