Estando un día en el parque, donde suelo acudir con mis amigas, una de ellas se fue de bruces. Iniciábamos el regreso de nuestros ejercicios matutinos y ella cayó de forma muy rápida. Ninguna de nosotras, pudo ayudarla a evitar su caída. Afortunadamente, ella colocó rápidamente sus manos y fueron ellas, las que amortiguaron la caída.
La ayudamos a incorporarse y caminamos rápidamente, para llegar hasta mi casa y realizarle los primeros auxilios. Al llegar a mi casa, lavé mis manos con agua y jabón, secándolas luego muy bien. Con mis manos limpias, procedí a lavar de la misma forma, las de mi amiga, antes de aplicarle un antiséptico natural.
Este incidente me permitió, darle una serie de pautas, que son muy necesarias a seguir en situaciones como ésta. Fui hablándole de algunos errores que, por lo general, vienen siendo arrastrados desde varias generaciones. Aquí, me estoy refiriendo al uso indebido del agua oxigenada para desinfectar heridas, pues se extrañó que no la utilizara.
El agua oxigenada o peróxido de hidrógeno, es un antiséptico muy conocido por todos. Las burbujas y efervescencias, que observamos, son oxígeno que se libera. Esta reacción ocurre, por efecto del contacto del peróxido con la catalasa. Esto destruye de forma eficiente las bacterias, sin embargo, se ha estudiado que también ataca a las células sanas.
Este introito, lo hice para mencionarle a mi amiga, que es posible hacer uso de una serie de antisépticos naturales. Incluso, comenzando por el que utilicé en las raspaduras de sus manos. Dado lo interesante del tema, preparé un sencillo articulo para compartirlo aquí en mi blog. Pienso que servirá para utilizarlo en algún momento. Agradezco mucho que siempre compartan con otras personas, como ha sido hasta ahora.
¿Qué es un antiséptico?
De acuerdo a su definición, sin pretender atiborrarte de términos técnicos, los antisépticos son agentes que destruyen o inhiben el crecimiento y desarrollo de microorganismos. Este mecanismo de acción es realizado en los tejidos vivos. Los antisépticos, poseen un fuerte efecto antimicrobiano. Y se sabe además, que a diferencia de los antibióticos, que poseen una acción selectiva, los antisépticos tienen múltiples objetivos.
Esto implica, que presenten un espectro más amplio de acción, que incluye: bacterias, hongos, virus, protozoos y priones. Es por ello, que son utilizados con mucha frecuencia en instituciones hospitalarias. Básicamente con la finalidad de reducir el riesgo de infección durante la cirugía y otros procedimientos.
¿Existe alguna diferencia entre un antiséptico y un desinfectante?
Considero importante, hablar brevemente de ciertos términos, que usualmente son utilizados de forma inapropiada. Aunque los antisépticos y desinfectantes, poseen usos similares, es decir son utilizados para eliminar microorganismos, ellos son sustancias diferentes.
Suele ocurrir, que mucha gente se refiere a ellos de forma indistinta. Sin embargo, es bueno saber, que los antisépticos se utilizan en el cuerpo y los desinfectantes en toda superficie inerte. Como ejemplo, el médico aplica un antiséptico sobre el paciente que va a ser operado. Por lo tanto, aplica un desinfectante en la mesa de operaciones.
Cabe destacar, que tanto los antisépticos como los desinfectantes contienen agentes químicos que a veces se denominan biocidas. El agua oxigenada o peróxido de hidrógeno, es un ejemplo de un compuesto utilizado tanto en antisépticos como en desinfectantes. No obstante, por regla general, los antisépticos poseen concentraciones más bajas de biocidas que los desinfectantes.
Usos más frecuentes de los antisépticos
Los antisépticos tienen una variedad de usos tanto dentro como fuera de los entornos médicos.
En ambas situaciones, se emplean aplicados en la piel o en las membranas mucosas. Sus usos más comunes son para desinfectar:
Manos
Es frecuente su uso en profesionales de la salud en entornos hospitalarios
Membranas mucosas
De uso generalizado en uretra, vejiga o vagina, antes de realizar el procedimiento de inserción de un catéter. Además de ello, se emplean para ayudar en el tratamiento de infecciones en estas zonas del cuerpo.
Piel
Su uso es muy frecuente antes de realizar cualquier tipo de cirugía. Esto protege nuestro organismo de cualquier patógeno que pueda estar adherido a ella. Son utilizados también, para evitar la proliferación de microorganismos dañinos y riesgo de infección por efecto de cortes menores, quemaduras leves y heridas.
Boca y garganta
Existen antisépticos, muy eficaces para el control de casi todos los microorganismos patógenos periodontales. También, son de uso frecuente en el tratamiento de infecciones bucofaríngeas leves como estomatitis, glositis, gingivitis y faringitis. Aquí se incluyen, procesos inflamatorios, tanto pre como postoperatorio odontológico.
Tipos de antisépticos más comunes
A pesar de que los antisépticos realizan el mismo efecto sobre piel y mucosas, se han dividido de acuerdo a su naturaleza química en orgánicos e inorgánicos.
Orgánicos
Alcoholes: Propílico y etílico
Fenoles: hexaclorofeno y cloroxilenol
Colorantes: violeta de genciana, azul de metileno
Tensioactivos: aniónicos (jabones); catiónicos (sales de aminas)
Biguanidas: Gluconato de clorhexidina
Inorgánicos
Sales minerales: cobre, plata, zinc y mercurio
Ácidos: ácido bórico y ácido acético (vinagre)
Oxidantes: Peróxido de hidrógeno (agua oxigenada)
Halogenados: tintura de iodo, iodóforos
¿Son seguros los antisépticos químicos?
Realmente, este es un tema bien delicado. Se sabe que algunos antisépticos fuertes pueden, causar quemaduras químicas. También pueden originar estados alérgicos o de irritación severa, si se aplican sobre la piel sin diluirse con agua. Se ha visto, además, que los antisépticos diluidos, pueden causar irritación por su exposición prolongada. Este tipo de irritación se llama dermatitis de contacto irritante. Cuando utilices antisépticos químicos en casa, procura no aplicarlos por periodos mayores a una semana.
Existe un reporte muy importante, publicado el 2017 por La Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA). En él, se mencionan 52 casos de reacciones alérgicas graves(anafilaxia). Estos casos, estaban vinculados al uso de productos contentivos de gluconato de clorhexidina. Dos de los casos reportados resultaron en muertes.
Por otra parte, la FDA prohibió hace poco 24 ingredientes en antisépticos de venta libre. Esta prohibición entró en vigencia a partir del 20 de diciembre de 2018. Esto se debe a la preocupación sobre el tiempo de exposición de estos ingredientes en el cuerpo. Aunado además a la falta de evidencia sobre su seguridad y efectividad.
El principal ingrediente prohibido, se trata del conocido triclosán. El resto de la lista, no está presente en los antisépticos de uso más frecuente. Ya los fabricantes se encuentran actualizando sus productos, para de esta forma acatar la regulación.
De acuerdo a ésta y otras experiencias, es importante evitar el uso de antisépticos de venta libre para el uso de heridas:
A nivel de los ojos
Producidas por mordeduras
Profundas o de gran extensión
Tejido necrosado por quemaduras severas
Que contengan objetos extraños o impurezas
Si se presentan eventos similares a estos, es importante acudir a un médico o a una institución hospitalaria competente.
Antisépticos naturales
Considerando, algunos de los efectos negativos de los antisépticos químicos sobre la salud y el ambiente, les mostraré alternativas diferentes. Por medio de ellas podrán disfrutar de sus excelentes propiedades sin los efectos adversos de los desinfectantes tradicionales.
1. Zumo de Limón
Se sabe que este extraordinario fruto, es rico en ácido ascórbico y ácido cítrico. Estudios recientes, destacan que además posee alcaloides, flavonoides, esteroides, terpenoides, saponinas, glucósidos cardíacos y azúcares reductores en el zumo del fruto. Esto le confiere, potentes propiedades antisépticas e inmunoprotectoras. Además de ello, es muy eficiente en sus efectos positivos sobre los procesos digestivos y circulatorio. Sin mencionar sus excelentes efectos sobre la función inmune y el sistema linfático.
2. Vinagre de sidra de manzana
Este milenario aliado de la salud, ha sido utilizado en combinación con la miel, para el tratamiento de infecciones. Son muchos los usos que incluso estableció el mismo Hipócrates, incluyendo la protección de heridas abiertas en la piel. Es uno de los tratamientos más empleados en el tratamiento de afecciones de garganta y úlceras en la mucosa bucal. Aparte del elemento esencial, ya conocido por todos que es el ácido acético, posee otros constituyentes importantes.
Dentro de ellos destacan: vitaminas, sales minerales y aminoácidos. Posee además una serie de compuestos polifenólicos como ácido gálico, ácido cafeico catequina y ácido ferúlico. También está formado por una serie de ácidos orgánicos no volátiles: tartárico, málico, cítrico y láctico.
3. Aceite esencial de anís
Esta planta, también posee una data de cientos de años de utilización con fines medicinales. Los registros más antiguos se elaboraron por los egipcios, hace unos 1.500 años. Se ha empleado de forma tradicional en países como India, China, Grecia e Italia. Sus semillas contienen dos aceites volátiles llamados trans-anetol y estragol. Posee también, una serie de ácidos grasos, tales como palmítico y oleico. Además de carbohidratos, proteínas, metilcavicol, escopoletina, eugenol y anisaldehido.
Este aceite, posee excelentes propiedades antisépticas. Es utilizado ampliamente en el tratamiento de: asma, bronquitis, resfriados, espasmos gastrointestinales, gastroenteritis y dispepsia. A nivel tópico, ha mostrado efectividad en el tratamiento de pitiriasis, pie de atleta, candidiasis y pediculosis. Incluso, se ha empleado de forma positiva en el tratamiento de enfermedades respiratorias, el tratamiento de ulceraciones bucales y de heridas.
4. Aceite esencial de alcanfor
El alcanfor se extrae del árbol conocido como alcanforero, cuyo nombre botánico es Cinnamomum camphora. Es un árbol de gran porte y es oriundo de Asia, específicamente de Borneo. El aceite de alcanfor posee excelentes propiedades antisépticas, insecticidas, germicidas y analgésicas. Es tan potente su acción, que en algunos lugares del mundo se utiliza como desinfectante del agua potable. Es un excelente estimulante del sistema digestivo, siendo muy empleado en el control de diarreas y gastroenteritis.
Además de ello, son muchas las afecciones de la piel, que pueden tratarse con alcanfor. Combate muy bien el escozor, la irritación y el acné. Ha sido empleado de forma muy eficiente en el tratamiento de quemaduras, eccema y hongos en las uñas. Sus principales componentes son alcohol, canfeno, alcanfor, terpeno, borneol, pineno y safrol.
5. Aceite esencial de canela
El aceite esencial de canela, ha sido utilizado también desde antaño y contiene una serie de compuestos que poseen propiedades importantes. Se han realizado algunos estudios, que permiten concluir que el aceite esencial de canela, es muy eficiente en el control de Streptococcus mutans, una bacteria muy relacionada con la caries.
También, se ha observado su efecto sobre Escherichia coli, Salmonella typhimurium, Listeria monocytogenes y Vibrio vulnificus . Sus principales compuestos bioactivos son: acido cinámico, ácido benzoico, eugenol, carvacrol y timol. Ha sido muy útil para desinfectar la cavidad oral, la tráquea y la laringe, impidiendo la multiplicación de los virus y combatiendo tos y resfriados.
6. Aceite esencial de orégano
Esta planta, tan conocida por todos, ha sido muy estudiada. Se sabe, que posee una serie de compuestos bioactivos, que le confieren propiedades antisépticas. Dentro de ellos, destacan: carvacrol, timol, γ-terpineno y p-cimeno. Posee también: Terpineol, linalool, β-Mirceno y β-caryophylleno. Todos ellos, han demostrado mucha eficacia en la prevención de cepas microbianas resistentes a los antibióticos.
Sin embargo, muchas pruebas clínicas, han demostrado que el aceite esencial de orégano posee otros beneficios. Estos incluyen: Control del pie de atleta y hongos en las uñas, gingivitis, dolores de muelas, resfriados comunes y acidez estomacal. Se ha usado eficientemente en el combate de Escherichia coli.
7. Miel orgánica
Mucho se ha escrito e investigado, sobre esta maravilla de la naturaleza. La miel es un antiséptico natural y hay varios estudios que confirman su utilización en el tratamiento de heridas. Por otra parte, existen evidencias, que la miel es excelente para la curación de quemaduras. De hecho, se ha observado que la miel cura quemaduras de forma más eficiente que los apósitos convencionales.
También se ha visto que la miel, es más efectiva para sanar heridas postoperatorias que los antisépticos químicos. Se ha observado que posee agentes antimicrobianos que matan las bacterias que se encuentran dentro y alrededor de la herida. Su empleo, también ha estado vinculado al tratamiento de afecciones en la garganta, en úlceras bucales, en infecciones estomacales y estados diarreicos.
Cada día se valoran sus propiedades en el combate de bacterias resistentes a los antibióticos como: Bacillus subtilis, Staphylococcus aureus, Escherichia coli, Pseudomonas aeruginosa y Enterococcus faecium. No olvidemos, que la miel se compone de azúcares simples, aminoácidos, enzimas y electrolitos. Y viene además potenciada con vitaminas, antioxidantes, oligoelementos y minerales.
Una característica adicional la convierte en esa medicina de altísima confianza. Me refiero a su extraordinario pH, el cual oscila entre 3 y 4, siendo muy potente contra muchos microorganismos. Ayudando no solo en su actuación como excelente agente antiséptico, sino eliminando las infecciones, calmando el dolor y disminuyendo la inflamación.
Concluyendo
Ya creo que no cabe duda, sobre lo bondadoso de la naturaleza. Si somos acuciosos, nos daremos cuenta que por más que el hombre haga muchos esfuerzos, no logrará sustituir completamente a la naturaleza.
Pienso que muchos de los regalos, que nos da el Creador expresado en esencias, aceites y aromas, son indescriptibles. Esta palabra, la utilizó mi amiga, cuando aplique en sus raspaduras una mezcla de zumo de limón y miel. Por supuesto, que al principio sintió un pequeño ardor, pero mayor fue el alivio que sintió posteriormente.
De todas las cosas que conversé con mi amiga, que son las mismas que traigo en el post, ninguna le llamó más la atención, que la presencia de muchos productos dañinos, que hemos utilizado durante años. Ella de verdad agradeció mi apoyo en el incidente (tengo razón acerca de que no existen las casualidades). Su caída, trajo una serie de cosas hermosas para su vida. Me prometió, hacer uso de los antisépticos naturales en su familia.
Así es el universo que nos rodea, muchas cosas están gravitando dentro y fuera de nuestro mundo. Siempre, el Creador, nos presenta oportunidades invaluables para aprender a ser mejores personas. Mi amiga, por ejemplo, me confesó que ella había escuchado acerca de los antisépticos naturales, sin embargo, nunca los utilizó. Ahora, es una verdadera defensora de los tratamientos alternativos. Me dijo que, con ellos, logró comprender el verdadero lugar que tenemos en la naturaleza.
“Hay un libro abierto siempre para todos los ojos: la naturaleza”
Jean-Jacques Rousseau
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Referencias:
https://theecologist.org/2012/feb/24/natural-antiseptics-safe-your-skin-and-environment
https://www.hindawi.com/journals/omcl/2018/7864269/
https://www.naturaltherapypages.com.au/article/natural_antiseptics
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC1360273/
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/20228250?dopt=AbstractPlus&otool=inluvalib
https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC88925/
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https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pmc/articles/PMC2995283/
https://www.motherherbs.com/antiseptic.html
https://www.fda.gov/media/103203/download