Hasta hace relativamente poco, el consumo de leche en estado natural podía defenderse como algo tradicional y saludable especialmente en el contexto de las costumbres rurales, la situación hoy en día ha cambiado radicalmente. En la actualidad, casi nadie puede consumir leche en estado natural, y todos los productos lácteos que existen en el mercado han sido sometidos a diversos procesos de conservación y transformación.
Para mediados de los años 1800, la vaca promedio proporcionaba aproximadamente solo 2 litros de leche al día. Para el año de 1960, el rendimiento de la vaca era de alrededor de 9 litros al día por animal. El día de hoy, gracias a las nuevas técnicas de crianza artificial del animal, tal y como lo son el uso de antibióticos, la selección genética de la cría, el cambio a consumir cereales genéticamente modificados en lugar de pastura, y el uso de hormonas de crecimiento, han hecho que la vaca actual proporcione hasta 50 litros de leche al día.
Obviamente, esta alteración del proceso natural tiene sus consecuencias, y actualmente estas consecuencias se están viviendo en la forma de diabetes, cáncer, tumores, leucemia, obesidad, enfermedades del corazón y algunas otras más:
- La leche animal estimula al cuerpo a producir mucosidad. Es por esto que cuando se sufre de un resfriado los doctores recomiendan no tomar leche.
- Se nos dice que necesitamos el calcio de la leche para lograr tener huesos fuertes y evitar enfermedades como la osteoporosis. Nada podría estar más alejado de la verdad. El experto en la materia Robert Cohen, escritor del controvertido libro Leche, el veneno letal (Milk the deadly poison), nos dice que las 4 naciones con mayor consumo de lácteos, las cuales resultan ser Dinamarca, Noruega, Holanda y Suecia, son las 4 naciones con mayores índices de osteoporosis y de cáncer de mama.
- La leche ocupa un lugar alto en la lista de productos causantes de alergias y sensibilidad. Se ha demostrado que afecta el comportamiento, sueño, concentración.
Dicho esto, la leche de vaca no es recomendable si queremos estar en forma y en buen estado de salud. Existen alternativas de leches vegetales que son muy accesibles y fáciles de encontrar, como, la leche de arroz, de almendra, de coco, de soja, de avellana, etc...