Algunos casos de degeneración macular son leves y no afectan completamente la visión, mientras que otras formas son severas y pueden causar pérdida de la visión en ambos ojos.
La degeneración macular afecta a la mácula, una pequeña porción central de la retina (capa de tejido fotosensible que cubre la parte posterior del ojo). La mácula es responsable de la visión central (es decir, te permite enfocar tu mirada en el centro del campo visual, justo delante de ti) y es más sensible a distinguir claramente los detalles que el resto de la retina. La buena salud de la mácula nos permite enhebrar una aguja, leer caracteres pequeños, reconocer caras y ver señales de tráfico mientras conducimos. Las zonas de la retina periférica, por otra parte, proporcionan una visión lateral que, en la degeneración macular en ausencia de otras enfermedades oculares, se conserva generalmente.
Tipos de degeneración macular
Se pueden distinguir dos formas principales de degeneración senil macular: seca y húmeda.La degeneración macular seca ocurre cuando se acumulan pequeñas proteínas amarillentas y depósitos glicémicos, llamados "drusens", debajo de la retina debido a la reabsorción de la sangre. Debido a la presencia de drusens, la mácula puede adelgazar y dejar de funcionar correctamente, lo que lleva a una disminución gradual de la visión. En las etapas más avanzadas de la patología, el adelgazamiento de la capa de células fotosensibles puede llevar a la atrofia o a la muerte del tejido. Además, en algunos casos, la degeneración macular seca puede progresar a la forma húmeda.
La degeneración macular húmeda (o exudativa) representa sólo el 10% de todos los casos. La patología se caracteriza por el crecimiento de vasos sanguíneos anormales de la coroides, en correspondencia con la mácula (neovascularización coroidea). La deformación y distorsión de la visión es causada por la liberación de sangre y líquidos de los vasos sanguíneos neoformados, que se acumulan bajo la mácula y la elevan. La degeneración macular húmeda es más agresiva que la forma seca, ya que puede causar una pérdida rápida y grave de la visión central (debido a la cicatrización de los vasos sanguíneos).