En el mundo del deporte existen diversos trastornos y/o enfermedades con los que debemos tener especial cuidado ya que pueden afectar de gran manera en nuestro rendimiento negativamente. En esto se encuentra incluida la anemia, la cual no podemos considerarla una enfermedad como tal si no más bien como un grupo de síntomas causados por una verdadera enfermedad. En el día de hoy conoceremos todos los aspectos más importantes con respecto a este tema.
Causas de la anemia
La anemia se produce con la misma frecuencia tanto en los que practicamos deporte como en el resto de las personas. La principal diferencia es que el tipo conocido como “anemia ferropénica” sí que se produce mayormente en los deportistas; esto se debe a que dicho trastorno aparece cuando hay una falta importante de hierro en nuestro cuerpo, lo cual ocurre principalmente a través de la sudoración masiva.
No debemos olvidar que la alimentación también es de vital importancia cuando de anemia hablamos. Si ingerimos mayor cantidad de carbohidratos que de proteína (en la cual se encuentra la mayor cantidad de hierro) también beneficia a la aparición del tipo de anemia anteriormente mencionado.
Prevención de la anemia
Existen distintas pautas nutricionales que podemos seguir para evitar al máximo que se presenten los síntomas de la anemia:
Aumentar en nuestra dieta el consumo del conocido hierro hemínico a través de alimentos como los mariscos y el huevo.
Añadir vitamina C para acompañar al hierro de los demás alimentos y lograr una mejor absorción.
Evitar ingerir en tu dieta alimentos que corten la correcta absorción del hierro como pueden ser cereales, infusiones, fibra y café).
¿Cuándo acudir al médico?
Es importante que acudamos al médico lo más rápido posible si llegamos a sentir los principales síntomas de la anemia, los cuales son: el cansancio, dolor de cabeza continuo, irritabilidad, tendencia a visión borrosa, cabello quebradizo, síncope y palidez.
Siendo deportistas podemos tomar como un signo importante para la anemia cuando el cansancio o la fatiga no nos permite llevar a cabo un ejercicio que normalmente no supone de mayor esfuerzo.
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