Un 18,6% de la población masculina adulta de nuestro país padece obesidad, y un 44,2% sobrepeso. Para Boston Medical Group, estas patologías están directamente relacionadas con los trastornos cardiovasculares, la hipertensión, la diabetes, y aumenta además el riesgo de padecer disfunción eréctil.
Este trastorno alimenticio incide de forma muy negativa en la calidad de vida de los pacientes así como en su capacidad para mantener una actividad sexual saludable, tanto desde el punto de vista psíquico como orgánico. De hecho, según un estudio realizado por estos profesionales, el 67,4% de sus pacientes con disfunción eréctil sufre obesidad o trastornos alimenticios y esta suele ser la causa de su patología.
La obesidad contribuye a padecer enfermedades coronarias, diabetes o hipertensión, incluso a la oclusión del vaso sanguíneo, impidiendo el correcto flujo de la sangre por estas. Puesto que la erección del hombre es un fenómeno de flujos sanguíneos, con la aparición de estos problemas de salud se ve afectada.
Así mismo, una mala alimentación, unos hábitos de vida poco saludables y el sedentarismo provocan el incremento de los tejidos grasos que dan lugar a la transformación de la testosterona periférica en estrógenos (hormonas femeninas). Todo ello genera cambios en el carácter sexual del hombre que reduce la capacidad de mantener relaciones sexuales.
¿Lo sabías?
Imágenes: Travis Isaacs/Flickr