Según las cuidadoras de la residencia ‘SAR Ciudad de Móstoles’, que tratan diariamente con personas con Alzheimer, “es importante no derrumbarse una vez que se le diagnostica a alguien cercano esta enfermedad, ya que el familiar necesitará ayuda en todo”. Desde ese momento la vida de todos los que le rodean cambia y debe modificarse según vaya pasando por las diferentes etapas.
Las personas con Alzheimer necesitan supervisión en un primer momento y ayuda progresivamente y, para hacer frente a esto, necesitamos preparación y unión familiar. A continuación te mostramos los cambios que se producen en el núcleo de una familia y te apuntamos consejos para tratar a los pacientes y para cuidarse uno mismo.
Cambios que se producen en la vida
Cambios en las relaciones familiares. Lo primero es nombrar a un cuidador principal que será respaldado por el resto de los miembros. Será quien esté al día de todas sus citas con el médico o su cartilla del banco, por ejemplo. Cada uno tiene que asumir unas tareas nuevas y ayudar en todo lo posible. Patricia Serantes, familiar de paciente con Alzheimer, nos cuenta cómo se dividieron en su familia las tareas: “Por las mañanas ella estaba cuidada por una cuidadora, a medio día las nietas nos quedábamos con ella hasta que llegaba de trabajar una de sus hijas. Ésta le daba de comer, cambiaba el pañal, etc. y por la noche dormía con la otra hija”.
Cambios en el trabajo y en la situación económica. Es importante advertir al jefe de nuestra nueva situación ya que habrá ocasiones en las que tengamos que ausentarnos del trabajo. Los gastos también aumentarán según vayamos apoyándonos en cuidadoras o residencias de día.
Cambios en el tiempo libre. Éste se verá reducido por nuestro nuevo papel. Veremos menos a los amigos y disfrutaremos menos de los fines de semana, aún así tendremos que reservarnos siempre un momento para nosotros mismos.
Cambios en la salud. Una nueva responsabilidad deriva en una nueva preocupación con la fatiga que ello conlleva.
Cambios en el estado de ánimo. Según el día y cómo se encuentre nuestro familiar nos sentiremos más contentos o más deprimidos, con miedos ante la nueva situación o con sentimiento de impotencia por no poder hacer nada. Hay que aprender a controlarse.
Cómo tratar a un paciente
Según las trabajadoras de la residencia ‘SAR Ciudad de Móstoles’ estas son las pautas que debemos seguir en el cuidado y tratamiento de un paciente con Alzheimer:Háblale despacio y claro, mirándole a la cara.
Coloca en la casa elementos que le orienten, como por ejemplo relojes, calendarios, etc. y evita cambiar la decoración.
La rutina en las horas de comida, baño, paseo son muy importantes. Deben ser a la misma hora y en el mismo lugar.
No llenar el plato y trocear la comida.
Si está agresivo, permanece tranquilo y no le regañes. Recuerda que no sabe lo que hace.
Cómprales calzado fácil de poner y quitar y prendas que se desabrochen con facilidad. De esta forma no sentirá que depende de ti en todo momento.
No le dejes salir solo de casa y asegúrate que lleva siempre la documentación con su nombre, dirección y teléfono.
Mantén su ambiente tranquilo, sin ruidos fuertes, o puede ser que se asuste al no saber de qué se trata ni relacionarlo con nada.
Por la noche deja una luz suave que evite la oscuridad. Puedes ponerle unas pequeñas lámparas que venden para cuando los niños comienzan a dormir solos.
Acepta que hay limitaciones a la hora de realizar actividades o la impotencia de no saber qué hacer poco a poco te consumirá.
Explícale cada cosa que hagáis de la rutina diaria. Dale su tiempo, tienes que ser muy paciente con él.
Visita al médico con regularidad ya que, llegará un momento, que si él se encuentra mal realmente no lo sabrá.
Quiérele y trátale con naturalidad. Aunque no te reconozca siente el cariño que los demás le profesan y necesita saber que no está solo, que estáis ahí con él.
Cuídate a ti mismo
Si tú no te encuentras bien no estarás en disposición de cuidar a tu familiar enfermo. Hay que dedicarse tiempo a uno mismo y saber delegar tareas en los demás. Todos están ahí para ayudar. No dejes de tener un rato de ocio cada día en el que, debes evadirte completamente.Existen Asociaciones de Apoyo Mutuo para informar y formar a los cuidadores principales y a la familia en general. A ellas se puede acudir en caso de sentirse perdido o de necesitar respuestas a las preguntas que puedan plantearse durante el desarrollo de la enfermedad.
Sobre todo cuida la unidad familiar. Ésta puede ser que se tambalee en determinados momentos pero, la unión y la fortaleza de la misma, hará llevar la situación de mejor forma. Además, nadie mejor que los que te quieren para afrontar las situaciones duras.