Lipofilling, lo más nuevo en aumento de senos. Las microinyecciones de tejido adiposo garantizan resultados naturales y sin cambios durante toda la vida.
Tener un pecho totalmente bio-compatible que mantenga la sensibilidad y el aspecto natural, es el sueño de todas las mujeres que quieren hacerse una mamoplastia de aumento. Hoy este sueño es una realidad gracias a esta técnica en la que se usa tejido adiposo del cuerpo de la persona que quiera tener un pecho más grande.
En comparación con otras técnicas, el injerto de tejido adiposo autólogo tiene una serie de ventajas:
Se trata de un tejido que el cuerpo conoce y eso hace que sea biocompatible y no de reacciones alérgicas.
Además, el resultado final es de lo más natural, es decir, que no queda el pecho rígido como puede pasar con otras técnicas.
Conserva la sensibilidad. Al tocar el pecho tendrá sensibilidad al igual que cuando se hace sin que haya sido modificado.
Y algo que a veces no tenemos en cuenta y que es muy importante es que el resultado se mantiene el resto de la vida y sigue los cambios en el peso corporal.
Es mucho más económica que otras técnicas que se usan para aumentar el pecho.
Este tipo de tratamientos debe hacerse en clínicas especializadas y con profesionales reconocidos, como por ejemplo, el Dr. Pedro Darnell que ha sido nominado el mejor cirujano plástico de DoctoraliaAwards 2016, de la Clínica de cirugía estética en Barcelona Quirón Dexeus y GIAH (Clínica Bofill).
Esta técnica consiste básicamente en pasar la grasa de una parte del cuerpo del paciente a la zona del pecho con el fin de redefinir el perfil morfológico de las áreas específicas. Se extrae la grasa de zonas en las que sobre y que la paciente quiera reducir. Para ello se emplean unas cánulas finitas para causar el menor trauma posible. Otra cosa a tener en cuenta es que la grasa no pasa de una zona a otra sin antes depurarla mediante técnicas como el filtrado o centrifugado. Cuidado con los sitios que ofrezcan este servicio, informaros bien antes de llevarla a cabo y no os sometáis a cualquier intervención sin antes preguntar en persona y confirmar que sea un centro cualificado.
Este método está indicado tanto para el aumento de volumen de un pecho (siempre que quieran un aumento discreto o moderado), como con el fin de reconstruir el seno después de la extirpación de un tumor, o para modificar deformidades congénitas o adquiridas.
Eso sí, las personas que quieran someterse a este tratamiento tienen que tener suficiente grasa en las zonas del cuerpo de la que se vaya a extraer para poder llevarlo a cabo. Normalmente se hace con la grasa del abdomen, flancos o cartucheras.
Si la persona no tiene suficiente grasa no se podrá usar esta técnica porque no es posible utilizar la grasa de otras personas. Quisiera hacer un inciso en este punto porque el hecho de estar delgada no necesariamente significa que no se pueda llevar a cabo esta técnica, dependerá de los depósitos de grasa que se puedan extraer sin que sea perjudicial ni deje secuelas estéticas en la persona.
El secreto del lipofilling, en definitiva, radica en el uso racional de la “materia prima”, o la grasa corporal. Las inyecciones de grasa deben ser de pequeñas cantidades y se implantan entre la piel y la glándula, en el tejido subcutáneo, sin usar el tejido mamario para evitar la formación de calcificaciones o quistes.
Para el aumento de senos de una copa basta con una sesión y se pueden realizar más sesiones si se quiere aumentar más talla. Para la reconstrucción en caso de post mastectomía se necesitan más sesiones, dependerá del volumen de la mama que tenga que ser reconstruida. Si lo que se quiere es modificar el pecho tras un tratamiento por radioterapia aún se necesitarán más sesiones que en los casos anteriores.
En cuanto al post-operatorio, el pecho se ve hinchado unos cuantos días, incluso en algunos casos puede durar unas semanas o meses (aunque es menos frecuente), luego esta inflamación se reduce y quedará la talla que se pretendía.
También es normal que la zona en la que se ha añadido grasa quede dolorida o se note cierta incomodidad durante unos días, aunque no es un dolor agudo y se puede aliviar con analgésicos.
Otras de las cosas que pueden darse tras la intervención es que aparezcan pequeñas calcificaciones mamarias o quistes. Por eso se suele recomendar que las personas que hagan este tratamiento se realicen una mamografía tanto antes de ser intervenida como un año más tarde.
En cuanto a la relación entre esta técnica y la aparición de cáncer de mama del que se está hablando por las redes hay que decir que no hay ninguna evidencia científica que relacione el lipofilling con un aumento de riesgo de tumores.
Lipofilling, reconstrucción mamaria por compartircosasbuenas