Es importante saber todo sobre el anillo anticonceptivo si lo que queremos es cuidar nuestra sexualidad. La contracepción es una de las mayores preocupaciones de las parejas en general y de la mujer en particular. Poder evitar la natalidad no deseada hace que disfrutemos de nuestra vida sexual con mayor seguridad.
En cuanto a métodos anticonceptivos hormonales se refiere, el primero en aparecer fue el DIU, aunque fue la píldora, en plenos años 60, la que revolucionó el mundo.
Desde entonces, no se ha dejado de investigar, apareciendo nuevas formas de prevenir el embarazo, que han diversificado el mercado.
Un método más cómodo
"El anillo vaginal es un anticonceptivo hormonal combinado que contiene estrógenos y gestágenos", define Mª Ángeles Gómez Martínez, ginecóloga y vicepresidenta de la Sociedad Española de Contracepción (SEC). Estas hormonas, cumplen el mismo cometido que las utilizadas en la fórmula de la mayoría de las píldoras y su efectividad también roza el 100%, radicando la diferencia en que se liberan directamente en el interior de la vagina, ya que el método consiste en un aro de plástico flexible y suave que se introduce en esta cavidad.
Las principales ventajas, explica la experta, son "la comodidad de uso, al ser su utilización mensual, la confidencialidad y que controla el ciclo menstrual, ya que los sangrados irregulares que se producen durante su utilización son menores". La menor posibilidad de olvido, es lo que ha hecho que muchas mujeres se decidan a emplearlo para protegerse de un posible embarazo no deseado.
Otros factores favorables son que, al no ser de uso oral, evitamos que se pierda eficacia en caso de producirse vómitos o diarreas esporádicas y que las dosis hormonales son menores que las de muchas píldoras, lo que reduce considerablemente algunos efectos secundarios.
¿Qué debes saber?
Si estás pensando empezar a utilizarlo, ve a tu ginecólogo quien te informará detenidamente, ya que siempre debe ser recetado. Necesitarás una analítica completa para descartar que las hormonas puedan perjudicar a tu organismo. Una vez te hayas hecho con él, debes esperar hasta el tercer día de regla para empezar su uso, siendo la primera semana muy aconsejable que emplees otros métodos anticonceptivos.
Su uso es tan sencillo como contar tres semanas desde su introducción y, tras este tiempo, retirarlo durante siete días, periodo en el que empezará el sangrado mensual, y durante el cuál también estarás protegida. No obstante, hay que tener en mente que en ningún caso previene el contagio de las enfermedades de transmisión sexual com el SIDA, ya que no es un método de barrera como el preservativo.
Aunque no todo son ventajas
Como todos los medicamentos, el anillo mensual tiene sus efectos secundarios y contraindicaciones. Los primeros son muy similares a los de otros anticonceptivos hormonales. Según declara la especialista de la SEC, pueden presentarse "vómitos, cefaleas y cambios en la libido y, esporádicamente pueden elevar los riesgos cardiovasculares y hepáticos".
En cuanto al posible aumento de peso, uno de los aspectos que más suele preocupar a la mujer, la ginecóloga recuerda que "no se ha establecido una relación causal entre los anticonceptivos combinados y el peso, por lo tanto, es uno de tantos mitos que acompañan a estos métodos".
Con respecto a las contraindicaciones, Mª Ángeles Gómez comenta que, "aunque en principio, en una mujer sana no existen, en caso de padecer obesidad importante, historiales de hipertensión arterial, tromboembolismo o cualquier trastorno cardiovascular, su uso es totalmente inviable". A esto también añadir que no es compatible con mujeres fumadoras, y que habrá que revisar siempre su uso en caso de sufrir ciertas enfermedades, lo que revela la importancia de ser recetado por un especialista.