La acalasia es un trastorno del esófago poco frecuente y que puede presentarse a cualquier edad, sin hacer distinción tampoco entre sexos. Básicamente es la incapacidad del esófago de contraerse y por tanto, de enviar la comida desde la boca hasta el estómago.
El origen de la acalasia está básicamente en las alteraciones de las zonas nerviosas del esófago. especialmente en un anillo muscular llamado esfinter esofágico, que lo normal es que se relaje cuando tragamos pero que en personas con acalasia, esta relajación apenas existe y provoca una sensación de detención del alimento en mitad del pecho.
Esta sensación es el principal síntoma, pero puede haber varios más
A continuación síntomas generales de la acalasia:
- Reflujo gastroesofágico
- Dolor torácico que puede ser más agudo tras la ingesta de alimentos.
- Dificultad a la hora de comer y beber
-Acidez gástrica
- Tos
- Pérdida de peso involuntaria
El médico se encargará de confirmar la enfermedad en base a:
- Radiología: Podrá comprobarse la dilatación del esófago y es habitual encontrar restos de la alimento en el conducto camino del estómago.
- Manometría: Mide la presión del esófago. Permite ver dónde está el fallo del conducto, ocasionando un vacío en el esófago.
- Endoscopia: No es fundamental para el diagnóstico, pero sí para evitar posibles tumores con síntomas similares a la acalasia.
En cuanto a los posibles tratamientos, no existe ninguno capaz de devolver la funcionalidad por completo al esófago, son tratamientos paliativos y enfocados a relajar el esfinter esofágico:
- Inyección de toxina botulínica (bótox) para relajar los músculos del esfínter y aunque da buenos resultados en más del 50% de pacientes, sus efectos no duran más de un año.
- La cirugía (esofagomiotomía), tiene unos números muy exitosos con el 80-90% de los pacientes y ayuda a reducir la presión para facilitar la llegada de los alimentos al estómago.
- Por último, existe el tratamiento endoscópico, que consiste en inflar un balón en la unión entre estómago y esófago con el paciente sedado. Apenas suele tener casos de complicaciones, pero pueden ser graves.
Siempre recomendamos acudir al médico al sufrir cualquiera de los síntomas, y será quien evalúe el diagnóstico y proporcione el mejor tratamiento para cada paciente.
Fuente: MedlinePlus y FEAD