Las bacterias anaerobias son los microorganismos más numerosos que colonizan a los seres humanos y que causan los distintos tipos de infecciones. Los anaerobios están presentes en la tierra y son huéspedes normales de todos los animales vivos, pero las infecciones por anaerobios son relativamente poco frecuentes. Los anaerobios son intolerantes de forma parcial o total a la exposición al oxígeno. La mayoría son anaerobios facultativos y pueden sobrevivir en presencia de oxígeno pero se desarrollan mejor en presencia de una reducida tensión de oxígeno. El resto son anaerobios estrictos y no sobreviven en contacto con el oxígeno.
Las infecciones por anaerobios son más frecuentes cerca de las superficies mucosas y en forma de infecciones mixtas con aerobios. Los ambientes con reducida tensión de oxígeno proporcionan las condiciones óptimas para la proliferación de los anaerobios. Las zonas traumatizadas, desvascularizadas o con lesiones por aplastamiento son las ideales para las infecciones anaerobias. Suelen penetrar en la herida tanto microorganismos aerobios como anaerobios, aunque la extensión local y la bacteriemia se deben la mayoría de las veces a los microorganismos aerobios, más virulentos. Los abscesos evolucionan durante días o semanas y generalmente están formados tanto por aerobios como por anaerobios.
Como ejemplos de esas infecciones podemos citar las apendicitis y abscesos tales como los apendiculares, pelvianos, perirrectales, periamigdalinos, retrofaríngeos, parafaríngeos, pulmonares y dentales. La tromboflebitis séptica, una consecuencia de la apendicitis, la sinusitis crónica, la faringitis y la otitis media, constituyen una vía para la diseminación de la infección a órganos vitales como el hígado, el cerebro o los pulmones
Diferentes tipos de infecciones frecuentes
Manifestaciones clínicas
1)Sistema nervioso central
La meningitis es poco frecuente, pero se han dado casos en neonatos y como complicación de infecciones de oído y cuello (síndrome de Lemierre). Los abscesos cerebrales y los empiemas subdurales suelen ser polimicrobianos, siendo frecuente la presencia de anaerobios. Por lo general, los abscesos cerebrales aparecen como consecuencia de la diseminación de los tipos de infecciones a partir de los senos, el oído medio o el pulmón.
2)Vías respiratorias
Las vías respiratorias pueden ser colonizadas por aerobios y anaerobios. Las bacterias anaerobias participan en las sinusitis crónicas, las otitis medias crónicas, los tipos de infecciones periamigdalinas, los abscesos parafaríngeos y retrofaríngeos y las infecciones periodontales.
La enfermedad periodontal por anaerobios es especialmente frecuente en pacientes con una higiene dental defectuosa o que toman fármacos que provocan hipertrofia de las encías. La angina de Vincent, también conocida como gingivitis ulcerosa necrosante aguda o boca de trinchera, es una infección aguda fulminante del ribete gingival y del suelo de la boca. Se caracteriza por dolor gingival, mal aliento y formación de seudomembranas. La angina de Ludwig es una celulitis aguda de origen dental, que afecta a los espacios sublingual y submaxilar y puede poner en peligro la vida del paciente; la infección se extiende rápidamente al cuello y puede obstruir las vías respiratorias.
El síndrome de Lemierre, o sepsis postanginosa, es una infección supurativa del espacio faríngeo lateral que comienza habitualmente como una faringitis. Puede verse como complicación de la mononucleosis infecciosa. Se presenta como tromboflebitis séptica de la vena yugular que provoca múltiples embolias sépticas a los pulmones. Los signos clínicos son hinchazón y dolor cervical, trismo, y disfagia, que culminan finalmente con signos de sepsis y dificultad respiratoria. El microorganismo causal más frecuente es Fusobacterium necrophorum, aunque son frecuentes las infecciones polimicrobianas.
3)Vías respiratorias bajas
Los abscesos pulmonares, el empiema y la neumonía por anaerobios son unos de los tipos de infecciones especialmente frecuentes en niños con disfunción de la deglución, con mayor riesgo de aspiraciones o con un cuerpo extraño que ocluye las vías respiratorias. Todos los niños y adultos aspiran durante el sueño y los períodos de inconsciencia. En la mayoría de los casos, los cilios pulmonares y los fagocitos eliminan las partículas y los microorganismos. Si la aspiración es más voluminosa o frecuente, o si un cuerpo extraño bloquea el drenaje, se desborda la capacidad de los mecanismos
4)Infeccion intrabdominal
El tubo digestivo está colonizado por anaerobios en toda su longitud. Los microorganismos alcanzan la máxima densidad en el colon, donde los anaerobios superan a los aerobios en una proporción de 1.000 a 1. La rotura intestinal provoca un vertido de flora intestinal al peritoneo, lo que produce una peritonitis en la que intervienen aerobios y anaerobios.
La bacteriemia por aerobios se produce antes. Dado que la infección está encerrada en el peritoneo, se puede formar un absceso compuesto por aerobios y anaerobios. Los abscesos hepáticos, que son poco frecuentes en niños, pueden desarrollarse como complicaciones de una apendicitis, enfermedad inflamatoria intestinal y afecciones de las vías biliares. La mucosa intestinal suele estar dañada en los niños con neoplasias malignas sometidos a quimioterapia, y esto induce una translocación de las bacterias y una invasión focal por la flora intestinal.
La tiflitis, o colitis necrosante, es una infección mixta de la pared intestinal que suele comenzar en el colon; las manifestaciones más frecuentes son dolor abdominal, diarrea, fiebre y distensión abdominal. El tratamiento antimicrobiano empírico de la fiebre y la neutropenia puede ser insuficiente para combatir a los anaerobios implicados en la tiflitis
5)Aparato genital
La enfermedad inflamatoria pélvica y los abscesos tuboováricos se deben a menudo a una mezcla de aerobios y anaerobios. El sobrecrecimiento de la flora anaerobia puede provocar vaginitis. Los anaerobios contribuyen frecuentemente a la corioamnionitis y el parto prematuro, y pueden provocar bacteriemia por anaerobios en el neonato. Aunque la mayoría de estas bacteriemias son pasajeras, los anaerobios producen en ocasiones cuadros invasivos en el recién nacido.
6)Piel y partes blandas
Las infecciones cutáneas por anaerobios pueden deberse a mordeduras, cuerpos extraños y úlceras cutáneas y tisulares secundarias a necrosis por presión o por falta de irrigación adecuada. Las mordeduras de hombres y animales inoculan la flora oral y cutánea en los tejidos subcutáneos. La flora oral incluye microorganismos anaerobios, pero la mayoría de las infecciones clínicas se deben a los aerobios, más virulentos.
La extensión de la infección depende de la profundidad de la mordedura y de las lesiones tisulares por aplastamiento asociadas. La mionecrosis por clostridios, o gangrena gaseosa, es una infección rápidamente progresiva producida por Clostridium perfringens. La fasciítis necrosante es una infección polimicrobiana de comienzo agudo y progresión muy rápida que conlleva una importante morbilidad y mortalidad. En ocasiones, los patógenos causales son el estreptococo del grupo A y Staphylococcus aureus. La gangrena sinérgica está causada por una infección sinérgica entre S. aureus o bacilos gramnegativos y estreptococos anaerobios. Todas estas infecciones son poco frecuentes en niños sanos. Para limitar la morbilidad y la mortalidad es necesario identificarlas precozmente y proceder sin demora al desbridamiento quirúrgico y la antibioticoterapia.
7)Otras zonas
En ocasiones, el hueso adyacente a una infección por anaerobios se infecta por la extensión directa de la infección contigua o por inoculación directa como consecuencia de un traumatismo. Las infecciones de riñón por anaerobios (abscesos renales y perirrenales) y de corazón (pericarditis) son poco frecuentes. La enteritis necrosante es una infección gastrointestinal poco frecuente pero a menudo mortal, que suele producirse cuando un niño o un adulto previamente desnutrido ingiere una comida muy copiosa.
Síntomas más comunes de los tipos de infecciones
Infección contigua o vecina a una superficie mucosa colonizada por bacterias anaerobias(orofaringe, tubo digestivo, aparato urinario)
Mal olor, olor pútrido (presente en la mitad de las infecciones por anaerobios)
Necrosis tisular intensa, abscesos, gangrena o fasciítis
Formación de gas en los tejidos (crepitación a la exploración o aire visible en las radiografías simples)
Ausencia de aislamiento de microorganismos con los métodos microbiológicos convencionales para aerobios
Ausencia de aislamiento de microorganismos tras el tratamiento previo con antibióticos con actividad frente a anaerobios
Falta de respuesta de la infección a antibióticos
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