Cuando la erección se convierte en preocupación


indicador viendo ereccion


El mecanismo de la erección no es algo sencillo. Empezaré contando que el ser humano es el único mamífero que no tiene báculo, es decir, una especie de hueso en el pene que sí está presente en otras especies animales. ¿Qué implicaciones conlleva esta característica? Mantener una erección con hueso es fácil pero… ¿y hacerlo cuando no se dispone del mismo? Este hecho hace que el mecanismo de la erección se convierta en un complejo proceso en el que interviene el sistema sanguíneo, el nervioso, hormonas y un gas: el óxido nítrico, en cuya presencia, los músculos del pene se relajan (sí, se relajan) y se produce un efecto de vacío que hace que una importante cantidad de sangre llegue a las venas del pene. Un baile entre todos estos componentes hace que en determinados momentos, el pene se ponga duro, se levante y aumente de tamaño.

¿Desde cuándo se produce la erección? Como curiosidad, deciros que ya en el vientre materno, los fetos pueden tener erecciones. En la etapa infantil, cuando comienzan a descubrir que al tocar determinadas partes del cuerpo tienen sensaciones agradables, repiten guiándose por el hedonismo que nos caracteriza: la búsqueda del placer. Un placer, que no puede ser entendido desde la perspectiva adulta ya que un peque, si siente “gustirrinín” va a repetir la acción independientemente de aquello que toque: su pelo, su tripa, su codo o, también, su pene, el cual responde físicamente.

Cuando llega la adolescencia, con el cóctel de hormonas que la caracteriza, quizá sea el momento en el que la erección comienza a dar quebraderos de cabeza. Digamos que una erección puede producirse cuando:

–  Se percibe un estímulo excitante o se fantasea con el mismo.

– Se toca el pene o se masturba.

– Se está durmiendo y ésta se origina de manera involuntaria. El famoso fenómeno de levantarse con “la tienda de campaña puesta” es debido a que durante la noche y coincidiendo con la fase más profunda del sueño, pueden llegar a producirse en torno a 5 ó 6 erecciones. Por eso, en muchas ocasiones, cuando alguien se despierta en medio de una de esas fases, puede ver cómo su pene está en medio del proceso. Tener erecciones nocturnas es signo de que el sistema cardiovascular tiene un correcto funcionamiento.

– “Porque sí”. El cuerpo comienza a hacer pruebas y es en esta etapa cuando el cerebro nos puede jugar malas pasadas, activando el mecanismo de la erección en los momentos menos oportunos. Echad un vistazo al pasado y recordad cuántas veces habéis vivido ese momentazo en el que en plena comida familiar, en clase de gimnasia, al hablar con una chica/o que os gustaba, cuando os han sacado a la pizarra, etc. vuestro pene ha decidido que era un buen momento para hacer acto de presencia.

Este hecho, tener una erección cuando menos se necesita, es curioso, ya que contrasta con lo que es muy probable que pase un tiempo después: que cuando se desea tener una erección, el pene ha decidido irse de vacaciones y no hacer caso a vuestra voluntad. De hecho, es muy frecuente encontrar hombres con pene que en un momento de sus vidas, se hayan enfrentado a un “gatillazo” o pérdida involuntaria de la erección.

¿Qué puede haber detrás de la pérdida de erección? Descartadas las causas físicas, es probable que determinados fármacos dificulten conseguir una erección o que a pesar de conseguirla, esta se desvanezca porque detrás hay miedos, ansiedad, presión por “tener que cumplir” en una relación erótica con otra persona, conflictos en la pareja, etc. Muchas parejas sienten que si no ven una erección significa que no excitan a su pareja. Ante esta situación, nada más lejos de la realidad: esa misma necesidad de estar a la altura, de cumplir con las expectativas, el sentimiento de que la otra persona importa y no se le quiere defraudar, etc., es lo que puede producir que el pene no responda como se espera.

No podemos olvidar que un pene, aun estando flácido, tiene sensibilidad por lo que sigue siendo tocable, chupable, masturbable, rozable, etc. En realidad, para lo único que es necesaria una erección es para una penetración.

No obstante, aunque la amplificación del repertorio erótico más allá del coito es una de nuestras sugerencias, los aspectos relacionados con la erección es una de las dificultades que abordamos en consulta. Si sientes que tú o tu pareja tenéis dudas relacionadas al respecto, os animamos a que os pongáis en contacto con profesionales de la sexología.



Bárbara Sáenz Orduña. Sexóloga en Serise Sexología.

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