¿Cuáles son los síntomas de infección de un implante dental?

Los implantes dentales, al igual que los dientes naturales, pueden verse afectados por una infección.

Una vez que el implante se ha integrado, es fundamental mantener libre de infecciones el hueso que lo sustenta. De esta forma evitaremos su destrucción y, por tanto, la pérdida del implante.

El soporte óseo está expuesto a diferentes riesgos que os contaremos más adelante. Antes vamos a recordar qué es un implante dental y cuál es su mecanismo de integración en el hueso.

Como ya os hemos explicado en otros post de este blog, los implantes dentales son dispositivos de titanio que se colocan en el interior de los maxilares con el objetivo de servir de soporte a una prótesis dentaria.

Una vez que el implante se ha integrado, es fundamental mantener libre de infecciones el hueso que lo sustenta

Los implantes de titanio experimentan el fenómeno conocido como oseointegración, que básicamente consiste en la unión íntima de la superficie del implante con el tejido óseo.

La oseointegración es posible porque, a diferencia de lo que ocurre con los otros metales, el titanio es biológicamente inerte, es decir, no desencadena una reacción de rechazo o ataque por parte del organismo.

Nuestro cuerpo no lo interpreta como un material extraño, sino que lo considera como biocompatible o amigable, y por ello promueve el crecimiento del tejido óseo en la periferia del implante.

De este modo el implante de titanio queda mecánicamente soldado al maxilar o a la mandíbula. Y una vez que la oseointegación se ha producido, es vital mantener en salud el hueso que rodea el implante para garantizar su vida.

Mucositis y periimplantitis

La causa más importante de la pérdida ósea es la infección del hueso maxilar por la acción de la cantidad de bacterias que hay en el medio oral.

Por ello las medidas higiénicas y de control de placa son fundamentales para la supervivencia del implante a medio y largo plazo.

Si la higiene y el control de la placa no son adecuadas, y especialmente si confluyen otros factores como la genética, la diabetes, el consumo de tabaco u otras sustancias, tratamientos con fármacos que afectan el metabolismo óseo -como los inhibidores de la bomba de protones (Omeprazol)- o el déficit de vitamina D, se van a producir dos situaciones adversas:

1. Mucositis periimplantaria

Inflamación de los tejidos gingivales que rodean el implante.

2. Periimplantitis

Si no controlamos la mucositis, se puede producir la falta o pérdida de tejido óseo y, a largo plazo, la pérdida del implante.

Principales síntomas de infección de un implante dental


Aparición de inflamación.

Sangrado en los implantes.

Supuración.

Mal sabor o mal olor, y más raramente dolor.

Exposición del cuerpo de los implantes.

Movilidad del implante.

Tratamiento de los implantes dentales infectados

Hoy por hoy la prevención y el diagnóstico temprano son las mejores armas para combatir las infecciones de los implantes dentales.

Según el nivel de gravedad de la infección, existen tres líneas de tratamiento:

Higiene

El tratamiento de los implantes afectados por mucositis periimplantaria debe orientarse fundamentalmente a restablecer la salud mediante medidas de higiene, tanto profesionales -limpiezas con ultrasonidos, polvo de glicina, etc.- como de autocuidado.

Tu odontólogo debe comprobar que el diseño de las estructuras protésicas es el adecuado para permitir el acceso a las emergencias de los implantes de forma que puedan ser higienizados satisfactoriamente.

En casa es necesario reforzar las rutinas de limpieza:

2-3 veces al día (imprescindible por la mañana y por la noche).

Técnica de cepillado correcta.

Limpieza interproximal con cepillos, seda o superfloss, e irrigadores orales, sobre todo en las zonas de implantes.

Utilización complementaria de geles o colutorios antisépticos.

Tratamiento quirúrgico e implantoplastia

Cuando la mucositis ha progresado y producido la perdida de soporte óseo estamos ante una periimplantitis. Su manejo es notoriamente más complejo que el de la mucositis y aún no goza de consenso científico.

En la mayoría de los casos el tratamiento es conservador. Consiste en la eliminación mecánica de los restos bacterianos (sarro, placa, etc.) de la superficie del implante.

Además, tu implantólogo debe desbridar y quitar el tejido blando inflamado que rodea el implante.

La cirugía bucal se completa con una implantoplastia –eliminación de espiras o roscas del implante que han quedado al descubierto por la pérdida de hueso – y pulido de la superficie del implante dental, que ayudará a dificultar en el futuro la acumulación de placa.

Los casos menos agresivos de periimplantitis se pueden solucionar con la limpieza mecánica y/o química del implante, de los tejidos blandos que lo rodean y con el pulido de su superficie

Para la implantoplastia aplicamos distintos protocolos de fresado con turbina dental o instrumentos de baja velocidad. En algunos casos, a la vez que fresamos, intentamos regenerar el hueso mediante biomateriales o material autólogo.

Es frecuente que la pérdida de tejido óseo vaya acompañada de pérdida de tejido gingival, por lo que también la implantoplastia se puede complementar con injertos de encía o de tejido conectivo. Generalmente se obtienen del paladar del paciente y su objetivo será modificar el entorno del implante para hacer más eficaz su limpieza y para estabilizar su situación.

También antibióticos específicos como el metronidazol han demostrado su utilidad en los casos de periimplantitis y pueden emplearse como coadyuvantes en este proceso.

El manejo de la periimplantitis debe englobarse siempre en una estrategia integral de mantenimiento del paciente. Se trata de intentar conservar los implantes en boca el mayor tiempo posible y así también poder prolongar la vida de las prótesis dentarias.

En este contexto se debe vigilar el estado de salud general de paciente, por si hubiera condiciones sistémicas que pudieran estar interfiriendo en la evolución de la periimplantitis – tratamientos farmacológicos, tabaco, diabetes, etc.-.

Especialmente importante es el control periodontal, pues los periodontopatógenos de las bolsas de los dientes vecinos pueden influir en los implantes.

Retirada del implante

En su versión más agresiva, como son los casos con supuración activa que no responden a medidas antibióticas y quirúrgicas, la periimplantitis puede obligar a retirar el implante.

La retirada del implante es hoy en día un procedimiento bastante sencillo. Existe instrumental específico capaz de desenroscar progresivamente el implante del tejido óseo, de modo similar a un sacacorchos en una botella.

¿Cómo prevenir la infección de los implantes dentales?

Los estudios actuales sugieren que para prevenir la infección de los implantes dentales y promover su éxito a largo plazo, deben seguirse una serie de pautas clínicas y de autocuidado.

Por ello en nuestra clínica tenemos muy en cuenta antes de la colocación del implante factores como la correcta selección del paciente, el estado de salud general y salud dental, la planificación quirúrgica, la calidad del tejido óseo y de la encía o el diseño de la prótesis.

Del mismo modo, aconsejamos a nuestros pacientes sobre la necesidad de mantener una correcta higiene y unos hábitos de vida saludable: alimentación sana, control del estrés y, especialmente, evitar el tabaco.

Importancia de las revisiones en los implantes dentales

Algunas revisiones científicas, como la de Derk y Tomassi et al., que analiza 15 estudios epidemiológicos, indican que casi la mitad de los pacientes portadores de implantes van a sufrir algún tipo de infección en sus implantes a medio o largo plazo.

Por otra parte, un reciente estudio de la Sociedad Española de Periodoncia (SEPA) ha constatado que uno de cada cuatro pacientes con implantes se expone al riesgo de perder algún implante por periimplantitis, en ausencia de tratamiento.

Teniendo en cuenta estos datos, el cumplimiento del calendario de revisiones diseñado para cada paciente es el único medio de asegurar un cierto control sobre la evolución de los implantes a lo largo del tiempo.

El protocolo de revisiones de la clínica del Dr. Constantino Colmenero incluye exámenes clínicos de dientes e implantes, sondajes gingivales si procede, chequeo de ajustes protésicos y del apretamiento de coronas y pilares, y estudio radiológico. Asimismo contempla cuidados específicos eventuales, como desmontajes y montajes protésicos con higienizaciones.

Finalmente, si detectamos alguna anomalía o factor de riesgo durante la revisión, propondremos a nuestros pacientes un protocolo individualizado y consensuado. Es primordial su cumplimiento y colaboración para la supervivencia del implante.

Recuerda que la prevención y el diagnóstico temprano es hoy por hoy el mejor tratamiento.

Una visita rutinaria al dentista puede salvar tu implante. ¡No lo olvides!

Fuente: este post proviene de Blog Clínica Colmenero, donde puedes consultar el contenido original.
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