Derecho a ser tratado con respeto y dignidad.
Derecho a equivocarse y a hacerse responsable de sus propios errores.
Derecho a tener sus propios valores y opiniones.
Derecho a tener sus propias necesidades y que éstas sean tan importantes como las de los demás.
Derecho a ser uno el único juez de sí mismo, a experimentar y a expresar los propios sentimientos.
Derecho a cambiar de opinión, idea o línea de acción.
Derecho a protestar cuando se es tratado de una manera injusta.
Derecho a cambiar lo que no nos es satisfactorio.
Derecho a detenerse y pensar antes de actuar.
Derecho a pedir lo que se quiere.
Derecho a ser independiente.
Derecho a decidir qué hacer con el propio cuerpo y con el propio tiempo y las propias propiedades.
Derecho a hacer menos de lo que humanamente se es capaz de hacer.
Derecho a ignorar los consejos de los demás.
Derecho a rechazar peticiones sin sentirse culpable o egoísta.
Derecho a estar solo aún cuando deseen la compañía de uno.
Derecho a no justificarse ante los demás.
Derecho a decidir si uno quiere o no responsabilizarse de los problemas de otros.
Derecho a no anticiparse a las necesidades y deseos de los demás.
Derecho a no estar pendiente de la buena voluntad de los demás.
Derecho a elegir entre responder o no hacerlo.
Derecho a hacer cualquier cosa mientras no se violen los derechos de otra persona.
Derecho a sentir y expresar el dolor.
Derecho a hablar sobre un problema con la persona implicada y en los casos límites en los que los derechos de cada uno no están del todo claro, llegar a un compromiso viable.
Derecho a escoger no comportarse de una forma asertiva.
¿Los conocías? Anímate a compartir.