Cómo poner límites a los demás sin sentir culpabilidad

Es probable que, en algún momento de tu vida, hayas sentido que actuabas por y para complacer a otras personas, dejando de lado tus propios intereses. Si es así, te diré que no es un caso extraño, y que, a la mayoría de nosotras, por la educación que hemos recibido, nos cuesta priorizarnos a nosotras mismas. A veces, esto sucede porque nos sentimos egoístas si no cedemos a los deseos de otras personas, otras veces, por miedo a represalias o reacciones que podrían dañar la relación.

Sin embargo, no existe nada más sano y positivo para fortalecer las relaciones con los demás, que respetar el espacio personal, porque cuanto más espacio somos capaces de dejar, más empatía y asertividad desarrollamos en el vínculo con otras personas. 

Razones por las que no pones límites:


Miedo a represalias, temor a la reacción de los demás.
Sentir que puedes perder la relación con la otra persona o que ésta se puede ver dañada, es el motivo por el que puedes sentir que la única alternativa sea someterte y callar. Reconocer esto en ti, suele ser costoso, por lo que es frecuente que te crees excusas para justificar tu falta de límites. Sin embargo, cuando callas por temor a perder a alguien, actúas desde el miedo y no desde el amor, y esto, no hará si no dañarte cada día más.

Baja estima.


Si no te pones en valor, y piensas que la otra persona es más importante que tú, dejas que sea ella quien tome las riendas de la relación. Esto puede suceder cuando, en una relación de pareja, es siempre la otra persona la que toma las decisiones importantes, o cuando sientes que tu opinión no tiene suficiente peso. La falta de amor propio, lleva a relaciones en las que uno de los dos se siente inferior al otro, y se crean dinámicas de pareja que derivan en relaciones tóxicas.  

Para evitar que esto suceda, es necesario entablar una relación entre iguales, aceptando las diferencias y marcando límites desde el primer momento. Si hay interés mutuo por fortalecer la relación, y existe amor de verdad, ninguno de los dos se sentirá ofendido y se alcanzarán los acuerdos necesarios. 

Sin embargo, en la mayora de los casos, mucha gente se siente obligada a ceder, aún reconociendo situaciones de abuso simplemente, por ejemplo, porque existen lazos familiares o porque ha sido así desde siempre. Pero ¿cuántos años vas a estar sometido?, ¿no crees que es el momento de deshacerte de esas  programaciones mentales que alguien grabó cuando eras pequeña?.

La esencia de las relaciones es la libertad esencial. Lo rico de una buena relación de amistad es que el amigo te acepte como eres, y tú puedas relajarte y mostrarte tal como eres. Cuando eres diferentes a lo que otra persona espera que seas, en algún punto, la relación se volverá tensa, porque tu no puedes forzarte a ser quien no eres. Para establecer relaciones saludables y positivas necesitas tener autoestima y no tener miedo de expresarte.

No puedes ni debes cambiar al otro, pero sí protegerte a ti misma y establecer tus límites.

¿Cómo establecer límites a tiempo?

1. Atrévete a decir que no.

Muchas veces, por pena o para no hacer daño al otro, puede que no te atrevas a decir que no, sin embargo, puedes encontrar la manera de hacerlo con las mejores palabras para no hacer daño al otro.

Decir que no, no significa que tengas que disculparte o enfadarte. Simplemente, se trata de no hacer aquello que no sientes que debas hacer solo por complacer. Si de verdad quieres hacerlo, pero no es el momento, puedes encontrar la mejor manera de decirlo, sin entrar en conflicto. 

2. Vence el miedo al conflicto.

A veces, por evitar las reacciones, puedes preferir callar. Pero, en esos casos estaría bien que reflexiones sobre si te merece la pena mantener esa relación. No hay que mantener relaciones por miedo, tienes que sentirte libre de poder expresarte tal como eres, si no puedes hacerlo, quizás necesites ayuda para lograrlo. Buscar ayuda es decir, me quiero.

3. Refuerza tu autoestima.

Valórate. quiérete. cuídate mucho. No te permitas estar en situaciones o relaciones que te hagan daño. No hay relaciones ideales, pero si hay buena intención, se puede aprender de la experiencia. El problema es cuando uno de los dos se somete y es manipulado.

4. Maneja la culpa.

Siempre en una relación tiene que haber espacio para la negociación.

5. Pon en práctica la asertividad.

Aprende a decir lo que piensas y sientes de la mejor manera posible, sin llegar a hacerlo en el punto en que estés harta de alguna situación.

También es importante tomar en cuenta los momentos del otro, no siempre es oportuno decirle al otro lo que estamos sintiendo y pensado. Hay que encontrar el momento oportuno porque si no la situación se puede agravar. Hay que estar dispuesto a tomar responsabilidad y decir las cosas sin cargar las culpas sobre la otra persona.

6. Se consecuente.

Cuando te decidas a establecer un limite, cúmplelo. Si no lo cumples, te pierden el respeto. Encuentra la manera de ser congruente y cumplir con tu palabra. Mide lo que dices, y antes de prometer o decir piénsalo bien.

Si te has sentido identificada en esta dinámica de relaciones en las que temes ser tú misma para tratar de complacer, te invito a que frenes, tomes distancia y descubras si no estás fallándote a ti misma. Este tipo de comportamientos acaba siempre por pasar factura, por lo que tomar distancia y protegerte, es siempre la mejor opción. No lo dudes. 

Te mando un abrazo muy fuerte, 

***Si te gusta lo que lees, te invito a que lo compartas en tus redes sociales, y a seguirme en; Facebook, Instagram o Twitter (sí, estoy en los tres). Así estarás ayudándome a que crezca mi proyecto. Muchas gracias por estar ahí. Un abrazo muy fuerte.***

Fuente: este post proviene de El camino es hacia dentro, donde puedes consultar el contenido original.
¿Vulnera este post tus derechos? Pincha aquí.
Creado:
¿Qué te ha parecido esta idea?
Esta información nunca debe sustituir a la opinión de un médico. Ante cualquier duda, consulta con profesionales.

Esta idea proviene de:

Y estas son sus últimas ideas publicadas:

Etiquetas: BIENESTAR

Recomendamos