Cómo descubrir tu propósito de vida

¿Sabes quién fue Patanjali?

Fue quizás una de las personas en la historia de la humanidad que más profundo llegó en su descubrimiento de lo que es un ser humano, y por suerte para nosotros lo dejó escrito en 196 sutras.

Ese hombre sabía cosas, muchas, que la inmensa mayoría de los científicos, especialmente la ciencia médica, hoy en día cree que no es posible.

No pido que me creas, por supuesto. Y tampoco voy contarte el por qué de mi afirmación ahora, claro. ¿Te imaginas que no tuvieras verdadero interés en saberlo y yo aquí contándote esas cosas raras?

El caso es que Patanjali también sabía la importancia de los propósitos, y dijo así;

Cuando te inspira algún gran propósito, algún proyecto extraordinario, todos tus pensamientos rompen sus ataduras: Tu mente trasciende las limitaciones, tu conciencia se expande en todas las direcciones y te encuentras en un mundo nuevo, grande y maravilloso. Las fuerzas, las facultades y los talentos dormidos cobran vida, y te descubres como una persona mucho más grande de lo que jamás habías soñado.

Los propósitos son más importantes de lo que puedas si quiera sospechar. Y ¿sabes? una vez más digo aquí que la inmensa mayoría de la humanidad va por la vida sin uno.

Eso sí te puedo explicar por qué lo sé y cómo lo identifico: porque yo me he pasado prácticamente el 100 % de mi vida sin tenerlos y sólo recientemente estoy aprendiendo cómo crearlos.

Y cuando ves a alguien si un propósito se nota porque vamos como ciegos con un bastón atravesando una autopista.

Aunque las cosas no son blancas o negras, claro, siempre hay matices.

Muchas personas tienen propósitos sin saberlo.

Cuando una madre tiene a su hijo, por ejemplo, por lo general su hijo se convierte en su propósito. Ella misma experimenta cómo tiene más fuerza. Más sabiduría. Más capacidad de vencer obstáculos.

¿Por qué? porque ella ahora tiene un por qué.

O cuando alguien decide por ejemplo hacer el Camino de Santiago. 15 km diarios. 30. 45.

No importa. Caminará y caminará aunque no pueda más. Aunque todo le duela. Aunque desfallezca. Y si no resulta absolutamente imposible físicamente, llegará a la meta que se ha propuesto.

Y llorará al ver la catedral y pensará en cómo fue capaz de hacerlo.

¿Y sabes por qué fue capaz? porque tenía un por qué.

La buena noticia es que no tenemos por qué tener un hijo o realizar una epopeya física para tener un propósito, pues estos pueden acompañarnos en el día a día si sabes cómo hacerlo.

¿Y sabes qué pasa cuando tienes un propósito en tu día a día?

Que te conviertes en alguien que, si te lo dijeran hace un año, no le creerías.

…Las fuerzas, las facultades y los talentos dormidos cobran vida, y te descubres como una persona mucho más grande de lo que jamás habías soñado.

Bueno, ¿y cómo se hace?

¿Cómo se crea un propósito de vida?

Vas a necesitar un boli y un papel. ¿Lo tienes?

Ahora necesitas algo que tengas en mente. Absolutamente cualquier cosa vale.

Te pongo un ejemplo. Yo estoy haciendo retiros de desarrollo personal en la montaña y como te puedes imaginar no es tan fácil pasar de ser un completo desconocido en ese campo a llenar todos los que organizas y que la gente se pelee por entrar.

Al menos yo no sé cómo hacerlo aún. Lleva su tiempo, su dedicación, su cómo.

Y como todas las grandes cosas que lo merecen, muchas personas lo intentan, no todas lo consiguen y muchísimas abandonan.

¿Por qué? porque no tienen un propósito claramente definido.

Te digo qué hago yo en este caso y por qué voy teniendo éxito.

Mi propósito es: voy a hacer cinco retiros. Pase lo que pase. Cueste lo que cueste.

Con esa afirmación escrita me elevo por encima de las circunstancias. No pasa nada si uno sale adelante y otro no. No pasa nada si en una ocasión me gasto más de lo que ingreso. Lo único importante, el objetivo prioritario es hacer cinco retiros. Pase lo que pase y cueste lo que cueste.

Cuando cumpla ese primer propósito, hacer cinco, ya seré otra persona diferente. Con unas habilidades diferentes. Con una visión diferente. Me habré convertido en una versión más evolucionada de mí en ese campo.

Y justo en ese momento crearé otro propósito más elevado.

Mi segundo propósito es: voy a organizar cinco retiros de 25 alumnos. Pase lo que pase. Cueste lo que cueste.

Y así sucesivamente iré creando propósitos que se van solapando unos sobre otros.

Eso me concede vista de pájaro de la situación, me permite ver el cuadro entero, the big picture como dicen los ingleses. Me permite no estresarme con pequeñeces.

¿Y qué pasa con eso? ¿por qué es tan importante?

Pues que sigues caminando y llegando cada vez más lejos.

Y hablando de retiros, el 17, 18 y 19 de diciembre, quedan sólo 3 semanas y cada vez menos plazas, se celebra un retiro de desarrollo personal en la montaña, donde cuento en detalle y con multitud de ejemplos, cómo crear un propósito.

Una técnica que puedes aplicar en todas las situaciones de tu vida y que, como dice Jim Camp, te da una capacidad de decisión 10 veces superior a la del resto de las personas.

220 €.

Habrá naturaleza. Habrá enseñanzas. Habrá personas motivadas. Habrá propósito.