Realizar revisiones periódicas y llevar una vida sana, son los principales ingredientes de la receta para evitar el cáncer de próstata.
La próstata
Antes de hablar del cáncer de este órgano, es importante conocerlo un poco más. La próstata es un órgano glandular del aparato genitourinario masculino. Aumenta su tamaño durante el periodo de madurez del hombre y hasta que alcanza la edad adulta, manteniendo su tamaño mientras el cuerpo produzca hormonas masculinas.La función principal de la próstata es producir el líquido seminal que protege y transporta a los espermatozoides durante la eyaculación. Igualmente, es el productor de sustancias de defensa para evitar que en el sistema urinario se produzcan infecciones.
La próstata se encuentra rodeando a la uretra, que es el conjunto situado debajo de la vejiga, y su tamaño es aproximadamente similar al de una nuez. A partir de los 50 años, el crecimiento de la próstata puede oprimir la uretra provocando dificultades en la micción, aunque esto no significa que exista un cáncer de próstata.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo más comunes para contraer cáncer de próstata son:Edad: este cáncer se suele presentar en personas mayores de 40 años, y su probabilidad es mayor aun cuando se superan los 50 años de edad.
Raza: los hombres afroamericanos son los que mayor tasa de incidencia tienen, frente a los asiáticos.
Medio ambiente y estilo de vida: En Suecia se da el riesgo más elevado de cáncer de próstata, mientras que en EE.UU. y Europa su riesgo es medio, y en Taiwán y Japón su incidencia es muy baja.
Dieta: los países desarrollados son los que tienen un mayor índice de personas con cáncer de próstata.
Herencia: es mas frecuente en personas con casos en su árbol genealógico.
Peso: la obesidad aumenta el riesgo de sufrir cáncer de próstata.
Tabaco: las personas fumadoras presentan una mayor incidencia de este tipo de cáncer.
Vasectomía: algunos estudios demuestran que los pacientes que se han practicado la vasectomía tienen un riesgo mayor, aunque aún no son muy fiables estos datos.
Actividad sexual: una alta actividad sexual suele suponer un bajo riesgo de contracción de esta enfermedad.
Diagnóstico
A diferencia de otros tipos de cánceres, como por ejemplo el de mama, el de próstata no puede ser diagnosticado mediante una simple exploración superficial, ya que este órgano se encuentra en una parte profunda de nuestro cuerpo. Esto lo hace que no sea tan fácil de detectar en un primer momento.Esta afección puede causar micción dificultosa y dolorosa, incontinencia o disfunción eréctil, entre otros síntomas. La detección se lleva a cabo mediante una prueba en sangre, para localizar el antígeno prostático específico, o mediante un tacto rectal para explorar de manera física la glándula prostática.
Si alguno de los síntomas o los resultados de las pruebas de detección precoz dan alguna posibilidad de sufrir este tipo de cáncer, es importante acudir al médico para realizar pruebas más específicas y así confirmar o no la enfermedad. Es entonces cuando hablamos de una biopsia, o una extracción de una muestra del supuesto tumor, para su posterior examinación.
El 97% de los hombres diagnosticados de cáncer de próstata, están vivos a los 5 años, y el 79% a los 10 años. Este dato refleja el alto índice de supervivencia de esta enfermedad, pero no por ello se debe bajar la guardia. Es muy importante realizar revisiones periódicas con tu médico.
Tratamientos
Debido a que el cáncer de próstata suele afectar a personas de una avanzada edad, y a menudo crece muy despacio, algunos pacientes deciden no someterse a ningún tipo de tratamiento para evitar así los posibles efectos secundarios que puedan tener. Aun así, el cáncer va a ser revisado y monitoreado por su médico especialista.El tratamiento del cáncer de próstata, es el típico de un cáncer, ya que incluye cirugía para extirparlo y radioterapia y quimioterapia para evitar su reaparición. Aun así, depende de la edad, el grado del cáncer y la interacción con otras enfermedades que sufra el paciente.
Otro tratamiento utilizado es el hormonal mediante andrógenos. La testosterona, producida en los testículos, promueve el crecimiento de las células cancerígenas de la próstata. Por ello, se realiza en algunos pacientes un bloqueo de esta hormona, con la finalidad de reducir la incidencia del cáncer.