¿Qué es el bruxismo?
El bruxismo es el hábito de apretar los dientes y la mandíbula. Es especialmente frecuente durante el sueño, pero también puede cursar durante la actividad diurna.La etiología del bruxismo aún es incierta y parecen actuar factores genéticos, psicológicos, alteraciones y patologías del sueño, presencia de disarmonías en la oclusión dentaria, etc. Por ello su tratamiento es, en muchas ocasiones, complicado y multidisciplinar.
Estrés y bruxismo
Los dentistas estamos observando un incremento en los problemas de mandíbula durante la pandemia. El estrés psicológico y la ansiedad agravan la severidad tanto del bruxismo diurno como del nocturno, por lo que es recomendable, en pacientes apretadores, la realización de actividades que ayuden al control de estrés, como puede ser el deporte, el yoga, el pilates o el empleo de técnicas de relajación.En casos severos o con sintomatología dolorosa se pueden llegar a emplear fármacos de diferentes tipos -analgésicos, relajantes musculares, antidepresivos, fármacos neuromoduladores, etc.-. Incluso se puede recurrir al empleo de la tóxina botulínica, aunque su uso tiene una eficacia comprometida a medio-largo plazo.
Hay que ser capaz de identificar los momentos de apretamiento o contracción de la mandíbula, para relajar la musculatura y desprogramar esta conducta
En los pacientes bruxistas es capital la utilización de férulas de descarga durante el sueño para paliar las secuelas de esta parafunción sobre músculos faciales y cervicales, articulación temporomandibular y estructuras dentarias.
Durante el día, es útil saber detectar los momentos en que se aprietan los dientes -teniendo en cuenta que las estructuras dentarias solo deberían contactar durante la función masticatoria o la pronunciación de algunos fonemas- y parar esta actividad o ralentizarla. Es decir, identificar los momentos de apretamiento o contracción de la mandíbula, relajar la musculatura y desprogramar esta conducta.
Ejercicios para relajar la mandíbula
Algunos ejercicios útiles, recomendables especialmente al comenzar el día, son:Masajeo de la zona de la articulación temporomandibular con movimientos circulares con 2 o 4 dedos. Esto ayudará a descontraer la musculatura de la zona y aliviar el dolor.
Masajeo con 2 o 4 dedos de las sienes y zona temporal (por encima del pómulo).
Estiramientos de la musculatura cervical, tanto anterior como posterior.
Colocar los dedos índices sobre los molares inferiores con una ligera apertura bucal.
Contraer la musculatura elevadora de la mandíbula, oponiendo resistencia con los dedos en sentido caudal (hacia los pies) durante 4-5 segundos. Repetir hasta que se note la relajación de la musculatura.
Los especialistas en fisioterapia, además de todo lo anterior, pueden aplicar maniobras específicas para la movilización y relajación de las estructuras afectadas o emplear técnicas de fotoestimulación (láser), electroestimulación (TENS), etc.